Carlo Acutis «ha abierto la senda de la santidad a los niños y adolescentes de nuestro tiempo»
El sacerdote Pedro de la Herrán aborda en su último libro la importancia del ejemplo del joven santo en la evangelización.

"Carlo es un foco de luz y de alegría que nos enseña a seguir el ejemplo de un Cristo siempre joven", subraya Pedro de la Herrán.
La reciente Canonización de San Carlo Acutis por el Papa León XIV ha convertido a este adolescente, en muy poco tiempo, en un ejemplo de santidad para niños, adolescentes y jóvenes del mundo de hoy.
Pedro de la Herrán, sacerdote del Opus Dei, acaba de publicar en la editorial Homo Legens, junto a Gloria Galán, Carlo Acutis. La biografía del joven santo, su libro número 115, dentro de la Colección Carlo Acutis que él mismo ha puesto en marcha. Con este motivo, Religión en Libertad ha entrevistado a este veterano sacerdote y escritor.
-Todos los que conocieron a Carlo dan testimonio de que era un chico normal, con un gran atractivo humano, alegre, simpático, servicial, educado, buen hijo y muy trabajador. Buen estudiante en el Liceo, excelente compañero de colegio, amigo de sus amigos, siempre dispuesto a ayudar a otros, en especial a quien estuviera más necesitado, y muy sensible ante la pobreza. Poco antes de morir, dijo a su madre: Estoy feliz de morir, porque he vivido sin desperdiciar un minuto en cosas que no agradan a Dios.
-Por supuesto que sí. Carlo era un chico de hoy, que usaba vaqueros, sudadera y zapatillas, al que le gustaba el deporte y practicaba algunos. Siendo todavía casi un niño, aprendió a manejar los programas informáticos y los ordenadores con tal maestría, que muchos le tenían por “un genio de la informática”. Sin embargo, Carlo no utilizó esos talentos recibidos de Dios para triunfar y conseguir éxitos humanos, sino para difundir el Evangelio de Jesús a través de internet, de las redes sociales, y en exposiciones virtuales sobre los milagros eucarísticos que están recorriendo el mundo.

'Carlo Acutis. La biografía del joven santo', publicada por Gloria Galán y Pedro de la Herrán en Homo Legens.
-Me parece que se ha destacado poco su profunda vocación de catequista. Los catequistas de hoy deberían aprender muchas cosas de él. Por ejemplo, de su preocupación por la evangelización, manifestada por encima de todo en su afán de dar a conocer a Jesucristo hasta el último rincón de la tierra (cf. Mateo 28, 19). Tenía en su corazón un gran deseo de difundir en todos el Amor a la Eucaristía.
»Como ya se ha dicho, Dios le había dotado de un don especial para el mundo de la informática, y su interés por el lenguaje de los ordenadores no tenía límites. Durante más de dos años, hasta su muerte, trabajó de modo incansable en crear una exposición digital de los 136 milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia. Es una exposición itinerante que está dando la vuelta al mundo.
»Otras cualidades que deberían aprender de Carlo los catequistas son su amor a la Iglesia, a los Sacramentos, en especial a la Sagrada Eucaristía (pero un amor, no solo teórico, sino bien práctico manifestado en la comunión diaria), su afán de conocer bien el Catecismo de la Iglesia católica, con el que preparaba sus lecciones de catequesis, su actitud servicial y afectuoso con los niños a los que dirigía sus clases, etc.
-Por supuesto. Pienso que debería destacarse más su vocación a favor de la vida humana y de la ecología. En clase, no ocultaba su fe católica, más bien al contrario. Un profesor del Liceo de Milán, Fabrizio Zaggia, tuvo en Secundaria como alumno a Carlo y destaca que era un muchacho muy alegre y muy normal. Jugaba al futbol en el equipo de su clase y hacía reír a sus compañeros. Cuando, en clase de Bioética, este profesor trató el tema del aborto, recuerda que enseguida intervino Carlo, y se vio que tenía las ideas muy claras sobre el asunto. Fabrizio relata que Carlo se detuvo en la cuestión del momento en el que comienza la vida humana y dijo: “Está muy claro que la vida humana comienza desde el momento en que ha sido concebida, desde que el óvulo y el espermatozoide se juntan”.
-Su madre, Antonia Salzano, lo ha mencionado en alguno de sus videos. Decía (no es una cita textual) que occidente es una sociedad en la que se ha extendido el miedo a la vida. Como Dios es Vida, la mentalidad antinatalista camina hacia la “no vida”, es decir, hacia la nada, hacia su extinción.
»De hecho, todos estamos viendo cómo en Europa disminuye el número de habitantes (y, por tanto, de cristianos), mientras crece velozmente el número de ciudadanos procedentes de países de religión musulmana (Marruecos, Argelia, Turquia, etc.). Estos ciudadanos, siguiendo las enseñanzas del Corán, están muy abiertos a la trasmisión de la vida, y generalmente suelen tener numerosos hijos. Podríamos decir que su fe en Dios les lleva a tener fe en la vida. En Europa, por el contrario, muchos ven el aborto como un derecho humano que las leyes deben proteger. Las cifras de abortos en occidente son escalofriantes. En España, no bajan de 90.000 al año; en Francia, alcanzan más de 222.000; en Estados Unidos, 900.000.
»Estoy seguro de que para San Carlo Acutis la defensa de la vida humana sería un objetivo prioritario, porque defender la vida aún no nacida es apostar a favor de la evangelización y del crecimiento del Reino de Dios en la tierra.
-Antonia, la madre de Carlo, ha relatado en varias entrevistas que Carlo, cuando era pequeño, descubrió la fe católica gracias al amor que recibía de su niñera Beata. Fue ella quien lo acercó a la Iglesia y, en especial, a la Eucaristía. Era una joven católica muy devota de San Juan Pablo II.
»La Misa, por ejemplo, no era para Carlo una tarea que cumplir dentro de la lista de cosas por hacer el domingo, sino que se convirtió realmente en el centro de su vida, en torno a la cual giraban todas las demás cosas. Esto es señal de una base espiritual muy sólida, que aprendió de Beata, pues los padres de Carlo en aquellos años no asistían los domingos a Misa.
»A través de oraciones, conversaciones y su propio ejemplo, Beata iba sembrando en el corazón de Carlo esas semillas de fe que, con el tiempo, echarían raíces y darían muchos frutos, que seguramente continuarán multiplicándose con el pasar de los años.

El niño Carlo Acutis, con su cuidadora, Beata, que le acompañó en sus primeros pasos en la fe.
»La fe es un don, pero también es un misterio que necesita una dirección correcta. La niñera de Carlo tuvo el privilegio de presentar a Jesús al pequeño Carlo, de modo que el niño pudo ir construyendo una real relación con Él y sentir su presencia cercana en la vida cotidiana.
-Yo diría que los niños de hoy tienen la importancia que dio Jesús a los niños de cualquier época, cuando dijo a los Apóstoles: Dejad que los niños se acerquen a Mí y no se lo estorbéis…Y tomándolos en brazos los bendecía y les imponía las manos (Marcos 10, 13-16).
»Es un pasaje digno de ser atentamente meditado. Jesús se detiene con los niños, les dedica su tiempo, sus caricias, sus abrazos, su bendición. Jesús nos está diciendo que, lejos de ser una pérdida de tiempo, es algo necesario, fundamental, exigido por el Señor (cf. Al paso del Señor, Rafael Belda, BAC, pag. 254).
»Por eso, la catequesis de niños, que el propio Carlo Acutis recibió de niño y a la que dedicó de más mayor mucho tiempo y empeño, es esencial, sobre todo en el ámbito de la familia. Los niños tienen una capacidad innata para el “misterio”, y, además, después de haber recibido el Bautismo, su alma en gracia adquiere una especial capacidad para amar a Jesús y para entender, a su nivel, los grande misterios de la Fe católica, entre los que destaca el misterio de la Sagrada Eucaristía y la presencia real de Jesús en la Santa Hostia.
»Pero, además, conocer bien a Jesús tiene un atractivo muy especial para los niños. El niño que, en la catequesis familiar y parroquial, va conociendo a Jesús mediante láminas, lecturas, canciones y pequeños actos litúrgicos, va entendiendo, no solo con su inteligencia, sino sobre todo con su corazón, que Jesús es su mejor Amigo, del que nunca deberá separarse y con el cual tendrá una especial unión y amistad cuando lo reciba en la Sagrada Comunión. Carlo repetía con frecuencia una frase que se ha hecho viral: La Eucaristía es mi autopista para llegar al Cielo.

Carlo Acutis, el día de su primera comunión.
-La Colección Carlo Acutis, que ya va por el cuarto libro, tiene mucho que ver con la importancia de los niños y jóvenes santos en la misión evangelizadora de la Iglesia y de cada cristiano. El papa Francisco, en su Exhortación Apostólica Christus vivit, ha escrito: El corazón de la Iglesia también está lleno de jóvenes santos. Ellos fueron preciosos reflejos de Cristo joven que brillan para estimularnos y para sacarnos de la modorra.
»Ser un niño o un joven santo no consiste en hacer cosas raras y espectaculares, sino en luchar para vivir, día a día, como un buen cristiano, buen hijo de familia y buen estudiante, alimentando la vida de fe en la oración y en la Eucaristía. Ese fue el programa de vida de San Carlo Acutis, y por eso ha sido elevado a los altares. El adolescente Carlo es un foco de luz y de alegría que nos enseña a seguir el ejemplo de un Cristo siempre joven.
-Por supuesto. Son muy importantes. Como antes decía, el Papa Francisco, en su Exhortación Apostólica Christus vivit, lanza una llamada vibrante a los jóvenes creyentes y menciona expresamente a algunos que son venerados en los altares, como Santo Domingo Savio, la Beata Chiara Badano, San Pier Giorgio Frassati, etc.
»La Iglesia también venera a algunos niños y niñas, mártires de los primeros siglos, como san Tarsicio, Justo y Pastor; y algunas niñas como santa Inés o santa Águeda.
»Sin embargo, la llamada de los niños y jóvenes a la santidad ha cobrado especial fuerza con el Concilio Vaticano II (1965), que proclamó la llamada universal a la santidad, sin hacer excepciones por la edad o condición. Por tanto, todos los niños que han recibido el sacramento del Bautismo están llamados a la santidad como Carlo Acutis.
-Carlo murió con 15 años recién cumplidos. Al comenzar octubre de 2006, Carlo acusó fiebre y algunos síntomas que parecían una gripe. Pocos días después, el diagnostico fue muy diferente: una leucemia M3 de efectos devastadores que podría causar una hemorragia interna mortal. Carlo vivió una semana entre la vida y la muerte. En ese trance dijo: “Ofrezco al Señor los sufrimientos que tenga que soportar por el Papa y por la Iglesia”. Carlo Acutis murió el día 12 de octubre del año 2006.
»En mi opinión, el caso de Carlo Acutis es un tanto singular, pues se trata de “un chico normal de nuestro siglo XXI”. Podríamos decir que San Carlo Acutis ha abierto la senda de la santidad a los niños y adolescentes de nuestro tiempo. Carlo es un ejemplo y un faro de luz para los niños y los jóvenes de hoy.
»El Papa Francisco declaró Beato a Carlo Acutis el 10 de octubre de 2020. Y el Papa León XIV lo ha canonizado el 7 de septiembre del 2025. Ambos decretos del Romano Pontífice fueron precedidos de los milagros que exige la Iglesia.
»Además, ¡San Carlo Acutis es el primer santo católico del siglo XXI!
»Y Carlo ya está diciendo a muchos niños y jóvenes de hoy: ¡¡Tú también estás llamado a ser santo!!