Era hijo de la mano derecha de Hitler y se formó en el nazismo más pagano, pero llegó a ser cura

Hitler saludando a Martin Bormann
Martin Bormann tenía 15 años cuando cayó el régimen de Hitler, y él era uno de los más fervorosos hijos del nazismo. Había crecido empapado en este régimen, en una escuela de élite para futuros líderes nacionalsocialistas. Era parte de esa generación que no había conocido nada más, que era "puro" en su formación y motivación, sin contaminaciones judeocristianas del pasado. Formaba parte de la raza de "hombres nuevos" que el nazismo propugnaba.
Su padre, también llamado Martin Bormann, no era un nazi más: era la mano derecha de Hitler, Jefe del Partido, Canciller de Alemania...
El joven Martin fue educado en el desprecio a lo católico y el el culto al único líder, el Führer. Nadie podía adivinar que años después adoptaría la fe católica, sería sacerdote e incluso misionero de Cristo en África.
Ahijado de Hitler
Martin Bormann hijo nació el 14 de abril de 1930 en el seno de una familia de origen protestante de Baviera. Era el mayor de diez hermanos.
![]()
Martin Bormann, padre Su padre, era la mano derecha de Hitler. Llegó a ser uno de los hombres más poderosos del régimen: Jefe del Partido Nazi, Canciller de Alemania, secretario personal de Hitler y, lo que es más, intérprete de su voluntad. El hijo tuvo el dudoso privilegio de tener a Hitler como padrino, de hecho su nombre completo era Adolf Martin. De niño, coincidió con Hitler en multitud de ocasiones. En la élite nazi Como hijo que era de uno de los más altos dignatarios del régimen, Martin estudió en una academia especial en Baviera para formar a los futuros dirigentes de Alemania. Allí estuvo 5 años hasta que el Tercer Reich colapsó.
Con el suicidio del Führer, Martín Bormann padre escapó junto a otros destacados altos representantes del régimen. En su huida no llegaría muy lejos pues murió por un obús soviético a los pocos metros del famoso bunker en donde vivían escondidos. Acogido por una familia de agricultores católicos Su mujer y sus hijos se refugiarían en el sur de Austria. Sin embargo, Martin Bormann junior y sus compañeros se escaparon como mejor pudieron de la escuela nazi. Martin, con nombre falso, huyó al campo y fue recogido por una familia de agricultores de Salzburgo profundamente católicos que le trataron con exquisita caridad cristiana. De hecho, le trataron “como a un hijo”, recuerda el propio Martin. Al principio únicamente sentía agradecimiento por el favor de ser acogido. La radio hablaba de la caída en picado del régimen, de la rendición, de la invasión aliada por un lado y la invasión soviética por otro… la pesadilla de cualquier joven hitleriano. Sin embargo, él se encontró seguro y amparado. Convertido en un santuario mariano Un domingo, su familia de acogida acudió en peregrinación al santuario de la Virgen de Kirchental. "Mi desprecio por los católicos desapareció y ya empezaba a envidiarlos un poco… Un domingo fui hasta el santuario de la Virgen de Kirchental, un lugar de peregrinación a tres horas de camino…
|


