Religión en Libertad

A la hora de votar cuestiones éticas, «los matices son vitales», expresan desde Altum Faithful Investing

Altum Proxy Voting, el servicio a los inversores para los que la fidelidad a su fe «no es opcional»

Altum Faithful Investing ofrece la única política que garantiza coherencia moral completa, claridad doctrinal y defensa valiente de los principios católicos

Altum Faithful Investing ofrece la única política que garantiza coherencia moral completa, claridad doctrinal y defensa valiente de los principios católicos

José María Carrera Hurtado
Publicado por
Redacción ReL

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¿Puede un católico invertir en una compañía sin preguntarse si esta respeta la vida, la naturaleza humana o la dignidad y condiciones del trabajador? Según la Doctrina Social de la Iglesia, todo accionista tiene parte de responsabilidad en el rumbo ético de la empresa, pudiendo incluso participar activamente mediante su voto en las juntas. En Centesimus Annus, Juan Pablo II recordó que no es posible la separación de la actividad económica de los principios morales, ni en el momento de su desarrollo ni en el de su evaluación. Algo que, llevado a la práctica, puede ocasionar no pocas dudas en los accionistas y que Altum Faithful Investing pretende ayudar a resolver con su innovador servicio de Proxy Voting católico o voto delegado.

Tal y como anuncia la firma de asesoramiento dedicada a evangelizar el mundo de las finanzas, su nuevo servicio se trata de una solución pionera que integra una política de voto específicamente diseñada para alinear las decisiones corporativas con los principios éticos y morales del magisterio de la Iglesia Católica.

Partiendo de la base de que, como accionista, todo inversor es propietario de una parte de esa empresa, Altum Proxy Voting busca ofrecer la posibilidad de votar como accionista en las empresas de forma delegada tomando decisiones guiadas la Doctrina Social de la Iglesia y de forma coherente con su fe.

“Desde Altum, queremos acompañar a nuestros clientes que tengan el deseo de votar en las juntas de accionistas de acuerdo con sus creencias. Les ayudamos a votar en coherencia con el objetivo de generar una comunión que nos permita alzar la voz en las empresas a la hora de tomar decisiones que impacten al bien común”, afirma el fundador de Altum, Borja Barragán.

De esta forma, explican, la organización pretende posicionarse como una firma referente en el ámbito de la inversión coherente con la fe, proporcionando asesoramiento especializado y herramientas que facilitan la toma de decisiones en consonancia con los valores cristianos.

La decisión de lanzar Altum Proxy Voting surge a raíz del creciente posicionamiento de multitud de empresas en torno a determinadas cuestiones que podrían afectar o entrar en conflicto con la fe católica, siendo ejemplo de ello las relativas al ámbito medioambiental o a las conocidas políticas DEI de diversidad, equidad e inclusión.

Un posicionamiento empresarial que genera en muchas ocasiones dudas pero también inquietud entre los inversores respecto a su implicación y responsabilidad, viéndose en muchos casos incapaces de participar con su voto de manera coherente. Es por ello que Altum Proxy Voting no solo se limita a asesorar, sino que también aspira a influir de forma positiva en las empresas por medio del voto asesorado.

El funcionamiento es sencillo. Como explica Altum, el voto por representación lleva a un accionista a delegar su derecho de voto en una junta de accionistas a otra persona o entidad, a la que se conoce como proxy. Esta persona emite el voto en nombre del accionista, facilitando así su participación en las decisiones importantes de la empresa, incluso si no pudiese acudir a la junta o no supiese bajo qué criterios tomar una u otra decisión.

Cuando un accionista recibe la notificación de la junta de accionistas, puede designar a una persona o entidad como su representante para votar en su nombre. El accionista puede proporcionar instrucciones sobre cómo debe votar en los distintos puntos del orden del día. También puede adherirse a una política de voto concreta (como la Altum Voting Policy) que ya tiene establecido el sentido de voto en cada tema que se vaya a tratar para que sea coherente con las creencias del accionista.

En cuestiones éticas, los matices son vitales. Y cuando se trata de votar en nombre de inversores católicos, la fidelidad al Magisterio de la Iglesia no puede ser opcional. Altum Faithful Investing ofrece la única política que garantiza coherencia moral completa, claridad doctrinal y defensa valiente de los principios católicos en todas las áreas”, expresan desde Altum.

10 motivos por los que Altum Voting Policy marca la diferencia

Estas son las 10 razones por las que la Altum Voting Policy es la alternativa líder de Proxy Voting católico: 

1º Libertad religiosa

Reconoce explícitamente la libertad religiosa como un derecho humano fundamental, basado en la dignidad de la persona y en la enseñanza de la Iglesia Católica.

2º Adicciones

Aborda las adicciones no solo como un problema de salud pública, sino también como una cuestión moral y social, reconociendo la complejidad de las adicciones y la dignidad de cada persona afectada.

3º Pornografía

Se opone firmemente a la producción, distribución y normalización de la pornografía, al considerarla una grave violación de la dignidad humana y una fuente de daño personal, relacional y social.

4º Promoción de la familia

Promueve activamente el papel de la familia como célula básica de la sociedad, en coherencia con la Doctrina Social de la Iglesia.

Apoya políticas empresariales y propuestas de accionistas que fortalezcan la vida familiar, protejan los derechos de los padres y respeten la estructura natural de la familia.

5º Aborto y anticoncepción

Presenta una postura coherente y fundamentada en la defensa de la vida humana desde su inicio. Se opone explícitamente al aborto como una grave ofensa moral y rechaza aquellas prácticas empresariales que lo promuevan, financien o normalicen.

Al mismo tiempo, aborda la anticoncepción desde una perspectiva ética y antropológica, reconociendo su incompatibilidad con una visión de la sexualidad humana basada en el amor y la apertura a la vida.

6º Eutanasia

Se opone firmemente a la eutanasia y al suicidio asistido, defendiendo la dignidad inviolable de toda vida humana hasta su fin natural.

Apoya prácticas sanitarias, modelos empresariales y propuestas de accionistas que fomenten los cuidados paliativos, la compasión y el verdadero acompañamiento en el sufrimiento.

7º Instrumentalización de la procreación

Se opone con claridad a aquellas prácticas que separan la procreación del acto conyugal y tratan la vida humana como un producto, tales como la fecundación in vitro, la manipulación embrionaria o la gestación subrogada.

8º Armas

Reconoce el derecho a la legítima defensa, pero se opone firmemente a la producción, comercialización o financiación de armas ofensivas, indiscriminadas o contrarias al derecho internacional humanitario, como las armas nucleares, las bombas de racimo o las minas antipersona.

9º Pena de muerte

Rechaza explícitamente la pena de muerte por considerarla una violación de la dignidad inherente de la persona humana, en conformidad con la enseñanza más reciente del Magisterio de la Iglesia.

10º Cuidado de la creación

Promueve un verdadero cuidado de la creación basado en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, especialmente la responsabilidad en la custodia del mundo, la justicia intergeneracional y el bien común.

Es posible conocer más sobre Altum Proxy Voting desde la web de Altum Faithful Investing.  

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