Religión en Libertad

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¿Escandalizarme yo, a estas alturas de mi juventud? Decir que ya de nada o de casi nada, es como si a estas alturas estuviera ya “vacunado”, de lo que escucho o veo, pero ello no hace que haya cosas que me llamen la atención y me dé por escribir, a modo de alerta, esperando que pueda servir de algo, para padres y educadores de adolescentes y jóvenes en edades tempranas.


Como es la costumbre en España, la tarde del 31 de diciembre, se reúnen los amigos, para desearse un Feliz Año Nuevo y se suele hacer tomando unos pinchos y unas cañas en los bares de los pueblos y ciudades.


Este 31 de diciembre, celebrando el fin de Año y deseándonos, mis amigos y yo un Feliz y Prospero Año 2011, me llamo enormemente la atención, aunque como digo de poco o nada ya me escandalizo, la letra de una canción, que al parecer debe estar de moda porque sonaba con gran insistencia. Se ha puesto muy de moda entre los adolescentes dos géneros de música, de nombres conocidos como “reggaeton y bachata”, ambos provenientes del continente americano, sobre todo de la cultura latina.


La canción, de la cuál quiero hacer mención porque me llamó enormemente la atención por su contenido, se titula “Purpurina”. Su autor es Alberto Gambino y se empezó a escuchar en América a mediados del año 2009. En España a mediados del 2010.


A continuación, algo de su letra, … “hoy me gustas nena, ya veremos mañana.../ … quiero ser tu dueño.../... si quieres mañana te llamo y repetimos.../ … yo lo tengo grande o tu lo tienes pequeño, hablo de tu.../

Este tipo de música, es la que se está escuchando y bailando en las “nuevas catedrales”, lugares de encuentro, que se llenan, “hasta la bandera” por nuestros adolescentes y jóvenes, todos los fines de semana.


No soy musicólogo ni experto en música, tampoco soy crítico musical, soy educador en la ERE -Educación Religiosa Escolar-, de adolescentes y jóvenes y este tipo de contenido realmente me preocupa, más aún cuando nuestros adolescentes y jóvenes son “esponjas” de todo lo que ven y escuchan.


El Papa Benedicto XVI, amante de la música, pero no de cualquier género musical sino del género denominado música clásica, que no pasa de moda después de años y siglos después de haber sido compuesta, afirma que “la música es el lenguaje Universal de la belleza”.


Todo género musical, tiene la capacidad de despertar sentimientos, positivos o negativos, de transmitir valores o contravalores, en definitiva con la música también se puede educar o por contra deseducar, más si hablamos de chicos y chicas con poca o ninguna capacidad de hacer crítica de aquello que escuchan o ven. Nuestros jóvenes escuchan y bailan todo aquello que los adultos con determinados intereses, quieren que escuchen y bailen, más fácil todavía, si van con alguna copa de más.


Desde los centros educativos y desde las áreas de conocimiento y saberes, nos volcamos e intentamos educar a nuestros adolescentes y jóvenes en el respeto entre los hombres y mujeres, sin embargo la música “regaetón y bachata” siguen haciendo hincapié en la superioridad del hombre sobre la mujer. ¿Dónde están las “feministas” llamando la atención sobre el contenido de estos géneros musicales, dónde está la Ministra de Igualdad prohibiendo que se escuche este tipo de música en los lugares repletos de adolescentes y jóvenes?


No todo es música y por tanto, no todo a lo que hoy nuestras nuevas generaciones llaman música es belleza. Los géneros regaetón y bachata se descalifican como música en el mismo instante que sus letras pierden la belleza por lo bueno, lo agradable, lo que humaniza y sus contenidos se vuelcan hacia lo desagradable, deshumanizador, machista...

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