Pero, si quisieron destruirla, ¿a qué el asombro?
En 1936 tiraron a La Mercé desde el camarín

La que sí destruyeron fue la imagen que coronaba la iglesia de la Mercé de Barcelona.
El año pasado colgué esta entrada del blog que titulé De cómo fue salvada la patrona de Barcelona. Era un extenso artículo dónde explicábamos todo lo que sucedió con la talla de la patrona de Barcelona. Además del martirio del sacerdote Luis Pelegrí -que consiguió salvar la imagen de la Virgen de la Mercé- y que fue detenido y asesinado el 30 de marzo de 1937. Se trata -afirma el arquitecto Juan Bassegoda Nonell- de un caso de martirio casi provocado, pues se dedicaba a confesar a sus feligreses, sentado en un banco de la plaza de Urquinaona.
Brevemente: El 20 de julio de 1936 la imagen de talla de Nuestra Señora de la Mercé fue lanzada desde el camarín sobre el Sagrario del altar mayor y, días después, otros revolucionarios la tumbaron en el suelo frente al altar. La venerable imagen de la Virgen y el cuerpo de Santa María de Cervelló fueron de las poquísimas cosas de materia que escaparon providencialmente de la quema y el saqueo. De momento, fueron escondidos por manos valientes en una dependencia de la Capitanía General. La imagen pasó pronto al Ayuntamiento y luego al Museo de Cataluña. Allí estuvo hasta enero de 1939, y pocos días antes de ser liberada la ciudad emprendió el camino de Francia con otras muchas imágenes y objetos artísticos. Primero se detuvo en Olot y luego pasó a Darnius, pequeña población situada a pocos kilómetros de la frontera francesa, en donde fue alcanza por las tropas nacionales.

Carteles de las fiestas de 1953, 1954 y 1957
Escribo este artículo, aunque faltan dos meses para el 24 de septiembre, fiesta de la Virgen de la Merced, tras la polémica suscitada en la presentación hace unos días del cartel oficial de la fiesta de La Mercè, por el Ayuntamiento de Barcelona.
El Arzobispado ha expresado su malestar por el cartel oficial de la fiesta mayor de La Mercè 2025, al considerar que utiliza elementos religiosos de manera irreverente con la intención de «ridiculizar» la imagen de la Virgen María, patrona de la ciudad. Según un comunicado emitido este martes por la diócesis, el cartel diseñado por el cineasta Lluís Danés, inspirado en retablos barrocos, mezcla el imaginario circense propio de un «freak show» con iconografía religiosa católica.
SOBRE EL NOMBRE
Algunos ya se quejaron en otros años del propio nombre de la fiesta. Es cierto que suena como a mucha confianza, "La Mercé"... en Castilla suena llamativo. Pero en los carteles de los años del gobierno del general Franco, por ejemplo, se usaba sin problema. Y solo en uno de estos tres ejemplos que proponemos hay una representación de la talla de la Virgen. En el primero un grupo bailando la típica sardana y en el del centro el escudo de la Ciudad Condal.
SOBRE EL CARTEL
También me llama la atención que les llame la atención cuando los carteles de hace décadas muestras la absoluta separación de las fiestas cristianas con todo lo demás. Aquí el enlace del Ayuntamiento con los carteles de las últimas décadas. Es arte... de acuerdo.

Este 2021 se cumplen los 150 años de la instauración de la fiesta de la Virgen María de la Merced como fiesta patronal de la ciudad. Después de ser proclamada en 1868 patrona de Barcelona.
MI HUMILDE OPINIÓN
A lo mejor ya va llegando la hora de que nuestros políticos se mezclen con el pueblo. Lo digo yo que en las celebraciones litúrgicas de mi ciudad me encargo, en algunas ocasiones, de recibir a las autoridades y llevarlas al primer banco. Pero si no quieren, ¿para que forzar las cosas?
Infocatólica recuerda que «la diócesis ha expresado su deseo de que la Misa pontifical sea incluida en el programa oficial de la fiesta mayor, después de que el año pasado fuera eliminada, lo que provocó un notable malestar. A pesar de aquella exclusión, la eucaristía se celebró con normalidad, presidida por el cardenal Juan José Omella y con la asistencia de autoridades como el alcalde Collboni, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el presidente del Parlament, Josep Rull.
El Arzobispado recuerda en su comunicado el origen religioso de la fiesta, que se remonta al 10 de agosto de 1218, cuando en un acto celebrado en la catedral de Barcelona, con el apoyo del rey Jaime I y del obispo Berenguer de Palou, nació la orden de la Merced. «Aquel acto y la continuidad de la obra que nació sigue siendo hoy un ejemplo de la fecundidad de la piedad mariana en bien de nuestro pueblo y, en especial, de sus sectores más vulnerables y más pobres», concluye el comunicado».
Pues eso. Hagámoslo al revés. LA FIESTA ES NUESTRA. Hagamos nuestros propios carteles [por favor, si es posible católicos en el puro sentido del término] y si algún político quiere venir, que avise. Y si avisa, pues se le considera, que para eso es el alcalde elegido por todos... Pero, más nada. Seamos realistas... ¡a ellos no les interesa el patronazgo de la Virgen sobre la ciudad!
Hagamos lo que nos toca: pidamos por ellos... y sigamos evangelizando al modo del santo obispo mártir Irurita. Lo podéis consultar en la Vida gráfica del santo obispo mártir de Barcelona, Manuel Irurita.
MISA PARA POBRES
«Misa para los pobres. El domingo fue inaugurada en la catedral, la celebración de una misa para los pobres, en la que actuó de celebrante el secretario de Cámara del obispado, doctor Ramón Baucells. Durante la misa pronunció una sentida plática el señor obispo. Puso de relieve el valor moral de la caridad, principalmente cuando está practicada por un verdadero y cristiano amor. A la terminación del acto religioso, el prelado distribuyó en los claustros del templo, un donativo en metálico entre los pobres que habían asistido a la misa. El doctor Irurita tiene el propósito que la misa para los pobres se celebre cada domingo en la catedral o alternando con las parroquias de la ciudad» (La Vanguardia, 1 de enero de 1935).
Seguro que alguno me dirá: ¡Pero hombre, eso es pasar de obligar a los políticos a obligar a los pobres! Pues, no. Unos van obligados los otros irían por ser ayudados y por necesidad y es la manera de poder evangelizar a los pobres. Con los sacramentos y la predicación.

El Dr. Irurita, rodeado de los asistentes a la primera misa dominical dedicada a los pobres, durante la cual pronunció una fervorosa plática». Era el 5 de enero de 1935.