La educación es el eje estructural para promover la dignidad humana

Óscar Yecid Aparicio Gómez, presidente de la Academia Hispanoamericana de Doctores, es un reconocido académico con un Doctorado en Educación (2015) y Filosofía, Ética y Política (2006) por la Universidad de Barcelona. Con un índice H de 33 y más de 8 libros publicados, Aparicio Gómez ha ocupado cargos de rector y decano en diversas instituciones. Actualmente, dirige Ed&TIC Research Center y es Investigador Senior por Minciencias - Colombia.

En esta entrevista nos habla sobre los objetivos del Congreso Internacional en Lisboa y el papel de la educación en la formación de líderes.

-¿Qué objetivos tiene el Congreso Internacional que se celebrará en Lisboa el próximo año, y cómo se relaciona con la misión de la Academia Hispanoamericana de Doctores?

-El "Encuentro Iberoamericano – Educación, Ciencia y Sociedad", que celebraremos en Lisboa en el otoño de 2026 en alianza con el ISCE (Instituto Superior de Lisboa e Vale do Tejo), materializa la misión de nuestra Academia: impulsar la gestión del conocimiento transdisciplinar y el desarrollo académico global.

»Concebido como un foro estratégico para la cooperación entre investigadores y líderes de Iberoamérica, su propósito fundamental es vincular la excelencia académica con el impacto social, fomentando una investigación aplicada que traduzca la reflexión teórica en soluciones a las necesidades tangibles de nuestro entorno. 

»Lisboa será el ágora donde integraremos el talento de la Academia Hispanoamericana de Doctores y expertos invitados para desarrollar agendas de trabajo en áreas tan diversas como las Ciencias Naturales, Sociales, de la Salud, Humanidades, Artes e Ingenierías. 

»Hemos diseñado el congreso no solo como un espacio de disertación, sino como un potente ecosistema de networking institucional, donde convergerán nuestras instituciones asociadas y especialistas para la generación de sinergias y oportunidades de colaboración. 

»Implementaremos formatos dinámicos —como sesiones tipo TED Talk y mesas de especialistas— para discutir casos y buenas prácticas, asegurando que las conclusiones posean una aplicabilidad práctica y académica. 

»Este encuentro ratifica nuestro compromiso de consolidar la cooperación internacional, impulsando proyectos conjuntos que coadyuven al avance científico y al desarrollo humano sostenible de nuestra región.

-El Congreso Internacional sobre Isabel la Católica en Colombia contó con la presencia de destacados expertos y figuras eclesiásticas, como el arzobispo de Valladolid. ¿Qué impacto cree que tuvo este evento en la comprensión de la figura de la sierva de Dios Isabel la Católica y su legado en Hispanoamérica?

-El impacto fundamental de este evento ha sido consolidar a Colombia como un punto de encuentro académico para reflexionar sobre nuestra historia compartida. La participación de personalidades como don Luis Javier Argüello García, arzobispo de Valladolid, junto a especialistas internacionales, permitió generar un espacio de diálogo plural donde confluyeron diversas voces para comprender con mayor matiz el pasado común.

»En este contexto, Isabel la Católica se presenta como una figura central para comprender la configuración histórica y cultural que compartimos en Hispanoamérica. Más allá de las visiones simplificadas que oscilan entre la idealización y la condena, el Congreso invitó a un análisis académico e histórico riguroso sobre cómo su reinado sentó las bases de una herencia institucional, educativa y lingüística que perdura hasta hoy. Su impronta nos convocó a reflexionar sobre la capacidad de liderazgo femenino en su época y sobre la trascendencia de decisiones que, con sus luces y sombras, terminaron por entrelazar los destinos de dos mundos bajo una misma tradición.

»Así, más que buscar una lectura definitiva o nostálgica, el evento facilitó el análisis de esta herencia hispánica no como un legado uniforme, sino como un conjunto diverso de aportes que dieron origen a nuevas realidades sociales. 

»Se destacó cómo esa "infraestructura del saber", cimentada en la creación de universidades y marcos legales, no constituye una reliquia del pasado, sino una tradición viva que se reinterpreta constantemente en nuestra actual sociedad del conocimiento. 

»En definitiva, el legado discutido se presentó como una base sólida para dialogar con los desafíos contemporáneos, entendiendo la historia como un espacio de encuentro y construcción.

-La Academia Hispanoamericana de Doctores ha organizado eventos sobre temas como la educación, la filosofía y la ética. ¿Qué papel cree que juega la educación en la formación de líderes y ciudadanos comprometidos con la sociedad?

-La educación constituye, a mi juicio, el eje estructural y transversal de la sociedad para la promoción de la dignidad de la persona humana. En la Academia, asumimos que la formación debe trascender la instrucción técnica o la mera tecné; debe estar cimentada en una profunda reflexión ética y humanista que recupere, siguiendo a Santo Tomás, el verdadero «oficio de sabio».

»Por ello, organizamos eventos como el VII Congreso Internacional sobre "Ética e Inteligencia Artificial en la Educación", donde abordamos los desafíos de la gobernanza tecnológica y los sesgos algorítmicos, asegurando que la tecnología sirva a la persona y no a la inversa. Del mismo modo, nuestro Congreso Internacional sobre "Desarrollo Humano y Sostenibilidad" busca explorar cómo la innovación social y las finanzas sostenibles pueden ser motores para la preservación y el florecimiento de la vida.

»La educación desempeña una función insustituible al dotar a los ciudadanos de las herramientas críticas y cognitivas para afrontar la complejidad e incertidumbre del mundo actual. Mediante encuentros como el IV Congreso Internacional de Filosofía Teórica y Práctica, propiciamos el debate sobre los fundamentos de toda sociedad que aspire a la justicia a través de la búsqueda incesante de la verdad.

»Además, para dar visibilidad y permanencia a estas reflexiones cruciales, contamos con nuestros órganos de difusión científica —Revista Internacional de Filosofía Teórica y Práctica, Revista Internacional de Pedagogía e Innovación Educativa, Revista Internacional de Desarrollo Humano y Sostenibilidad— y, desde este 2025, con los Anales de la Academia Hispanoamericana de Doctores. Estos sirven como vehículos para divulgar este conocimiento y asegurar que la educación continúe siendo ese motor de transformación social y defensa irrestricta de la dignidad humana.

-¿Cómo cree que la Academia Hispanoamericana de Doctores puede contribuir a la reflexión y el diálogo sobre temas relevantes para la sociedad actual, como la justicia social, la igualdad y la dignidad humana?

-La Academia Hispanoamericana de Doctores aborda estos imperativos desde el rigor epistemológico y la colaboración interdisciplinaria. Nuestro objetivo es fomentar la investigación y facilitar el intercambio académico para impulsar un desarrollo social auténtico. Para ello, generamos espacios donde expertos de diversas latitudes analizan y debaten soluciones a los desafíos contemporáneos —desde la ética en la inteligencia artificial hasta la gobernanza universitaria y el desarrollo sostenible—. Al reunir a líderes académicos en sus campos, la Academia actúa como catalizador de proyectos que inciden directamente en las dinámicas sociales y culturales.

»Además, nuestra estructura permite que la reflexión sobre la justicia y la dignidad humana se traduzca en acciones concretas a través de nuestras redes internacionales, como la Red Internacional de Desarrollo Humano y Sostenibilidad. Promovemos una visión donde la excelencia académica es indisociable del compromiso ético. La Academia se constituye, por tanto, en una plataforma para integrar la herencia recibida en marcos académicos y de gobernanza modernos, garantizando así el desarrollo y el bienestar integral de la persona.

-¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los miembros de la Academia Hispanoamericana de Doctores, y a la comunidad académica en general, sobre la importancia de la colaboración y el intercambio de ideas en la búsqueda del conocimiento y la verdad?

-Mi mensaje es un llamado a la unidad cimentado en nuestra lengua y cultura comunes, y extendido a todos los ámbitos del saber para promover el conocimiento. Somos una comunidad de 700 millones de personas con un inmenso acervo cultural; esta lengua, nuestro activo compartido, minimiza las barreras de intercambio y potencia redes de formación y consorcios de investigación.

»Insto a los miembros de la Academia y a la comunidad en general a ver la colaboración no como una opción, sino como una necesidad imperiosa en la actual sociedad del conocimiento. La búsqueda de la verdad (Veritas) y el avance científico requieren la contrastación de ideas, el escrutinio público de los argumentos y una cooperación fundamentada en la lealtad y la fraternidad.

»Las instituciones académicas custodian la confianza pública a través de la transparencia y la prudencia en su actuar. Invito a fortalecer nuestros vínculos y a convertir nuestra plataforma en un auténtico vehículo para el diálogo transfronterizo. Que esta Academia se consolide como el recinto donde la inteligencia y la memoria convergen para edificar un futuro más humano y esperanzador.