Youcat, otro libro más para mi mesilla de noche

¡Mi mesilla de noche se va a hundir! Ya no me caben más libros imprescindibles, pero tiene que aguantar éste como sea. ¡Es realmente, un libro imperdible! Surgió en los años 80, cuando Juan Pablo II decidió que los obispos de todo el mundo tenían que escribir un libro que diera respuesta a aquellas preguntas que el mundo se hacía, aquellas cuestiones cuyas respuestas pedía la gente a gritos. Desde ahí, se formaron grupos de trabajo que se reunían tres o cuatro veces al año para discutir y compartir opiniones sobre los trabajos realizados. El último párrafo del prólogo me ha interpelado profundamente: “Cuando Israel estaba en el momento más bajo de su historia, Dios no llamó en su auxilio a los grandes y apreciados, sino a un jovencito llamado Jeremías. Jeremías se vio superado por la tarea: “¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que sólo soy un niño” (Jer 1, 6). Pero Dios no cambió de idea: “no digas que eres un niño, pues irás a donde yo te envíe y dirás lo que yo te diga” (Jer 1, 7)”. Estamos aquí, en nuestra vida, para colaborar a que el mundo sea lo que Dios quiere. Y para eso, también tenemos que formarnos, para ser capaces de dar razones de nuestra fe a los demás. Así pues, éste es un libro de cabecera imprescindible para nuestra vida cristiana. Nickolas Boast/ReL