Sale a luz la carta del «otro» ángel de la guarda de Alexia

Alexia
Mañana llega a las pantallas de los cines españoles la película "Alexia", el documental sobre la niña madrileña que con apenas 14 años de edad muere a causa de un cáncer en las cervicales. Aparentemente, este hecho que desgraciadamente afecta a millones de personas en todo el mundo, no tendría por qué ser motivo para hacer una película.
Pero la historia de Alexia va más allá. Afrontó su dramática enfermedad con una madurez y una serenidad que ni un adulto sería capaz de actuar así, y lo consiguió gracias al apoyo de su familia, de su ángel de la guarda “Hugo” -así es como ella le llamaba- y sobre todo, del profundo amor que sentía por Dios y la fe que eso le acarreaba.
Pero, gracias a una carta que se ha publicado recientemente, se ha podido saber, que Alexia tenía otro ángel custodio, un cirujano de la Clínica Universitaria de Navarra donde Alexia fue tratada de su enfermedad, y donde el doctor Aurelio Chamorro Ortega conoció a la pequeña, y que prácticamente no se separó de ella hasta el mismo día de su muerte. Fue tal la conexión que él y Alexia tuvieron desde el principio, que la niña le consideró como otro ángel de la guarda para ella.
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Alexia con su "ángel" Hugo Lo que primero le impresionó a Aurelio de Alexia cuando la conoció fue su actitud serena y su sonrisa, que reflejaba su buen humor. Cuesta imaginarse como se puede estar con esa actitud tan positiva en una situación como la de la niña. Eso lo dice todo de ella. A raíz de este gesto y de una pequeña conversación que tuvieron, el doctor Chamorro iba a visitar a Alexia a diario y se sentía como un miembro más de la familia. Esto le llevo a que el cariño por la madrileña fuera en aumento y de que el actual cirujano se convirtiera en verdadero testigo del progreso espiritual de Alexia. Para el cirujano, resultaba extremadamente llamativo como una niña de tan corta edad jamás se quejase por nada, y que fuera ella quién diera los ánimos a la familia y no al revés. Un improvisado ángel de la guarda Además de su devoción espiritual hacia Dios, Alexia tenía otra más particular: la que sentía por su ángel “Hugo”. Era tal la fe que tenía en él, que la muchacha "veía" a Hugo en todas partes; evidentemente, esa "presencia" sólo podía ser advertida con los ojos del alma que son aquellos que obtenemos con la fe.
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