Crece mucho el número de catecúmenos en Nueva York... y hay un runrún de fondo en el país

La arquidiócesis de Nueva York es una de las más grandes de Occidente en número de habitantes: le corresponden 6,2 millones de personas, de los que aproximadamente 2,8 (un 45%), serían católicas, al menos nominalmente, según el Annuario Pontificio. Este porcentaje es un poco sospechoso, porque se mantiene idéntico desde 2002 (cuando había 400.000 católicos menos). En la web oficial, hablan más bien de 2,5 millones. Nueva York cuenta con 287 parroquias, más de 1.200 sacerdotes, 360 diáconos permanentes y el pastoreo del siempre expresivo cardenal Timothy Dolan (ya de 75 años) ayudado por cinco obispos auxiliares.

Tiene anexa la diminuta pero muy poblada diócesis de Brooklyn: 5 millones de habitantes en parte de Long Island, de los que un 30% (millón y medio) serían católicos. Unos 650 sacerdotes atienden sus 184 parroquias. Les pastorea el obispo Robert John Brennan, con dos obispos auxiliares.

Parroquias que en un años doblan o triplican sus catecúmenos

Ahora, varios indicadores señalan que crece con fuerza el interés por la fe católica en la diócesis de Nueva York y la de Brooklyn, especialmente entre los jóvenes. Los recoge un reportaje del New York Post de mediados de noviembre muy replicado y citado.

Así, señala que en la parroquia de St. Joseph's, Greenwich Village, hay 130 personas inscritas en el curso de iniciación cristiana para adultos (para bautizarse o hacerse católicos): es el triple que el año pasado, dice el dominico Jonah Teller.

En la parroquia de St. Vincent Ferrer, en el Upper East Side, se han inscrito casi 90 personas: el doble que el año pasado.

En la Catedral Vieja de San Patricio se han apuntado unos 100 adultos: el doble que en 2024.

Pero es que ya el año pasado hubo un crecimiento. En la diócesis de Brooklyn en 2024 se hicieron católicos 538 adultos, casi el doble que en 2023.

Curiosamente no es fácil encontrar las cifras de adultos que se hacen católicos en la diócesis de Nueva York en los últimos años, ni siquiera buscando las ceremonias de ritos de elección para catecúmenos (los que se van a bautizar) y candidatos (los que ya están bautizados, quizá en otras denominaciones cristianas). Otras diócesis de EEUU sí difunden esas cifras cada año.

Daniel Ray, que acoge a los catecúmenos en la catedral antigua de Saint Patrick (hoy es una basílica), dice al Post: "Nos hemos quedado sin espacio y estamos explorando la posibilidad de añadir más misas". Y añade: “Estamos viviendo un verdadero auge aquí, y no es gracias a ninguna campaña de marketing”.

Algunas causas: nuevo Papa, tiempos duros, Charlie Kirk...

Las causas no están del todo claras, pero parecen sumarse varios elementos.

Algunos lo atribuyen al nuevo Papa: León XIV es norteamericano y más joven y dinámico. Eso, junto con toda la atención mediática del Cónclave, puede atraer a personas que ya tenían inquietud por la fe católica.

Otros piensan que el asesinato en septiembre del activista cristiano Charlie Kirk, protestante evangélico casado con una católica, puede haber tenido un efecto. Muchos jóvenes le seguían en redes, y han podido ver en su funeral los llamamientos a los jóvenes a movilizarse, organizarse y ser generosos y con fe.

Algunos pueden recordar que se acaba de canonizar a Carlo Acutis y a Pier Giorgio Frassatti, dos jóvenes de los que han hablado mucho los obispos norteamericanos, incluyendo al cardenal Dolan y al mismo Papa León XIV. El milagro para canonizar a Frassatti le sucedió a un seminarista hispano en EEUU.

Lo especial de Nueva York

Nueva York, "la ciudad que nunca duerme", es la capital del mundo: ofrece de todo y en grandes cantidades. Hay muchas cosas que se pueden hacer allí para entretenerse sin necesidad de Dios, empezando por intentar ganar dinero, la gran obsesión de los neoyorquinos.

Por otra parte, los católicos cuentan allí con una oferta amplia: misas en muchos idiomas, pastoral hispana y de otras culturas, apostolados de distintos estilos, movimientos y congregaciones... El obispo auxiliar Joseph Espaillat, de 48 años, fue durante años responsable del centro hispano de Renovación Carismática en la ciudad.

Los que lo tienen todo, los que tienen miedo, los hartos del woke...

El artículo del Post recoge dos posturas distintas que se complementan: testimonios de jóvenes triunfadores, que ya tienen todo lo que querían (dinero, estudios, reconocimiento, amigos) pero eso no les llena. Y otros que se sienten golpeados por un mundo roto e inestable: la Iglesia les ofrece a Dios, comunidad y fuerza. Unos y otros sienten que necesitan a Dios.

Hay otros hartos del mundo woke, que es agobiante e insaciable. El Post recoge el caso de Mark Carlson, hasta hace poco un católico no practicante, de 32 años. Creció en un entorno muy progresista, pero se cansó de "la cultura de la cancelación, la obsesión con el cambio climático, la tolerancia a la delincuencia y su llamado radical a la acción". Llegó a la conclusión de que el catolicismo ofrece cosas buenas. "Lo que no había apreciado antes es que estas son buenas enseñanzas. Y nos dan protección", dice Carlson, que trabaja en finanzas.

Los datos del New York Post en realidad son anecdóticos: se basan en 3 parroquias, y algunas apreciaciones más. Pero en el contexto de todo el país, las cifras parecen apuntar a un despunte de la fe entre los adultos jóvenes y también en otras edades.

Un crecimiento con adultos de todo el país

En 2024, en todo EEUU fueron bautizados casi 30.000 adultos para entrar en la Iglesia, a lo que hay que sumar otros 50.000 adultos que ya estaban bautizados (por lo general, de niños o en otras denominaciones) y se incorporaron en plena comunión. La diócesis de Los Ángeles en 2024 hizo 2.075 bautizos de adultos, su récord absoluto. La Arquidiócesis de Baltimore aumentó más de un tercio, alcanzando los 663. Los 2364 conversos en la Arquidiócesis de Galveston-Houston marcaron la primera cifra superior a los 2000 desde 2019.

El crecimiento medio de conversos adultos (candidatos más catecúmenos) de 2025 respecto a 2024 sería (con datos de marzo, al acercarse la Pascua) de un 25% más. Hay picos en Boston (+27%), Louisville (+30%), San Francisco (+47%) o Cleveland (+48%), entre otros lugares. En The Pillar recopilaron datos de algunas diócesis.

Los expertos creían que una base para esos números era la pandemia de 2020 y 2021, que "aplazó" algunos procesos, aunque también animó a otras personas a tomarse la vida en serio y tomar decisiones espirituales. La mayor causa de conversión de adultos es, simplemente, casarse con un católico: la pandemia también aplazó las bodas.

Pero también hay quien atribuye cierta eficacia al "avivamiento eucarístico", una insistencia de los obispos y diócesis en fomentar la adoración eucarística y la devoción eucarística en distintos formatos, incluyendo grandes eventos de alabanza y adoración, procesiones, encuentros para jóvenes y peregrinaciones. A la procesión eucarística por las calles de Nueva York en 2025 acudieron unas 5.000 personas, pero más de 100.000 la siguieron por YouTube.

Pero todo eso era antes del cambio de Pontificado, de la canonización de Acutis y Frassatti y del asesinato de Charlie Kirk. Habrá que ver si se consolida una tendencia por todo el país. Bastaría un viaje del Papa norteamericano por su país natal para canalizar una corriente de interés y, probablemente, de cercanía.