Jueves, 02 de mayo de 2024

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Louis de Frotté, otro contrarrevolucionario francés (2)

por Victor in vínculis

De nuevo en Normandía en 1795

En Inglaterra Frotté pidió a las autoridades francesas en exilio la autorización de regresar a Francia para preparar la sublevación de Normandía. En diciembre de 1794 recibió por fin la autorización, y a principios de 1795 con una comisión de coronel desembarcó clandestinamente en Bretaña, cerca de Saint-Malo y con muchas dificultades y enfrentamientos con las tropas republicanas, pudo regresar a su Normandía nativa.

Pero mientras, en la Vendée y en Bretaña se preparaba un acercamiento y un posible alto al fuego entre los republicanos y los realistas. La Convención Nacional había decidido reducir el número de sus enemigos internos mediante un sistema pacífico, hasta entonces rechazado por los dirigentes revolucionarios.

Opuesto a cualquier pacificación que condujese a una capitulación, Frotté fue a Bretaña el 1 de abril de 1795 para asistir a las reuniones para la redacción del Tratado de la Mabilais, [fue un acuerdo de paz firmado el 20 de abril de 1795 en el señorío de La Mabilais, cerca de Rennes, entre los “Chouans” y la República Francesa]. Allí, negándose a firmar el tratado, declaró que nunca cedería a sus creencias, y que sólo había seguridad en mantenerse con armas, e inmediatamente regresó a Baja-Normandía.

Sin embargo trató de coordinar sus operaciones con las de los jefes realistas de las antiguas provincias del oeste de Francia, Anjou, Maine y Bretaña; pero las consecuencias de la expedición de Quiberon  [Desembarco de Quiberon (Bretaña sur): El 27 de junio de 1795 una flota británica desembarcó más de cuatro mil franceses. Varios miles de “chouans” se unieron a ellos y se atrincheraron en el fuerte de Quiberon. El asalto final del 21 de julio causó la derrota del ejército realista, y dio un golpe final al intento de continuar la contra-revolución inicial]. detuvieron el desarrollo de sus proyectos. No obstante extendió su organización en  Normandía,  introduciendo una disciplina militar eficiente entre sus voluntarios, hombres valientes pero independientes y razonadores -como todos los buenos normandos que se precian-,  quienes formaron un cuerpo de entre cuatro a cinco mil hombres.

Sin poder realizar verdaderas operaciones militares conjuntas, con otros jefes realistas actuando en provincias del oeste, o por lo menos sin resultados durables, redobló, sin embargo, sus esfuerzos y su sistema de insurrección se extendió: el noble normando se convirtió en una formidable preocupación para los republicanos, a quienes acosaba incesantemente.

Regreso a Inglaterra en 1796

La insurrección estaba ganando terreno en Normandía. Casi todos los cantones tenían jefes que obedecían a Frotté. Pero en la Vendée, a orillas del Loira, en Bretaña y Maine, el general Hoche lo sometió todo, utilizando a su vez la fuerza de las armas, la política y la moderación. Y pronto ya ocupó toda Normandía y Bretaña con sus numerosos batallones. A pesar de la resistencia más obstinada, Frotté se vio obligado a reembarcar para Inglaterra, rechazando cualquier tipo de adhesión o sumisión personal al gobierno republicano. Sin embargo, antes de su salida de Francia, había despedido a sus divisiones hasta nuevo aviso y encargó al Consejo Real de Normandía los detalles de la pacificación, recomendando a sus soldados que mantuvieran sus armas, y estableciendo entre Normandía e Inglaterra dos puntos de correspondencia a partir de de la península de Cotentin.

Al llegar a Londres en 1796, fue enviado por el comité realista establecido en esa ciudad, a Monsieur, conde de Artois (futuro rey Carlos X, hermano del futuro Luis XVIII y del difunto Luis XVI), entonces en Edimburgo, para comprometer a Su Alteza Real para intentar una expedición a Bretaña. Pero las circunstancias no parecieron favorables.

Segunda insurrección en 1799

Fue sólo después de la ruptura del Congreso de Rastadt [fue una reunión diplomática sin resultado entre la joven República Francesa, Prusia, el Sacro Imperio Romano Germánico y varios príncipes alemanes entre septiembre de 1797 y abril de 1799. Al final de la cual y durante su viaje regreso a Francia, fueron asesinados  2 de los 4 representantes franceses por soldados austriacos, que parece ser sólo tenían órdenes de quitarles los documentos. Se habló también de asesinatos ordenados por emigrados franceses, o por el partido de guerra en Francia] y durante la guerra de 1799 que los realistas del oeste de Francia fueron capaces de tomar de nuevo las armas.

Frotté desembarcó en Normandía (cerca de Meuvaines, al norte de Bayeux) a finales de septiembre, con el rango de mariscal de campo, poderes muy extensos y el mando en jefe de los realistas de Normandía y Perche (limítrofe sur-este de Baja-Normandia), volviendo a dirigir a los "brigands" normandos bajo el seudo de "Blondel".

La guerra civil adquirió entonces un carácter más considerable. Frotté tomó varias ciudades, pero luego fueron retomadas. Liberó a su madre y a un gran número de realistas que acababan de ser encarcelados bajo la ley de rehenes. Hizo también en el sur del departamento de Mancha una exitosa expedición al principio, pero luego con reveses. Sin embargo, en medio de esta guerra activa, sus tropas fueron eficientes, disciplinadas y el propio Frotté logró extender su influencia sobre casi toda Normandía. Bajo el control de sus divisiones, su ejército ascendía a casi once mil hombres.

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