Gaudí, un legado que trasciende el tiempo
Almuzara: "Su santidad se fundamenta en una vida que unió lo divino y lo humano"

Antonio Gaudí i Cornet (25 junio 1852 - 10 junio 1926)
Antonio Gaudí i Cornet, el genio arquitecto catalán, es conocido por sus obras maestras como la Sagrada Familia y la Casa Milà. Sin embargo, su legado va más allá de su innovadora arquitectura. Gaudí fue un hombre de profunda fe católica, que dedicó su vida a la creación de espacios sagrados y a la búsqueda de la perfección espiritual.
José Manuel Almuzara, arquitecto y presidente de la Asociación pro beatificación de Antoni Gaudí, ha dedicado más de 30 años a promover la causa de beatificación de Gaudí.
En esta entrevista, hoy domingo de la fiesta de la Sagrada Familia, Almuzara comparte su visión sobre la vida, obra y fe del arquitecto catalán, y cómo su legado sigue inspirando a personas de todo el mundo.

José Manuel Almuzara Pérez, arquitecto y presidente de la Asociación pro beatificación de Antoni Gaudí.
-Sr. Almuzara, ha dedicado más de 30 años a promover la causa de beatificación de Antonio Gaudí. ¿Qué le motivó a tomar esta iniciativa y qué significado tiene para usted la figura de Gaudí?
-La iniciativa surgió del sacerdote Mn. Ignasi Segarra, después de predicar en Riudoms, el viernes santo, 17 de abril de 1992, pensó: "¿cómo a nadie se le había ocurrido iniciar una causa de beatificación sobre Gaudí?" Al volver a Barcelona me sugiere, junto a otros laicos, fundar la Asociación pro beatificación de Antoni Gaudí, y así fue, el 10 de junio de 1992, aniversario del fallecimiento del arquitecto, se constituyó, siendo la parte actora del proceso canónico. Accedí y, desde entonces, he sido y soy el presidente de dicha Asociación inscrita en la Generalitat de Cataluña.
»La figura de Gaudí ha supuesto en mi vida considerarme un instrumento imperfecto para llevar a muchos lugares del mundo la vida y obra de un arquitecto genial y cristiano consecuente que atrae, impacta y convierte.
»Con palabras de Robert Schuman, siempre sorprendido de que “la Providencia se haya servido de mí para la realización de grandes designios que me sobrepasan (visitar una prisión, un albergue de niños abandonados, recibir cartas y testimonios de personas que han rezado a Gaudí con favores y milagros, transmitir a Gaudí y la naturaleza, Gaudí y la misericordia, su amor a san José, su devoción al Sagrado Corazón, a Maria). Esta certeza me obliga a tener mucha modestia, pero también me confiere una serenidad imposible de justificar solo por mis experiencias personales, consideradas desde un punto de vista meramente humano”.
-Usted ha trabajado en estrecha colaboración con la Iglesia católica para promover la causa de beatificación de Gaudí. ¿Cuál ha sido el proceso para recopilar testimonios y pruebas de favores recibidos por intercesión de Gaudí, y qué tipo de testimonios ha encontrado más conmovedores?
-Como he comentado, la causa de la beatificación de Gaudí se inició en 1992, recibiendo inicialmente el NO del Arzobispado de Barcelona y de la Junta Constructora de la Sagrada Familia a que se constituyeran ellos como parte actora. Por tanto, nuestro fin, como Asociación de laicos, fue, y es, la proyección de las vertientes espiritual y artística de Gaudí a través de la organización de conferencias, exposiciones y publicaciones, y recoger testimonios de favores recibidos por su intercesión, etc.
»El 10 de julio de 1992 solicitamos autorización para difundir la devoción privada a Gaudí recibiendo la aprobación eclesiástica y que se formara un tribunal para examinar las pruebas presentadas por nosotros para juzgar si era fundamentado beatificar o no a Gaudí.
»El 5 de mayo de 1998 la Conferencia Episcopal Tarraconense otorgó el preceptivo visto bueno para la introducción de la causa de Gaudí en el Arzobispado de Barcelona.
»El 12 de abril de 2000 se constituyó el tribunal diocesano para la causa, examinando las pruebas y escuchando a testimonios sobre la posible santidad de Gaudí, finalizando el 13 de mayo de 2003 con una sesión solemne de clausura, decidiendo entregar las actas a la Congregación (ahora denominado Dicasterio) para las Causas de los Santos, iniciándose el proceso oficialmente en el Vaticano el 9 de julio de 2003.
»En el Archivo diocesano y en la Real Cátedra Gaudí de Barcelona, descubrimos testimonios muy significativos sobre Gaudí: en las publicaciones de Josep Francesc Ràfols y Joan Matamala, las cartas de Joan Maragall, conversaciones con César Martinell, Joan Bergós, Isidre Puig Boada, sus colaboradores Jujol, Cascante, Rubió, Sugrañes, Canaleta, Bonet Garí, Josep y Jaume Bayó, etc.
»Se publicaron los libros en catalán “La mort de Gaudí i el seu ressò en els diaris i revistes de l’època”, “El señor Gaudí, recull d’assaigs: articles” y en español el libro “La mort de Gaudí i el seu ressò a la revista “El Propagador de la devoción a San José”.
»Los testimonios de personas de distintas partes del mundo fueron llegando a través de cartas, correos electrónicos, etc. La difusión de Gaudí iba dando sus frutos; dando a conocer sus virtudes, su fe, su trabajo bien hecho, su amor, su vida mística, muchos adoptaron su intercesión para pedir favores, milagro y dar gracias. Todos ellos conmovedores porque a todos les supuso una gracia pequeña o grande.
-Gaudí es conocido por su arquitectura innovadora y su profunda fe católica. ¿Cómo cree que su fe influyó en su obra arquitectónica, y qué ejemplos específicos de esta influencia podemos encontrar en sus edificios?
-Así es, y lo voy a especificar con un solo ejemplo, al que llamo “la última piedra para la última obra civil de Gaudí”, a colocar en la Casa Milà – Seguimon, conocida como la Pedrera. Esa última piedra es un grupo escultórico que el proyecto original de Gaudí tuvo en cuenta en los planos originales, Obras particulares expediente nº 10.526.
El 2 de febrero de 1906 fueron presentados los planos de Gaudí al Ayuntamiento de Barcelona y solicitado el correspondiente permiso de obra. Los planos oficiales se conservan en el Archivo Municipal de Barcelona y hay una copia exacta en la Real Cátedra Gaudí.
»Copio del libro “La última obra civil de Gaudí La Pedrera, CASA MILÀ”, Guías Visuales, Grandes obras, dosdearte ediciones, con la colaboración de la Fundació Caixa de Catalunya: “El proyecto definitivo de Gaudí tiene unas inscripciones en el friso de las fachadas, en las que se leen las palabras latinas de la salutación angélica: Ave Gratia M Plena Dominus Tecum, talladas con la típica grafía del arquitecto Jujol. Gaudí quería dar un significado especial al edificio, ya que con esta frase se inicia el rezo del avemaría: “Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo”. El grupo escultórico estaba previsto por Gaudí para colocar encima de la M de María (M que tiene debajo una rosa). Y esa última piedra falta por colocar…"
»Un día le llegó a Gaudí referencia de una opinión emitida por cierto compañero de profesión: “Si yo hubiera proyectado la Casa Milà, no dormiría tranquilo”.
A lo cual repuso Gaudí: "Yo tampoco, si de antemano hubiese sabido que no la iba a terminar, sacrificando lo que mejor sentido daba al proyecto”.
»Anécdota del libro “Mi itinerario con el arquitecto”, Juan Matamala, editorial Claret, página 180, Barcelona 2006
Usted ha organizado exposiciones y conferencias sobre Gaudí en todo el mundo. ¿Cuál ha sido la reacción de las personas al conocer la figura de Gaudí, y qué aspectos de su vida y obra cree que más les impactan?
»Es muy diversa la reacción de las personas que descubren y conocen a Gaudí. La seducción de sus obras “toda obra de arte debe ser seductora (en esto reside la universalidad, ya que atrae a todos, entendidos y profanos), cuando por una rebuscada originalidad se pierde la cualidad de la seducción, no se produce obra de arte”.
»Los aspectos más impactantes o admirados en la vida y obra de Gaudí tienen relación, según mi parecer, con la Naturaleza, el mar, los materiales, las formas orgánicas, el color, la música, pionero de la sostenibilidad y biomimética, los artesanos, las obras realizadas con “los medios disponibles que hacen que sus obras tengan carácter o dignidad que es lo mismo”, etc. y sorprendentemente las obras de misericordia de Gaudí: las “Escuelas provisionales” de la Sagrada Familia y el “Jardín invisible” del Hospital psiquiátrico de Sant Boi de Llobregat realizado por los enfermos, y la relación con sus obreros, clientes, amigos y conocidos.
»Decía Gaudí: “la caridad actúa sobre una necesidad; si no hay necesidad, no puede haber caridad. Por eso, cuando uno ha de menester un consejo hay que dárselo, aunque no lo pida; es frecuente que el que lo necesita no lo pida, pero la Iglesia dice; “dad consejo al que lo necesita” y no “dad consejo al que lo pida”.
»Un ejemplo impactante al conocer la obra de Gaudí lo tenemos con Yun Young-Joo directivo de la Cámara de Comercio e Industria de Pusan, Corea, que escribía el 19 de marzo de 1998:
«La arquitectura de Gaudí es conocida por su belleza artística. Ésta combina elementos clásicos y góticos y se pone de manifiesto a través de espacios fantásticos. Pienso que debería darse todavía más importancia a su afición armónica por la naturaleza y el medio ambiente, que pone en evidencia la existencia de Dios a través de su obra. Gaudí, con su búsqueda constante de la verdad, realizaba obras que hacen que la gente descubra el hálito divino que palpita en ellas. Su arquitectura merece el elogio de la gente, ya que escribió poesía con su arquitectura…”
-La causa de beatificación de Gaudí ha generado cierto debate entre los expertos en arte y la Iglesia Católica. ¿Cómo responde a las críticas o dudas sobre la santidad de Gaudí, y qué argumentos presenta para defender su causa?
-Desde el primer momento, los miembros de la Junta de la Asociación pro beatificación de Antoni Gaudí, cada uno según sus circunstancias profesionales y familiares, hemos y seguimos difundiendo, la vida y obra de Gaudí, “arquitecto genial y cristiano consecuente”, siendo la parte actora de la causa hasta diciembre de 2023, fecha en la que fue sustituida como tal por la Asociación Canónica Gaudí, dependiente del Arzobispado de Barcelona.
»La santidad de Gaudí se fundamenta en una vida, basada en unos hechos reales, que demuestra con argumentos que unió lo divino y lo humano, sin escisión entre la conciencia cristiana y la conciencia humana, que puso sus dones al servicio de Dios y de los hombres; decía Gaudí que “cada uno utilice el don que Dios le ha dado. Su realización es la máxima perfección social. El que construye y tiene que hacer cosas, que no critique las obras de los otros ni defienda las suyas, sino que haga y dirija la crítica contra sus propias obras para depurarlas y mejorarlas”.
»Con un crecimiento personal de amor al trabajo y a sus colaboradores. Decía Gaudí: «El trabajo es fruto de la colaboración, y ésta sólo puede basarse en el amor. El arquitecto ha de saber aprovechar lo que saben hacer y lo que pueden hacer los operarios. Se ha de aprovechar la cualidad preeminente de cada uno. Esto es: integrar, sumar todos los esfuerzos y tenderles la mano cuando se encallen; así trabajan a gusto y con la seguridad que da la plena confianza en el organizador. Además, hay que recordar que no hay nadie inútil, todos sirven (aunque no todos con la misma capacidad); la cuestión es encontrar para qué sirve cada uno»
»Decía Gaudí «La vida es una batalla, para combatir se necesita fuerza y la fuerza es la virtud, que sólo se sostiene y aumenta con el cultivo espiritual, esto es, con las prácticas religiosas», por eso cada día, y para ganar las batallas de la vida, comulgaba, rezaba, leía el Evangelio, devoto del santo Rosario, tenía dirección espiritual, confiaba en la Providencia.
»Nadie ama lo que se desconoce, por tanto, animo a todas esas personas que dudan de su santidad a leer libros que nos hacen conocer y descubrir sus virtudes, con capacidad de asombro para descubrir lo esencial en su vida y en sus obras, más allá de los aspectos. Con palabras de su primer biógrafo Josep F. Ràfols i Fontanals, arquitecto y profesor de historia del arte: “GAUDÍ visto desde fuera de la Fe, quedará siempre incomprensible. Será tal vez un aspecto de su obra lo que el incrédulo ame, pero no amará su síntesis”.
-Sr. Almuzara, ¿qué significado cree que tiene la culminación de la torre de Jesucristo en la Sagrada Familia, considerando que Gaudí dedicó los últimos doce años de su vida exclusivamente a este proyecto y lo consideraba su obra magna? ¿Cómo cree que esta culminación refleja la fe y la visión de Gaudí?
-Creo que es un hecho trascendente, la culminación de la torre más alta, la de Jesucristo, a través de un signo de ignominia, de castigo, y símbolo de salvación, de redención, la CRUZ.
»Que debería llevarnos a que esta obra siga siendo un templo expiatorio como dice el acta de la primera piedra del 19 de marzo de 1882: “sea esta obra para mayor honra y gloria de la Sagrada Familia. Despierte de su tibieza los corazones adormecidos. Exalte la fe, Dé calor a la caridad…”.
»Citando un escrito de J. M. Alimbau: “Gaudí sabía de cruces, fue un gran propagador de la cruz. También sabía que la cruz, aunque pesaba, redimía, orientaba, bendecía. En todos los edificios que construía plantaba la cruz de cuatro brazos -los cuatro puntos cardinales. Es la cruz de Gaudí.
»Él supo dar sentido positivo, trascendente a la vida, al dolor, a la muerte. La suya acaeció después de ser atropellado por un tranvía (cruce Gran Vía / Bailén). Su aspecto era el de un pobre y fue llevado al Hospital de la Santa Cruz de Barcelona. Sus últimas palabras fueron: «Amén. ¡Dios mío! ¡Dios mío!»
»El gran arquitecto descubrió de verdad que, desde la venida de Cristo, hemos quedado libres no del mal de sufrir sino del mal de sufrir inútilmente”.
-¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las personas que han seguido la construcción de la Sagrada Familia y que se sienten inspiradas por la fe y la obra de Gaudí, y cómo cree que pueden participar en la celebración de este hito histórico y en la promoción de la causa de beatificación de Gaudí?
-Les transmitiría el mensaje que del Papa Benedicto XVI en su homilía del 7 de noviembre de 2010, en la Consagración de la Basílica de la Sagrada Familia: “Recordad, sobre todo, al que fue alma y artífice de este proyecto: a Antoni Gaudí, arquitecto genial y cristiano consecuente, con la antorcha de su fe ardiendo hasta el término de su vida, vivida en dignidad y austeridad absoluta… Él mismo, abriendo así su espíritu a Dios, ha sido capaz de crear en esta ciudad un espacio de belleza, de fe y de esperanza, que lleva al hombre al encuentro con quien es la Verdad y la Belleza misma”.
»Así expresaba Gaudí sus sentimientos: “Un templo es la única cosa digna de representar el sentir de un pueblo, ya que la religión es la cosa más elevada en el hombre”.
»Espero y deseo que Gaudí nos acompañe a cada uno de nosotros en nuestro caminar hacia la Verdad y la Belleza, con fe, esperanza y caridad, de la mano de María, en este año especial de celebraciones y homenajes a Gaudí y siempre, con la ilusión y la esperanza de que sea declarado beato muy pronto.