Para el juez, «no basta con ofender los sentimientos religiosos, se requiere que se haga escarnio»
Se archiva la denuncia a Lalachus por la estampa de la vaquilla: la Iglesia «debe tolerar críticas»

Lalachus, con la "estampita" de la vaquilla del Gran Prix sustituyendo el rostro de la imagen del Sagrado Corazón.
Tras la despenalización del delito de ofensas a los sentimientos religiosos, la justicia añadía este miércoles una nueva “vía legal” para atacar o vejar la fe cristiana. Un juez de Madrid archivó este 12 de marzo la denuncia de HazteOir contra Lalachus y Broncano por usar una “estampa” del Sagrado Corazón con la cabeza de la vaquilla del programa Grand Prix.
La decisión del juez se ampara en que, aparentemente, no había “actitud ofensiva” y, aunque la hubiese, el auto remarca que “en las sociedades democráticas”, grupos religiosos como la Iglesia “debe tolerar las críticas públicas y el debate sobre su actividad, creencias o enseñanzas”.
El documento también argumentaba el archivo de la denuncia afirmando que la figura de Jesucristo “no aparece en la estampita exhibida, sino solo un corazón similar a la imagen religiosa, sin ninguna mención religiosa en el diálogo entre los dos presentadores”.
Para el juez también es relevante el “contexto” en el que se cometieron las burlas denunciada: “Se trata de la emisión de un programa de entretenimiento, desvinculado de cualquier práctica religiosa… Aunque la Nochevieja se encuentra dentro del periodo navideño, es una festividad desprovista actualmente de contenido religioso y con una finalidad evidentemente lúdica”.
Otro de los argumentos esgrimidos por la justicia es que tanto Broncano, presentador de las campanadas, como Lalachus, colaboradora de La revuelta, no se dirigían en ese momento a los católicos, sino al público general, siguiendo además el tono “paródico y satírico” del programa.
Según se lee en el escrito, “en las sociedades democráticas, los grupos religiosos deben tolerar las críticas públicas y el debate sobre su actividad, creencias o enseñanzas, siempre que no supongan insultos intencionados y gratuitos que constituyan incitación a la violencia y discriminación”.
Un argumento que, según el magistrado, se cumple en la actuación de Broncano y Lalachus, a su juicio lejos de “herir o menoscabar”.
"No basta con ofender los sentimientos religiosos, sino que se requiere que con dicha conducta se haga escarnio de una confesión religiosa, con la intención, además, de ofender los sentimientos religiosos”. Y en los hechos denunciados por HazteOir, ni siquiera “aparece la imagen de Jesucristo, solo un corazón y rayos de luz”.

Según el auto del juez de Madrid que archiva la denuncia contra Lalachus, en la "estampa" usada por la humorista "no aparece la imagen de Jesucristo, solo un corazón y rayos de luz".
En último lugar, el magistrado argumenta el archivo basándose también en una “crítica legítima” a la Iglesia: “La Iglesia como institución ha estado asociada en la historia al poder y ha sido, por tanto, también objeto de crítica legítima. No son infrecuentes en distintos ámbitos de la libertad de expresión referencias críticas a símbolos o creencias religiosas”.
El auto del magistrado puede ser especialmente cuestionado en su interpretación de la imagen empleada por Lalachus.
Como comentamos en Religión en Libertad, el escarnio y burla a la figura de Nuestro Señor habría sido tan sencillo de evitar empleando el propio logo de la vaquilla, una imagen normal acorde a la naturaleza 'blanca' del programa Grand Prix que se pretendía recordar, según Lalachus.
Por ello, de haber querido exclusivamente homenajear al programa, lo natural habría sido mostrar ese logo. Pero, al mostrar la "estampita" a cámara, se apreciaba perfectamente que se trataba de una representación burlesca de las estampas del Sagrado Corazón de Jesús, en donde se había sustituido la cabeza de Nuestro Señor por una representación del emblemático toro.
El mismo día que se tenía conocimiento del archivo, Hazte Oír anunciaba su decisión de recurrir frente a la Audiencia Provincial: “Cada vez se hace más evidente que la defensa de los sentimientos de los cristianos merece una defensa férrea y más con la persecución que están sufriendo los cristianos en Siria”.