El Papa fija criterios al Celam en su 70º aniversario: «Sagrada Escritura, Tradición y Magisterio»
En el centro de la mesa presidencial del Celam, su presidente, el cardenal Jaime Spengler.
León XIV ha dirigido un mensaje al cardenal Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre (Brasil) y presidente del Celam (Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño), con motivo de la 40ª Asamblea General de este organismo, que reúne del 26 al 30 de mayo a presidentes y secretarios generales de los veintidós episcopados que lo integran.
El evento tiene lugar en el Colegio Sagrado Corazón de María de Río de Janeiro, lugar donde en 1955 se celebró la primera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. El Papa también motiva sus palabras en este septuagésimo aniversario. Tras la primera en Río en 1955 vinieron Medellín en 1968, Puebla en 1979, Santo Domingo en 1992 y Aparecida en 2007, hasta el momento la última.
Sobre todo la segunda y la tercera estuvieron marcadas por el apogeo y el declive de la Teología de la Liberación, para orientarse posteriormente hacia la evangelización, en un contexto de cambio sociológico generalizado en un continente que entonces era casi cien por cien católico y en las últimas décadas lo es cada vez menos por la secularización, el indigenismo y el auge de los grupos protestantes.
Criterios espirituales
El mensaje de León XIV está claramente orientado a una centralidad evangelizadora y misionera.
- Saluda a los obispos "reunidos en espíritu colegial para discernir juntos los desafíos que el tiempo actual presenta a la Iglesia en América Latina, y buscar, en comunión afectiva y efectiva, iniciativas pastorales que lleven a soluciones según los criterios de la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio". El pontífice recuerda que el Celam es un órgano al servicio de los episcopados "en la tarea de la evangelización y la atención pastoral al santo pueblo fiel de Dios que peregrina en ese amado continente".
- "En la actual situación histórica", añade, "en la que un gran número de hombres y mujeres sufren la tribulación y la pobreza ocasionadas por las continuas crisis a escala continental y mundial, tenemos urgente necesidad de recordar que es el Resucitado, presente en medio de nosotros, quien protege y guía a la Iglesia reavivándola en la esperanza".
- Por eso suplica al Espíritu Santo que fortalezca a la Iglesia "en su misión de salir al encuentro de tantos hermanos y hermanas, para anunciarles el mensaje de salvación de Cristo Jesús y hacerlos partícipes de la alegría que nace del encuentro personal con Él".
Por último, el pontífice pide que se rece por él para que sea "siempre fiel al ministerio en favor de la Iglesia universal" que Dios le ha confiado, e invoca sobre todos "la constante protección de Nuestra Señora de Guadalupe".
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