«No perdamos lo ganado en la restauración de un sentido adecuado de adoración en la liturgia»

George Pell.
El arzobispo de Sydney (Australia), George Pell, aseguró en declaraciones a ACI Prensa el 28 de febrero que “el mundo de la prensa es muy poderoso y viene frecuentemente con una agenda hostil y diferente, pero creo que el Santo Padre respondió a ese desafío y creo que lo hizo bien”.
El cardenal Pell aseguró asimismo que los próximos Papas seguirán los pasos de Benedicto XVI: "Creo que su pontificado será típico de los pontificados del futuro”, dijo antes de mostrar su admiración hacia él “por la decisión que tomó”.
Pell, que viaja frecuentemente a Roma, aseguró que sabe “cuán importante es para nosotros discernir qué es lo que el Espíritu Santo quiere que hagamos y hacerlo bien”: "Cuando vaya al Cónclave, agradeceré a Dios no estar solo al tomar esta decisión, sino con 114 sabios cardenales con un enorme nivel de experiencia. Muchos de ellos han pasado por momentos mucho más duros de los que yo he pasado jamás”.
Éste será el segundo cónclave para el purpurado australiano, a quien el Beato Juan Pablo II creó cardenal en 2003. Por eso pudo recordar algunos momentos del cónclave de 2005: “Es muy edificante el tiempo en la Capilla Sixtina, y lo que me llamó la atención enérgicamente fue la manifiesta fe y devoción de los otros cardenales. Encontré eso fortificante y consolador, y estoy seguro que será igual esta vez”.
La reforma litúrgica, clave del pontificado de Benedicto XVI
El cardenal Pell describió a Benedicto XVI como “un caballero alemán”, así como “un sacerdote amable, fiel y devoto”, y “un hombre muy bondadoso y maravilloso”. Desplegó una enseñanza “brillante” y ha trabajado duro durante estos ocho años: “Lo recuerdo con mucho cariño y con gratitud”, aseguró, y recordó que sintió “un verdadero momento de tristeza” en la mañana del 28 de febrero, cuando el Papa se despidió de los cardenales y la curia romana.
Evocó también la vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney en 2008, cuando “estaba todo tan callado y había cuatrocientos mil jóvenes en la mañana del domingo, para la misa. Después de la comunión, hubo un silencio perfecto, y podía escuchar a los pájaros cantando. Fueron momentos hermosos, y espero que no perdamos el momentum que hemos ganado hacia la restauración de un sentido adecuado de adoración en la liturgia”, afirmó antes de destacar que la reforma litúrgica es uno de las contribuciones más importantes del pontificado de Benedicto XVI.