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Jesús dijo: Tampoco yo te condeno. Anda; en adelante no peques más

El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra

El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra

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ReL

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Evangelio según san Juan 8, 111



En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos.


Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.


Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:


«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?»


Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.


Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.

Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:


«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.»


E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.


Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer, en medio, que seguía allí delante.


Jesús se incorporó y le preguntó:


«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?, ¿ninguno te ha condenado?»


Ella contestó:


«Ninguno, Señor.»


Jesús dijo:


«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.»




Oh Dios, Pastor y guía de todos los fieles,

mira con benevolencia a tu siervo, nuestro Santo Padre Francisco,

a quien has querido poner a la cabeza de tu Iglesia.

Concédele, te rogamos, la gracia de edificarla con su palabra y su ejemplo.

Dirígele, conforme a tu clemencia, por el camino de la eterna salvación.

Que inspirado por el Santo Espíritu de Verdad,

ame con todo su ser tu Santa Voluntad

y con ánimo alegre y esforzado la lleva a buen término.

Que te agrade siempre por su piadosa preocupación por nosotros

y sea para tu pueblo digno de constante reverencia,

por su gobierno saludable a gloria de tu Nombre.

Y de esta manera llegue un día a la vida eterna,

con todos cuantos le han sido confiados.



Te lo pedimos por Jesucristo, Nuestro Señor.


Amen.

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