¿Por qué miles de personas levantaban figuras de Jesús este domingo en el Vaticano?
Durante el rezo del Ángelus de este domingo 21 de diciembre, se pudo ver a miles de asistentes a la Plaza de San Pedro levantar sus brazos con unas figuras en sus manos.

Cada año, el Papa protagoniza un momento especial con los niños de la Diócesis de Roma antes de Navidad.
El de este domingo 21 de diciembre no fue un rezo del Ángelus usual. Como cada domingo se agolpaban cientos de fieles en la Plaza de San Pedro, esperando el comentario al Evangelio del Papa León XIV, el rezo del Ángelus y la consiguiente bendición. Sin embargo, se apreciaba también la presencia de muchos niños y familias que, en determinado momento, alzaron hacia el pontífice sus figuras del niño Jesús. Daba así comienzo la tradicional bendición de los bambinelli, la primera presidida por León XIV.
Según se lee en el portal Diocesi di Roma, el evento de este año estuvo patrocinado por el Centro Oratori Romani y ha tenido como hilo conductor el lema "Un tesoro de luz en las manos", elegido para enfatizar la importancia de reconocer al Niño Jesús como el tesoro más hermoso en la vida de la comunidad cristiana.
Así se entienden los preparativos de la Plaza de San Pedro para este 21 de diciembre, un gran espacio al aire libre donde se combinaron villancicos, recreación y oración a partir de las 10:30 horas, cuando el espacio comenzó a llenarse de niños, familias y catequistas.
La Bendición del Niño Jesús se ha ido expandiendo en los últimos años a lo largo de todo el mundo, involucrando a cientos de comunidades y diócesis donde obispos y sacerdotes han decidido dedicar un domingo de Adviento al encuentro con las figuras del Niño Jesús y a la acogida de las familias.
Adorar al Niño, "el verdadero rostro de la Navidad"
“Al final de un año de gracia como el Jubileo que acabamos de vivir, volvemos una vez más a la Plaza de San Pedro”, reflexiona el presidente de Cor, Stefano Pichierri.
“La Estrella nos guía ante la Gruta para adorar al Niño Dios. Esperamos con ansias las palabras del Papa León XIV, quien ya ha demostrado su cuidado y cariño por la diócesis de Roma. Los niños de Roma desean vivir y, al mismo tiempo, mostrar a todos el verdadero rostro de la Navidad”, agregaba Pichierri.
Unas palabras que, en último término, llegaron del pontífice segundos después del mediodía, tras los saludos a fieles y peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, cuando dijo:
“Hoy también deseo dirigir un saludo especial a los niños y adolescentes de Roma. Queridos amigos, habéis venido con vuestros familiares y con los catequistas para la bendición de las imágenes del Niño Jesús, que colocaréis en el pesebre de vuestras casas, de las escuelas y de los oratorios”.
1.500 niños confirmados con sus "bambinelli"
Tras dirigir sus agradecimientos al organizador Centro de Oratorios Romanos, se dispuso a bendecir todas las imágenes del Niño Dios, imposible de calcular más allá de los 1.500 niños confirmados como asistentes al acto. A ellos se dirigió León XIV este 2025, su primera “bendición de los bambinelli”:
“Queridos niños, ante el pesebre, recen a Jesús también por las intenciones del Papa. En particular, recemos juntos para que todos los niños del mundo puedan vivir en paz. ¡Os lo agradezco de corazón! Y con las imágenes del Niño Dios y con todas las expresiones de nuestra fe en Él los bendiga siempre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”.
Fue entonces cuando se produjo la icónica imagen, de unos 1.500 niños presentes en la Plaza, que levantaban junto a sus familias y catequistas sus figuras e imágenes de Jesús para que fuesen bendecidas antes de ser incluidas en sus pesebres.
Una tradición de al menos 55 años
No se tiene un conocimiento preciso del primer año en que tuvo lugar dicha iniciativa en el Vaticano. Según la entidad organizadora, Centro Oratori Romani, la tradición fue iniciada en 1969 por Pablo VI y continuada a lo largo de los años, si bien algunas fuentes no oficiales aseguran que su predecesor, Pío XII, ya habría participado en algún episodio de bendición de figuras del niño Jesús.
Lo que sí corroboran las fuentes vaticanas es la gran expansión de la bendición de los bambinelli. Actualmente se encuentra extendida por buena parte de Italia y, tras cruzar fronteras, habría llegado a Hispanoamérica, Estados Unidos, Filipinas, Inglaterra o Irlanda, involucrando a cientos de comunidades y diócesis, mientras sacerdotes y obispos dedican al menos un domingo de Adviento al encuentro con las imágenes del Niño, su bendición y acogida a familias, niños y fieles.
La primera bendición
En cuanto a la primera ocasión en que tuvo lugar dicha bendición, la Conferencia Episcopal de Italia cita en su ritual de bendición el Ángelus que pronunció Pablo VI el 21 de diciembre de 1969:
“Nos calentamos en el pesebre, como en un hogar de amor puro y bueno, y nos sentimos, en cierta medida, iluminados sobre todos los problemas de esta misteriosa aventura nuestra, nuestra vida en el tiempo, en la tierra. El belén es precioso, ¿verdad, niños? ¿Verdad que sí, hombres, que representan el mundo del trabajo para nosotros? Sí, es precioso; y por eso bendeciremos inmediatamente sus estatuillas del Niño Jesús desde nuestra ventana, y luego bajaremos a la plaza para bendecir el belén”.