María Corredentora: mariólogos de la Asociación Mariana Internacional replican a Doctrina de la fe

La Asociación Mariana Internacional, agrupación compuesta por más de 100 cardenales, obispos, teólogos y laicos para promover “la plena verdad y devoción mariana en todo el mundo”, acaba de hacer pública una Respuesta a la nota doctrinal Mater Populi Fidelis. En ella, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, dirigido por el cardenal Víctor Manuel Fernández, pretendía aclarar “algunos títulos marianos referidos a la cooperación de María en la obra de la salvación”. 

[Es posible acceder a la Respuesta completa desde la página web de la Asociación Mariana Internacional: aquí, en español]

El documento de Respuesta de la Asociación Mariana Internacional ha sido publicado el día de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción y escrito con "espíritu sinodal" por el destacado mariólogo italiano, Serafino Lanzetta. 

Con el ánimo de “ofrecer respetuosamente” una respuesta a Mater Populi Fidelis, comienza reconociendo positivamente “el fuerte énfasis" del texto vaticano en “afirmar a Jesucristo como el único Redentor divino de la humanidad”.

El documento, de 22 páginas, viene firmado por la Comisión Teológica de la Asociación Mariana Internacional, de la que forman parte, entre los más destacados, los cardenales Baselios Cleemis Thottunkal y Sandoval-Iñiguez, los obispos Jozef Maria Punt, de Países Bajos, o Rico Pavés, de España, o el icónico escritor converso Scott Hahn.

El texto de la Respuesta advierte de una serie de “puntos teológicos significativos que requieren una aclaración y modificación sustanciales” que afectan especialmente al título de “Corredentora”. Señalamos las 10 conclusiones más relevantes: 

1º La necesidad de precisión terminológica

Uno de los primeros aspectos que reclama la Asociación Mariana Internacional es el de aclarar la “importante incoherencia de las diferentes traducciones” del texto, que si la traducción italiana, inglesa y alemana define el título de corredentora como “siempre inapropiado”, la española, francesa y portuguesa se refieren a él como “siempre inoportuno”.

“Describir un título como “inapropiado” sugiere que es impropio o inaceptable. Describirlo como “inoportuno” sugiere que es imprudente utilizarlo. También hay que señalar que la palabra “siempre” necesita una aclaración adicional. Si el título de Corredentora es siempre inapropiado o inoportuno, entonces los papas que aprobaron o utilizaron el título actuaron de manera inapropiada e imprudente. Si es siempre inapropiado utilizar el título, entonces los santos y místicos que lo utilizaron fueron irresponsables e inapropiados”, se lee en la Respuesta.

2º Títulos empleados por otros santos y pontífices

Siguiendo estas premisas, los firmantes consideran que `un título mariano utilizado por papas, santos y místicos no debe describirse como “siempre inapropiado”, pues se podrían desprender dudas entre los fieles ante el empleo del término por santos como el Padre Pío, Maximiliano Kolbe y la Madre Teresa o por pontífices como Pío XI, San Juan Pablo II o incluso Benedicto XVI, que “durante sus ocho años de pontificado nunca prohibió a nadie utilizar el título de Corredentora, ni se pronunció en contra de él, y mucho menos determinó que fuera `siempre inapropiado´”.

Respecto a la cuestión terminológica, la Respuesta de la IMA concluye afirmando que el título de corredentora no solo “se corresponde con la enseñanza católica perenne sobre María como la Nueva Eva”, sino que el título, “aprobado y utilizado por los papas, santos y místicos, debe entenderse explicarse adecuadamente, como muchos otros títulos y doctrinas católicos”.

3º Bien entendida, la corredención “no le quita nada a Cristo”

Uno de los argumentos centrales de Mater Populi Fidelis es que el término de corredentora “corre el riesgo de oscurecer la única mediación salvífica de Cristo”. Sin embargo, la IMA considera que la corredención, tal y como ha sido expresada por mariólogos como Gabriele Roschini -"la Santísima Virgen cooperó con Cristo en nuestra reparación, así como Eva cooperó con Adán en nuestra ruina"- no solo “no le quita nada a Cristo”, sino que tampoco resultan confusos o difíciles de entender una vez que se explica adecuadamente. “Algo que la Iglesia ha hecho con éxito durante más de medio milenio”, se lee.

4º Pasa por alto 4 siglos de pontificado

Valorando las explicaciones de Mater Populi Fidelis sobre María como mediadora de todas las gracias, la Respuesta de cardenales y teólogos se sumerge en los pronunciamientos papales de los últimos cuatro siglos y hasta el mismo Francisco.

“Es lamentable que la DDF haya optado por omitir las repetidas enseñanzas y referencias de doce papas a lo largo de cuatro siglos, que constituyen numerosas expresiones de alto nivel del magisterio papal ordinario sobre la doctrina católica de María como Mediadora de todas las gracias, cada una de las cuales, técnicamente, tiene más peso magisterial que una simple nota del dicasterio”.

5º En los canales de la gracia, “Dios es soberano”

En opinión de los firmantes del documento de la Asociación Mariana Internacional, “Dios es soberano” y “afirmar que solo Dios es nuestro Salvador no significa que solo Dios nos aplica los méritos de Jesús”.

Del mismo modo, y siguiendo el mismo argumento, “cuando [Dios] decide utilizar a María como instrumento para aplicar su gracia, esa es su elección providencial”.

“La mediación instrumental de María en la gracia no implica que ella sustituya o añada algo a la gracia de Cristo. La gracia de Cristo también se comunica a través de los sacramentos. Si los sacramentos pueden ser instrumentos de la gracia de Cristo, entonces ciertamente María puede ser un instrumento de gracia”.

6º María, Mediadora de todas las gracias: ¿Necesidad o voluntad de Dios?

En este sentido, la Respuesta remarca que, según los papas, santos y teólogos que enseñan universalmente que María es Mediadora de todas las gracias, dicha mediación “no es por alguna necesidad interna, sino por la voluntad de Dios”.

“La Nota de la DDF postula la mediación de María solo como una forma de intercesión orante que prepara las almas humanas para recibir las gracias. No afirma la mediación secundaria activa y causal de María en la distribución de las gracias”. Una postura que, según los firmantes, “no parece conciliable con la doctrina papal” de pontífices como León XIII. Este, en 1891, habría reiterado la posibilidad de “afirmar con no menos verdad y justicia que absolutamente nada de este inmenso tesoro de todas las gracias traídas por el Señor — en la medida en que «la gracia y la verdad vinieron de Jesucristo” [Jn 1, 17]— nos es impartido, por voluntad de Dios, excepto a través de María (nisi per Mariam)».

Sobre María como Mediadora de todas las gracias, la Respuesta concluye: “Si saludamos a María una y otra vez, es precisamente para que nuestras oraciones fallidas y defectuosas se fortalezcan con la confianza necesaria; como si le prometiéramos que rezara por nosotros, y por así decirlo en nuestro nombre, a Dios (n. 5). Según León XIII y otras enseñanzas papales, la mediación de la gracia a través de María no implica que Dios esté desconectado de nuestros corazones. Por el contrario, afirma el papel de María en guiarnos “por medio de Cristo, al Padre Divino”.

7º La cuestión del mérito

Otro de los aspectos que según la Respuesta precisa de aclaración o modificación es el del mérito de María en la obra de la Redención.

Citando pontificados previos, se remarca que, mientras Pío X “habla del mérito congruente de María con respecto a su asociación con Cristo en la obra de la Redención; Mater Populi Fidelis, parece reducir el mérito de María a sus deseos de intercesión”.

Los firmantes coinciden en que “Dios responderá a los deseos de María expresados a través de sus oraciones”, sin embargo, observan que Mater Populi Fidelis carece de “una afirmación del verdadero mérito de María en la obra objetiva de la Redención”.

“Aunque nuestros méritos dependen de la gracia de Cristo, estos siguen siendo méritos humanos válidos concedidos por Dios en su infinita generosidad (D-H, 1582). Si nosotros, por nuestras buenas obras, tenemos verdadero mérito ante Dios, cuánto más lo tiene María”. De este modo, “minimizar los méritos de María también socava todo mérito humano y cooperación en la obra de la Redención. La Iglesia ha enseñado acertadamente que, al unir nuestros sufrimientos a los de Cristo, podemos convertirnos en “corredentores de la humanidad”. Si nosotros podemos ser “corredentores de la humanidad” y “redentores con el Redentor”, cuánto más puede María ser la incomparable y sin mancha Corredentora de la humanidad”.

8º Cooperadora activa en la obra de la salvación

Valorando la posibilidad de minimizar el papel de María en el plan de redención de Dios, la Respuesta remarca cómo los Santos Padres consideran a María “no solo utilizada por Dios de manera pasiva, sino cooperando libremente en la obra de la salvación humana mediante la fe y la obediencia”:

“La Iglesia enseña, en continuidad con san Ireneo del siglo II, que María es “causa” de nuestra salvación. Según la voluntad de Dios, nuestra salvación es obra de Cristo, el Dios-hombre y Nuevo Adán, y de la cooperación redentora de María, la Nueva Eva. Esta cooperación no se limitó a la Anunciación, sino que se extendió a toda su vida en unión con su Hijo. Su unión con Cristo se experimentó de manera profunda en el Calvario”.

9º “Causará confusión y dolor a los fieles”

Otro de los aspectos del que advierten los firmantes es el de los efectos pastorales de Mater Populi Fidelis, especialmente en lo relativo a devociones marianas arraigadas en la corredención y mediación de todas las gracias.

“Dado que cada práctica devocional mariana debe tener su base en la auténtica doctrina mariana (cf. Lumen Gentium 66, 67), la base doctrinal de muchas prácticas devocionales —como la consagración mariana, el rosario, el escapulario, etc.— se basa, correctamente entendida, en la doctrina de María como Mediadora de todas las gracias, que a su vez se fundamenta en la corredención mariana”, advierte la Respuesta. En consecuencia, rechazar estas doctrinas magisteriales podría “sumir a muchos fieles católicos en una confusión y duda innecesarias”, como también podría ocurrir a las comunidades religiosas que utilizan el título de Corredentora: “¿Se verán ahora obligadas estas comunidades a cambiar de nombre?”, se plantea.

El documento advierte igualmente de la “confusión y dolor” que lo mencionado en Mater Populi Fidelis podría causar sobre millones de fieles, pero se detiene especialmente en el riesgo de la falta de confianza de los católicos en una institución pontificia cuya autoridad podría verse dañada:

“Si las enseñanzas y los títulos utilizados anteriormente por los papas se consideran ahora “inapropiados” o “inoportunos”, ¿por qué deberían los fieles tener confianza en el Magisterio papal? La confusión y la frustración en este ámbito ya están siendo expresadas por el Pueblo de Dios tanto en los medios de comunicación católicos internacionales como en los seculares”.

10º Reclaman “mayor coherencia y armonía son los papas anteriores”

Una de las últimas advertencias que más sorprenden del documento es que la propuesta de una redención basada “solo en Jesús” y “desprovista de cualquier valor redentor humano por parte de María” podría terminar por “asemejarse más a una teología protestante de la redención que la de la Iglesia católica”.

Es por todo ello que la Comisión Teológica de la Asociación Mariana Internacional concluye expresando su confianza en una “reevaluación” de Mater Populi Fidelis, basándose siempre en un espíritu de “verdadero diálogo sinodal” y en una continuidad con el magisterio precedente:

“Esperamos que esta reevaluación conduzca a una nueva expresión del Magisterio sobre estas doctrinas y títulos marianos de importancia crítica, con mayor coherencia, desarrollo y armonía con las enseñanzas doctrinales de los papas anteriores. Entre estas enseñanzas se encuentran las que reconocen a la Santísima Virgen María como Corredentora y Mediadora de todas las gracias”.