El obispo de Orihuela-Alicante defiende que practicar la religión es un derecho fundamental
Munilla ve «poco inteligente» la prohibición de Jumilla: «Libertad religiosa, sí, y reciprocidad»

El Estado "no puede impedir que se ejerciten los derechos fundamentales", argumenta Munilla.
Estos últimos días, la actualidad política y religiosa en España ha estado protagonizada por la reciente decisión del Ayuntamiento de Jumilla (Murcia) de prohibir la utilización de espacios deportivos municipales para actos de carácter religioso –pensando, sobre todo, en el culto islámico–.
El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha sido uno de los que ha querido defender, este lunes 11 de agosto, en su programa Sexto Continente de Radio María España, el principio de libertad religiosa que tanto afecta a los cristianos.
Un principio sagrado
"El tema está relacionado con la libertad religiosa, un principio para la Iglesia Católica muy importante y que es un principio en el que se dirime la capacidad de convivencia y de encuentro entre nosotros", comenzaba diciendo el obispo.
Quien recordó, también, la reciente nota de la Conferencia Episcopal Española en la que se decía que "parecía absolutamente innecesaria esa prohibición, ya que además se ponía en riesgo el principio de libertad religiosa, un principio muy importante, ligado a la libertad de conciencia".
"Un estado podrá regular la inmigración que recibe. Tiene el derecho y el deber de regular la inmigración que recibe. Un estado deberá de valorar qué tipo de inmigración recibe, de qué países, de qué lugares. Pero una vez que la has recibido, tú no puedes impedir que ejerciten sus derechos fundamentales, y un derecho fundamental es la expresión también de sus convicciones religiosas", añadió Munilla.
"Algunos se han sorprendido mucho de cómo es posible que la Conferencia Episcopal salga a defender ese principio de libertad religiosa, cuando lo que estaba en juego era la de los musulmanes y no la de los católicos. Ya, pero... el principio de libertad religiosa... o defiendes el de todos o no defiendes el de nadie".
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"Fue muy interesante que el presidente de la Conferencia Episcopal escribiese un artículo en ABC en el que, aparte de reafirmarse en esto que acabo de decir, pedía el principio de reciprocidad, esto sería lo inteligente".
"Lo inteligente no es lo que estos partidos políticos aprobaron en Jumilla. No es inteligente lo que han hecho, porque eso hay que conjugarlo con la legislación española en la que se reconoce la libertad religiosa".
"Si limitas la presencia en un espacio público, tendrás que habilitar otros. ¿Cuáles son los culturales? Ahora tendrán que solucionarlo, porque, sí o sí, ese derecho fundamental está reconocido por la Constitución española y van a tener que buscar fórmulas".
"No es inteligente lo que han hecho. Aparte de peligroso, porque eso, después, en otros gobiernos, puede caer sobre nosotros, sobre los cristianos mismos. O creemos en el principio de libertad religiosa o no creemos".
"Imagínate que a una comunidad musulmana, a la que se le permite la utilización de un espacio público para unas fiestas religiosas, le pedimos, también, que, recíprocamente, pida a su gobierno de origen que se permita la libertad religiosa para los cristianos. ¿Estaría dispuesto a hacer esa petición a su gobierno en el lugar de origen? Eso sí sería inteligente".
"Falta inteligencia a la hora de abordar las cosas. Algunos han pensado que afirmar la libertad religiosa es sinónimo de que en el fondo no creemos en nuestra religión. ¿Cómo que no creemos en nuestra religión? La libertad religiosa, la afirmación de la libertad religiosa no es signo de relativismo, no es signo de que me da igual cualquier religión, en absoluto".
"Yo he compartido tres mensajes en redes sociales que tienen esta relación. Compartí un vídeo al día siguiente de que una chica afgana se hiciera cristiana. Ella ha comparado las dos religiones y ha visto que hay cosas que son, claro... comparar a Mahoma con Jesucristo... ¡por el amor de Dios!".
"¿Cuántas guerras libró Mahoma? Unas 53. ¿Cuántas mujeres tuvo? Fueron 11. Una de ellas de 9 años, ¡de 9 años! Entonces, claro, esa mujer compara, conoce a Jesucristo y dice: 'Yo me hago cristiana'".
"El principio de libertad religiosa es sagrado, no se toca y que nadie me venga, como he escuchado por ahí algunas tonterías, de que la Iglesia Católica se pronunció en contra de la libertad religiosa en el siglo XIX. Lo que Pío IX o Gregorio X dijeron en contra de la libertad religiosa era otra cosa. En el fondo estábamos hablando, aunque se utilice el mismo término, de cosas distintas. Eso era condenar el relativismo, el 'todas las religiones son iguales, no hay una verdad'".
"El Concilio Vaticano Segundo lo dejó claro y cristalino, se puede afirmar el derecho de libertad de conciencia y a nadie se le puede imponer una religión por el hecho de que sea verdadera. La religión católica es la verdadera. Claro que sí. Y, por eso, ¿se le puede imponer a todo el mundo forzadamente?".
"La verdad se propone, no se impone. Y eso lo tienen que entender todas las religiones. Existe una parte del islam que no lo entiende. Lo inteligente para discernir con qué tipo de islam estamos tratando es pedir el principio de reciprocidad. Ahí se discierne dónde está cada uno, si tú respetas, respetas la libertad religiosa. Es una forma que tienen las administraciones públicas para distinguir las churras de las merinas. Libertad religiosa, sí, pero el principio de reciprocidad también", concluyó el prelado.