León XIV y la astronomía
León XIV recibió el 16 de junio a los participantes en la Escuela de Verano del Observatorio Vaticano. En la imagen, recibe un recuerdo del Instituto de Astrofísica de Canarias.
No hace mucho comentábamos algunos aspectos de la relación de León XIV con la ciencia antes de ser elegido Papa:
Ciencia y Fe
León XIV, ciencia y universidad católica: herencia agustina y el precedente de León XIII
Alfonso V. Carrascosa
El pasado 16 de junio de este Año Santo Jubilar 2025 tuvo lugar la que probablemente sea la primera intervención del Papa en un encuentro de científicos. Ocurrió en Castel Gandolfo, en el marco de la decimonovena edición de la Escuela de Verano del Observatorio Vaticano, que se celebra del 1 al 27 de junio.
Ciencia y Fe
La Escuela de Verano del Observatorio Vaticano comienza con el descubrimiento de un planeta infernal
José María Carrera Hurtado
Este encuentro tuvo lugar en el Aula del Consistorio de Castel Gandolfo. El Papa se dirigió a 24 jóvenes astrónomos procedentes de 22 países y demás miembros académicos del curso, con un bello discurso que pasamos a comentar.
Tras el saludo comentó León XIV:
- "El tema de la Escuela de Verano de este año, o eso he oído, es Explorando el Universo con el Telescopio Espacial James Webb. ¡Qué momento tan emocionante para ser astrónomo! Con este instrumento verdaderamente extraordinario, por primera vez podemos observar en profundidad las atmósferas de exoplanetas, donde podría surgir la vida, y estudiar nebulosas donde se forman los propios sistemas planetarios. Con el Webb, incluso podemos rastrear la luz ancestral de galaxias distantes, lo que nos revela el origen mismo de nuestro universo".
El origen del Universo lo esclareció un presbítero católico belga llamado Georges Lemaître, llamándolo Big Bang. Al igual que ocurriera con la genética, disciplina científica iniciada por un monje católico checo agustino llamado Gregor Mendel, por ser un científico católico y porque destruía la creencia atea de que el Universo era eterno y así no necesitaba un Creador, el ateísmo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas protagonizado por Stalin persiguió hasta la muerte a los seguidores de ambos, campos de concentración incluidos, algo maravillosamente recogido en el magnífico libro de José Carlos González-Hurtado Nuevas evidencias científicas de la existencia de Dios (Voz de Papel).
El Papa mencionó de este modo lo conocido a través de las Sagradas Escrituras respecto al origen del Universo:
- "Los autores de las Sagradas Escrituras, que escribieron hace tantos siglos, no pudieron disfrutar de este privilegio. Sin embargo, su imaginación poética y religiosa se preguntaba cómo habría sido en el momento de la creación, cuando «las estrellas brillan en sus vigilias y se regocijan; él las llama, y ellas dicen: 'Aquí estamos'; y brillan de alegría por quien las creó» (Baruc 3, 34). ¿Acaso las imágenes de James Webb no nos llenan hoy de asombro y, de hecho, de una alegría misteriosa al contemplar su sublime belleza?"
La Misión Webb de este magnífico telescopio sustituto del Hubble, activa desde 2022, permitió capturar el impresionante campo Cosmos-Web, con casi 800.000 galaxias en 255 horas de exposición.
A continuación el Papa mencionó la contribución del apoyo de las familias de los allí presentes a su actividad científica y mencionó una bella cita de San Agustín, como está siendo habitual en él en estos inicios de su pontificado:
- "Por supuesto, ninguno de ustedes ha llegado hasta aquí solo. Cada uno forma parte de una comunidad mucho mayor… Además de las contribuciones de sus colegas científicos, ingenieros y matemáticos, también es gracias al apoyo de sus familias y muchos de sus amigos que han podido disfrutar y participar en esta extraordinaria iniciativa, que nos ha permitido ver el mundo que nos rodea de una manera nueva. Por lo tanto, nunca olviden que lo que hacen nos beneficia a todos. Sean generosos al compartir lo que aprenden y experimentan lo mejor que puedan y de cualquier manera posible. No duden en compartir la alegría y el asombro que nacen de la contemplación de las «semillas» que, en palabras de San Agustín, Dios ha sembrado en la armonía del universo (cf. De Genesis ad litteram, V, 23, 44-45). Cuanta más alegría compartan, más alegría crearán, y así, a través de su búsqueda del conocimiento, cada uno podrá contribuir a construir un mundo más pacífico y justo".
La Escuela de Verano del Observatorio Vaticano nació en 1986, al más puro estilo eclesial ajustado al Magisterio de conciliación ciencia-fe que siempre el catolicismo ha promovido, concretándose el mismo en la construcción del Observatorio Vaticano y poniendo en marcha tantas y tantas universidades católicas en todo el mundo. Han sido más de cuatrocientos estudiantes los que han participado ya en la escuela y completado el programa, con contribuciones significativas en sus respectivos campos de investigación, siendo la participación gratuita gracias al apoyo de generosos benefactores a través de la Fundación Observatorio Vaticano.
Sabemos además que el Observatorio Vaticano ha sido recientemente lugar de gracia, ya que la visita al mismo del matrimonio Haughey les inspiró para fundar el Catholic Institute of Technology, otra institución de origen católico contemporánea en la que se da una perfecta conciliación entre ciencia y fe.
Lo último
