El Papa reforma la escuela de diplomáticos vaticanos: más formación con la Secretaria de Estado

El Papa Francisco con futuros nuncios, estudiantes de la Pontificia Academia Eclesiástica, en 2022
Con un Quirógrafo titulado El Ministerio Petrino, firmado el 25 de marzo pero publicado este 15 de abril, Martes Santo, el Papa Francisco actualiza el itinerario de formación de los estudiantes que se prepararan para ser diplomáticos de la Santa Sede.
Se forman en la Pontificia Academia Eclesiástica. Ahora esta academia se considerará y se organizará como un instituto de alta formación, que otorgará títulos académicos de segundo y tercer grado y ofrecerá un curriculum de asignaturas que incluyan competencias jurídicas, históricas, políticas, económicas y lingüísticas.
La Academia, que muchos llaman popularmente "la escuela de los nuncios", hace más de 3 siglos que forma a sacerdotes dedicados a representar la Santa Sede por los más remotos países, o a trabajar en la Secretaría de Estado.
"El itinerario formativo trazado para los futuros representantes pontificios articula las competencias teóricas con un método de trabajo y un estilo de vida capaces de garantizar una comprensión profunda de las complejas dinámicas de las relaciones internacionales", pide la nota firmada por el Papa.
La Academia ahora funcionará como un instituto de Ciencias Diplomáticas, que aporte "una visión más amplia de actualización y cualificación de los estudios eclesiásticos según los parámetros internacionales propios de la enseñanza superior". "Conferirá los grados académicos de Segundo y Tercer Ciclo en Ciencias Diplomáticas", añade. Estará completamente integrada bajo la Secretaría de Estado.
Se procurará que “los programas de enseñanza tengan una estrecha conexión con las disciplinas eclesiásticas, con el método de trabajo de la Curia romana, con las necesidades de las Iglesias locales y, más ampliamente, con la obra de evangelización, la acción de la Iglesia y su relación con la cultura y la sociedad humana”, continúa el texto.
Ya en febrero de 2020 (cuando se extendía la pandemia, pero antes de la guerra de Ucrania y sus cambios internacionales), Francisco estableció que esta Academia debía incluir para sus estudiantes "un año dedicado íntegramente al servicio misionero" en las Iglesias de Asia, África y América Latina. Buscaba que esas prácticas misioneras ayudaran a combatir el espíritu de "carrerismo" y acercaran a los diplomáticos a la realidad del pueblo.
La nota recuerda que los diplomáticos vaticanos hoy acuden a países con muy pocos católicos o cristianos.
También participan en debates internacionales morales que afectan "el hoy y el futuro de la familia humana".
El documento busca asegurarse de que los diplomáticos vaticanos hagan una acción "eclesial, llamada a la necesaria confrontación con la realidad de nuestro mundo sobre todo en un tiempo, como el nuestro, caracterizado por rápidos, constantes y evidentes cambios en el campo de la ciencia y la tecnología", que entienda las relaciones internacionales y aprecie "los logros y las dificultades que una Iglesia cada vez más sinodal debe afrontar".