«El Rey de Reyes», la historia de Jesús, de la mano de Charles Dickens y su hijo de siete años

Llega a los cines españoles El Rey de Reyes, la película de dibujos animados de Angel Studios que cuenta la historia de Jesús. Lo hace desde un punto de vista peculiar: el narrador es Charles Dickens, que en una Navidad del siglo XIX intenta contar esa historia asombrosa a su hijo Walter, de siete años, que sólo piensa en caballeros, dragones, espadas y el Rey Arturo, y en jugar con su gato Willa, que tiende a escaparse.

Doble público: los niños y los padres

El objetivo de la película es que los niños de 7 años y más se identifiquen con Walter y, como él, viajen con la imaginación a la época de Jesús. Al mismo tiempo, hay cierta carga teológica para el público adulto, que ya conoce la historia, que se centra, precisamente en el título de "rey" de Jesús. 

Logra contar toda la historia de Jesús con bastante detalle, incluyendo la Resurrección (pero no la Ascensión) en unos 100 minutos.

Aunque las escenas de la Pasión no muestran sangre ni se recrean en la crueldad, la película no es adecuada para menores de 7 años. A partir de esa edad, se ve con gusto, incluyendo escenas como las tentaciones en el desierto, la expulsión del demonio Legión a la piara de cerdos (detallada y meritoria, esta escena no se ha llevado casi nunca al cine) y la masacre de los santos inocentes (de la que Jesús escapa por poco).

La base histórica: un libro real de Dickens

Efectivamente, Charles Dickens escribió un librito sobre Jesús que leía a sus hijos, titulado La vida de nuestro Señor. Lo leía en Navidad e hizo prometer a sus hijos que no saliera del entorno familiar. Se publicó solo unos 60 años después de fallecer el escritor. El libro empieza así: "Queridos hijos, estoy muy ansioso de que sepáis algo sobre la Historia de Jesucristo. Porque todo el mundo debería saber de Él. Nadie vivió nunca que fuera como Él, tan bueno, tan amable y tan apenado por todas las personas que hicieron mal, o estaban de alguna manera enfermas o miserables". 

Dickens insistía en la compasión de Jesús, y en esta película de dibujos es el niño Walter el que que crece más y más en compasión, hacia Jesús y su sufrimiento, saliendo de su obsesión por los héroes triunfantes e impávidos.

En el mundo real, Dickens y su esposa Catherine tuvieron 10 hijos (un bebé murió con meses). En la película, sólo vemos tres.

La esposa del escritor insiste y empuja a Dickens, que tiende a encerrarse en despacho, a dedicar tiempo a su hijo. "Ve, haz tu magia", le dice ella. Es quizá la frase más poderosa de la trama "moderna", la ambientada en el siglo XIX. 

Esa magia es doble: por un lado, sí, Dickens es escritor y cuenta cuentos, y tiene una magia especial narrando, pero la historia de Jesús tiene fuerza por sí misma.

Por otro lado, todos los padres varones pueden hacer una magia distinta a las madres (aunque la madre se sume luego, subiéndose a una silla a declamar las palabras del ángel a los pastores). Hay demasiados padres desanimados, que piensan que no pueden educar a sus hijos, y menos algo tan "complicado" como el Evangelio. Pero la Navidad demuestra que no es tan complicado: es contar la historia de José, María, el Niño Jesús... e ir desgranándola. "Haz tu magia" es el mandato a los padres de hoy.

"Si no va sobre un rey, no me interesa"

Con todo, el niño Walter se parece a muchos jóvenes de hoy: está saturado de historias de héroes fuertes, artúricos, que solucionan las cosas con espadas o poderes mágicos. Cuesta entrar en la lógica del Evangelio, que es muy distinta.

"Si no va sobre un rey, no me interesa", dice el niño, que quiere hechiceros y dragones. Dickens le ofrece una historia de "reyes malvados y magos y ángeles" y recuerda que el Rey Arturo se basó en esta historia. También a los adultos de hoy parece estar recordando dos cosas: que hay elementos de poder sobrenatural, no es una historia moralista sin más. Y también que hay poder real, de regir: Jesús es de verdad Rey, no una suave idea reconfortante.

Así, tras el Nacimiento (sin detalles) y las señales del ángel a los pastores, enseguida nos encontramos en el en el palacio de Herodes como los Magos de Oriente que van buscando al rey de los judíos. La luz marca el lugar: el rey y la luz van de la mano.

Las escenas bíblicas de El Rey de Reyes

Las escenas del Evangelio seleccionadas para esta película son casi las mismas que en Jesús Luz del Mundo, la otra gran película de animación bíblica de este año. Como diferencia, aquí sí tendremos la escena de Jesús perdido en el Templo con unos 12 años, donde el gato de Walter hará tropelías.

El bautismo en el Jordán en realidad es presentado como un bautismo de fuego, un bautismo en Espíritu Santo, con la voz de lo alto y un Espíritu Santo alado.

La película no dedica casi tiempo a los apóstoles, apenas los enumera y se suman en tropel a Jesús. Vemos el milagro de la pesca milagrosa, el ciego de nacimiento con sus padres, el endemoniado de Gerasa (una de las escenas más notables del filme, con sus cerdos y barranco) y más milagros. El narrador quiere mostrar a Walter que Jesús no sólo era compasivo: tenía poder. Él mismo insiste cuando le llevan al paralítico por el tejado: "tus pecados te son perdonados", dice, porque el Hijo de Dios tiene autoridad para perdonar.

De vez en cuando, Dickens explica las escenas a Walter, como un catequista que responde preguntas. Otras veces no da detalles. Traen a una "mujer adúltera" (nadie explica qué es eso de ser adúltera), mientras Jesús escribe en la arena con el dedo y dice "el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra". Luego, la pecadora lavará sus pies.

Los apóstoles en la barca lo verán luego caminando sobre el agua en la tormenta. "Es un fantasma", dicen. Es una escena en la que Jesús insiste, con voz resonante: "Ten fe en mí y te salvarás". Esa escena parece más orientada al espectador adulto que al infantil.

Jesús es rey... y eso molesta

Vemos que a los enemigos de Jesús les molesta lo que cuenta sobre el pecado y también la resurrección de Lázaro. Y, sobre todo, que lo llamen rey.

Llega el domingo de Ramos y la gente le recibe como a un rey, cantando Hosanna. Walter pierde el tiempo persiguiendo a su gato... y metiéndose en distintos lugares de Jerusalén (eso puede impacientar a algunos adultos pero gustará a los niños). Vemos a Jesús expulsar a los mercaderes del Templo, que estaba lleno de gente grosera que solo quería dinero. Con su látigo, Jesús mueve a los animales, pero no pega a las personas (el texto bíblico nunca especifica que usara el látigo para pegar a nadie).

En la Última Cena, Jesús insiste a Pedro para lavarle los pies. Después pronuncia las palabras de la Eucaristía, aunque no las rituales que oímos en misa. "Cada vez que lo hagáis, me recordaréis", les dice.

La Pasión completa

Cuando Jesús sufre en Getsemaní, Dickens aprovecha para explicar teología de la expiación a Walter. "Jesús sabía que tenía que morir por nuestros pecados", detalla. Le cuenta la historia de la caída de Adán y Eva usando grabados clásicos, al estilo de Durero. La serpiente enemiga rompió la relación del hombre con Dios, explica. El hombre quedó separado de Dios y la razón separada de la fe, añade.

La escena del Prendimiento tiene bastante acción. Pedro corta la oreja a Malco, y Jesús les detiene, les recuerda que podría pedir legiones de ángeles y todos ven como cura la oreja de Malco, quien queda desconcertado.

En la casa de Caifás no vemos a Juan pero sí a Pedro, hasta que canta el gallo. Judas se arrepiente. "Vendí a un inocente, ¿qué he hecho?", dice. Pero los agentes del Sanedrín se burlan de él: "Lidia tú con tu pecado". 

Tras la flagelación vemos a Pilato por primera vez. "Le han azotado fuerte, ¿no os basta?", pregunta a una plaza llena de gente. La película insiste bastante en la muchedumbre que exige la crucifixión y no todos son agentes del Sanedrín. Walter intenta animar a otros a que pidan la liberación de Jesús, sin éxito.

"Dice que es el gran rey de los judíos", detallan los miembros del Sanedrín. "El pueblo perdería respeto a Roma", le añaden, dando un matiz político muy concreto.

"¿Eres tú el rey de los judíos?", le pregunta Pilato. "Tú lo dices", responde Jesús. "No veo culpa en él", dice Pilatos, nada convencido. Pero la muchedumbre insiste: "¡debe ser crucificado!, ¡no tenemos más rey que el César!" Así, el tema de la realeza de Jesús adquiere una gran densidad, como entenderá el público adulto.

Viacrucis y crucifixión

Pilatos se lava las manos y la película entra en el Viacrucis, con el pueblo gritándole por las calles. Jesús carga sólo con el patibulum, el madero horizontal. El niño Walter intenta darle agua, como Ben Hur, pero no lo consigue y cae como él. La música clásica acompaña la crucifixión con el ruido de los clavos y el martillo y el título sobre la cabeza. María llora y Juan la abraza. Se sortean las ropas. Los burlones se mofan: "Baja de la Cruz y te creeremos", "no puede salvarse a sí mismo".

Los dos ladrones jadean pero no hay sangre y apenas se ven las heridas. Los clavos están en el brazo, no en las muñecas, según los datos históricos modernos. "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen", reza Jesús. "Acuérdate de mí en tu reino", le dice el buen ladrón. Luego, Jesús reza el Salmo: "Eloí, eloí, lemá sabactaní..." Y muere. Los cielos se ennegrecen, el Templo tiembla, un viento apaga los candelabros del Templo.

Jesús baja a nuestras oscuridades

Walter, que es un niño que quería una historia de héroes fuertes con espadas, está hundido. Jesús ha muerto. Hay una escena simbólica especial, muy peculiar de esta película, en la que expresa como Jesús baja a la oscuridad de cada hombre para rescatarlo, repasando sus escenas de poder (su exorcismo, sus sanaciones, su resurrección de Lázaro). "Jesús, sálvame", se repite. "Ten fe y te salvarás", resuenan sus palabras. El niño se arrodilla ante una cruz.

La Resurrección no se detalla. La piedra ya está corrida, y Jesús ya está en el huerto. Entre los olivos, abraza a Walter, y a cada uno de nosotros que se quiera dejar abrazar. Walter irá corriendo a despertar a sus hermanos en plena Navidad. "Está vivo, vive porque ha resucitado, resucitó a los 3 días como prometió", anuncia como un himno de la liturgia. El niño que ha conocido a Jesús lo lleva a sus amigos, anuncia la buena noticia.

Y, para atraer su atención, les avisa: "Es la mayor historia sobre el mejor rey, ¡el Rey de Reyes!, va sobre Reyes malos y milagros!"

Dirección y actores

La película costó unos 15 millones de dólares. Su animación es mejor en los decorados que en los personajes, especialmente en los bíblicos, pero el ritmo es el adecuado para todo lo que tiene que contar, y su música también.

En inglés ha contado con la voz de grandes actores de primer nivel: Oscar Isaac interpreta a Jesús (ascenso desde su rol como José en La historia de la Natividad, 2006), Uma Thurman es la mamá, Catherine; Mark Hamill es Herodes, Forest Whitaker es Pedro, Ben Kingsley es Caifás y Pierce Brosnan da voz a Poncio Pilato. El broche de oro es Kenneth Branagh como Charles Dickens y narrador. Walter, el niño curioso, es Roman Griffin Davis. Todo esto se pierde en la versión doblada, evidentemente.

Los guionistas Rob Edwards y el coreano Seong-ho Jang (que es su director novel) buscan enganchar a niños y mayores en una historia ambiciosa, donde no se rebaja la carga dramática ni el poder de Jesús. La invitación a tomarlo por salvador es discreta, en la escena hacia el final que podríamos llamar el "sheol" de las aguas.

Los mayores podrán recapacitar sobre la historia que ya conocían con ojos nuevos y nuevos matices, y los niños viajar con Walter a la época de Jesús, el héroe que decía "guarda tu espada" y sanaba a quien le detenía.