Jumilla: arzobispo de Oviedo pide reciprocidad con los «moritos» y el de Madrid libertad religiosa

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, y el de Madrid, José Cobo.
Continúan las declaraciones sobre la gran polémica de estos últimos días, protagonizada por la decisión del Ayuntamiento de Jumilla (Murcia) de prohibir la utilización de espacios deportivos municipales para actos de carácter religioso –pensando, sobre todo, en el culto islámico–.
Algunos obispos han querido mostrar cuál es su visión sobre el tema. Es el caso del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, quien en la red social X, ha publicado este miércoles el siguiente texto:
"Extraña polémica con musulmanes sobre celebraciones en polideportivos. ¿Dónde está la reciprocidad negada de los moritos con los cristianos q asesinan en ntras iglesias dentro de sus territorios? ¿Ponernos estupendos citando textos civiles o eclesiales, para q nos sigan matando?".
Cobo y Dios en la sociedad
Por su parte, el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, ha publicado un artículo en Agenda Pública en el que analiza el "desafío de la convivencia religiosa en una España plural".
Cobo reflexiona sobre "el sentido de la presencia de las religiones en la vida pública, y con ello, sobre la llamada laicidad positiva del Estado: ello implica la no confesionalidad, pero sí el respeto fundamental hacia las creencias y convicciones de los miembros de la sociedad, sin retrocesos en lo ya logrado".
"La limitación de estos derechos atenta contra los derechos fundamentales de cualquier ser humano, y no afecta solo a un grupo religioso, sino a todas las confesiones religiosas y también a los no creyentes".
"Es tiempo de recordar que la libertad religiosa debe ser acogida y la libertad de culto respaldada (...). El Estado armoniza y facilita las diferentes expresiones religiosas permitiendo que las personas vivan su fe como un bien para la sociedad".
"Uno de los riesgos actuales es relegar la religión al ámbito privado, considerándola una convicción meramente íntima o reduciéndola al espacio único de la libertad de conciencia".
"El uso ordenado de un polideportivo para unas tradicionales fiestas religiosas, de familia y vida de fe no parece perturbar la convivencia de una población con una presencia tan significativa de pluralismo religioso", apunta Cobo.
Manifestaciones públicas como "una procesión católica arraigada en una fuerte tradición" o "una fiesta del cordero en el seno de una población con presencia significativa musulmana" no deben percibirse como amenazas. Al mismo tiempo, advierte que fomentar el temor hacia lo distinto tampoco contribuye al bienestar común.