Abandonan un bebé en una caja en una parroquia casi en Navidad: así actuó el párroco de Toronto
Los parroquianos de Santa Mónica oyeron un llanto, venía de una caja de zapatos
Un bebé muy pequeño, con gorrito, en una caja... inspira siempre ternura y deseo de protección
Es una de esas historias reales de Navidad con bebé. El domingo 21 de diciembre, en la parroquia de Santa Mónica en Toronto (Canadá), los llantos apagados de un bebé llamaron la atención de los feligreses. ¿Sería un ensayo de la Navidad, un belén viviente?
“Mientras los feligreses entraban [para la misa del domingo], alguien oyó un ruido”, explica el párroco, de origen coreano, llamado Damian Young-Sam-You. “Parecía el llanto de un bebé”.
El llanto llegaba de la estantería frente al lavabo del segundo piso.
"Vinieron y encontraron una caja de zapatos. La abrieron y allí había un bebé envuelto en una tela".
"Sé que la gente hablaba y estaba bastante molesta porque acababan de dejar abandonado a un bebé, pero les insistí: 'Tienen ustedes que orar por el niño, está en buenas manos ahora mismo, y no lo dejaron abandonado a la intemperie ni en un basurero… al menos no fue eso, y lo trajeron aquí, donde hay mucho tráfico… Y oren por la madre. Desconocemos la salud mental de la madre ni cómo está. Así que hemos estado orando por la madre y por el niño'".
El padre Damian, agachado, con parroquianos, en la fiesta de Santa Mónica, 27 de agosto, en la parroquia del mismo nombre en Toronto
El párroco lo que hizo fue llamar a la Policía. La policía de Toronto explicó más adelante a CityNews que respondieron a una llamada sobre un niño (en realidad una niña) alrededor de las 10:40 am del domingo y que lo llevaron al hospital pediátrico SickKids. La madre del bebé también fue localizada y ambos han recibido atención médica, dijo un portavoz de la Policía de Toronto.
Los aspectos positivos
El párroco cree que la madre confió en que la parroquia sería un lugar donde su hijo sería bien acogido. “Ella debe haberlo sabido y haber venido y confiado en que la gente cuidaría al bebé”, agregó. “Creo que la madre probablemente tenía la sensación de que el niño recibiría algún cuidado”.
“Hay muchos aspectos positivos”, declaró el párroco a CityNews el martes. “Primero, que la niña está sana y salva. Segundo, que la madre está recibiendo la ayuda que necesita. Y además, si la madre decide dar a su hija en adopción, habrá una familia amorosa que se sentirá bendecida por tener una hija”.
El padre Damian lleva 12 años de párroco y, de hecho, está a punto de irse a otro destino pastoral. Su última misa en Santa Mónica es el 1 de enero de 2026. Este evento le ha sorprendido en sus últimos días en la parroquia, cuando se despedía de los parroquianos.
La parroquia existe desde 1906 aunque el edificio es de 1959. Es conocida por sus vidrieras de Santa Mónica, San Agustín, la Madre del Buen Consejo (advocación mariana que difunden los agustinos), San Juan Bosco (fundador de los salesianos), San Juan María Vianney (el famoso cura de Ars) y San Juan Berchmans (joven jesuita flamenco, fallecido por enfermedad con 21 años).
