Religión en Libertad

Los obispos hacen un llamamiento a PP y PSOE para que aprueben la regularización masiva de ilegales

Un momento de la primera jornada de la Asamblea Plenaria de los obispos españoles.

Un momento de la primera jornada de la Asamblea Plenaria de los obispos españoles.Conferencia Episcopal Española.

Redacción REL
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C.L.

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La 127ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, que se desarrollará hasta el 4 de abril, arrancó este lunes marcada por dos acontecimientos relevantes en la Iglesia española:

  • el acuerdo de la Santa Sede con el Gobierno para la "resignificación" de la basílica del Valle de los Caídos y la expulsión de su prior (un grupo de católicos trasladaron a los obispos, ante la sede del organismo, su malestar) y 
  • la despedida de Bernardito Auza, quien ha sido durante cinco años y medio nuncio del Papa en España.

Una misión "connatural"

En su último saludo a la Plenaria antes de incorporarse a su nuevo destino como nuncio apostólico ante la Unión Europea, monseñor Auza destacó que, "a pesar de los desafíos, que jamás faltan, también yo tengo por muy seguro que la esperanza es la mejor semilla... El desafío de los impedimentos merece siempre el esfuerzo y la fatiga que se les dedica con la seguridad puesta en el Señor".

Recordó asimismo que a lo largo de su misión se esforzó en acudir a todos los lugares donde le llamaron, "por lo que de madrugada y de noche me hallaba en aeropuertos o estaciones de tren, o en coche": "Conozco las diócesis y muchas de sus instituciones gracias a la invitación y la hospitalidad ofrecidas por parte de cada uno de ustedes".

También expresó su cercanía afectiva a España por la huella allí dejada: "¡Cuánto es de andaluza la Iglesia en Filipinas, especialmente durante la Semana Santa!", evocó, ante definir su labor en España como "connatural" por su origen, a causa de la "evangelización de mi pueblo llevada a cabo con el sudor y el sacrificio de muchísimos misioneros de esta tierra: de aquí partieron los misioneros que llevaron el Evangelio a Filipinas ya en el siglo XVI".

Los asuntos a tratar

A lo largo de la semana, los obispos abordarán diversas cuestiones, entre las que figuran:

  • definir las líneas pastorales que marcarán el trabajo de la CEE en el cuatrienio 2026-2030;
  • la aplicación en España del documento final del Sínodo de la Sinodalidad y la carta sobre el proceso de acompañamiento de la fase de implementación;
  • la situación actual del Catecumenado de Adultos en España;
  • un borrador para la regulación del Consejo General de la Iglesia en la Educación;
  • acciones pastorales con motivo del centenario de las apariciones de la Virgen a Sor Lucia en Pontevedra;
  • valoración de la causa del Siervo de Dios José Soto Chuliá (1887-1975), quien fue durante treinta años director espiritual del seminario diocesano de Málaga.

Sinodalidad y discernimiento

La primera jornada de la Plenaria estuvo marcada por el discurso inicial del presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello.

En sus palabras, el también arzobispo de Valladolid lamentó algunas de las tendencias socioculturales del tiempo actual, como la sustitución de "la categoría de vida eterna por el progreso", el "relativismo moral" o la "reducción antropológica" de la persona a mero "individuo autónomo, independiente, desvinculado", cuyas relaciones se miden por "consensos" porque "mi libertad acaba donde comienza la tuya", con lo cual, explicó, "el conflicto por el territorio y por el poder está prácticamente asegurado". Puso como ejemplo "las legislaciones referidas a la vida, el matrimonio, el sexo y el género, [que] consagran el individualismo autónomo y empoderado como antropología de referencia en la que la ideología casi prescinde de la biología".

"Vivimos un contexto", añadió monseñor Argüello, "en el que antropología y economía dominantes son fruto y, al mismo tiempo, impulsan el relativismo moral", y en consecuencia "el positivismo jurídico será la vía de salida para organizar la casa": "¿Qué es lo bueno? Lo que dicen las leyes. ¿Qué es lo útil? Lo que dicta el mercado. ¿Qué es lo conveniente? Lo que satisface el deseo, que está modulado, formateado, por unas propuestas de estilo de vida ligadas a los intereses económicos".

¿Cómo evangelizar en este marco? Los obispos apuestan por "la sinodalidad y el discernimiento".

"La sinodalidad es espiritualidad", dijo el presidente de los obispos, "y al mismo tiempo es un camino que el Señor nos está proponiendo en el pontificado del Papa Francisco: mirad con quién estáis caminando, mirad alrededor y escuchad, organizad un coloquio entre los miembros del pueblo santo de Dios de tal manera que crezca la participación en la comunión y misión de la Iglesia".

Por otro lado, "el discernimiento sobre la sociedad en la que anunciamos el Evangelio nos ha llevado a proponer un diálogo eclesial y social en el documento El Dios fiel mantiene su alianza, que ha puesto de manifiesto la relación que existe entre la comprensión de la persona, la familia y la organización económica y política de nuestra sociedad. Esta reflexión se ha visto confirmada por la llamada del Papa en Lisboa a profundizar en las relaciones entre antropología, economía y política".

Regularización masiva de ilegales

Monseñor Argüello dedicó unos minutos de su discurso a apoyar la Iniciativa Legislativa Popular para regularizar entre 390.000 y 470.000 inmigrantes ilegales, cuya toma en consideración aprobó el Congreso de los Diputados el 9 de abril de 2024 con el apoyo de todos los grupos parlamentarios salvo Vox.

El 19 de noviembre de 2024 se aprobó la modificación del Reglamento de la ley de extranjería, que, según monseñor Argüello, "sirve de argumento para paralizar la tramitación ya aprobada de la ILP por «ser ya innecesaria»". Los obispos se oponen porque el reglamento "dejará fuera, en una cierta situación de limbo jurídico y existencial, a miles de personas". 

Por ese motivo, proponen "a los dos grupos políticos mayoritarios en las Cortes Generales [PP y PSOE] que se reúnan para afrontar el problema e impulsar la tramitación de la ILP. Es un ejercicio de regeneración democrática, por respeto a la iniciativa de cientos de miles de ciudadanos y a la decisión del Congreso de los Diputados, y también una forma de ayudar a resolver un grave problema en el que la dignidad y el bien común están afectados".

No se trata de un mero discurso, sino de un compromiso activo de la Conferencia Episcopal: "Queremos promover una alianza social que lleve la esperanza a quienes están excluidos de la regularización y viven en una tierra de nadie que no propicia nada bueno. Estamos dispuestos a ofrecer un cauce que facilite el encuentro y el diálogo. Por eso en próximas fechas quisiéramos trasmitirles esta iniciativa y sugerirles la posibilidad de un diálogo sobre el asunto".

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