Evangelizar por la puerta estrecha

Sí, subir es esfuerzo y descender facilidad, y es por la puerta estrecha que entraremos. El Señor lo recuerda: “Traten de entrar por la puerta estrecha” (Lc 13,24). En el momento que menciona la entrada por la puerta estrecha, primero recuerda: “Traten”, ya que sin la ferviente contención del espíritu, es invencible la fuerza de este mundo que lleva sin cesar el alma hacia lo bajo. (San Gregorio Magno. Morales sobre el libro de Job, XI (SC 212))

Este domingo vamos a escuchar un mensaje de Cristo que no somos capaces de comprender: “Traten de entrar por la puerta estrecha” (Lc 13,24). Vivimos en una sociedad en que lo que interesa se simplifica y lo que no interesa, se prohíbe. Esforzarnos parece de otros siglos. San Gregorio Magno, al afirmar que "subir es esfuerzo y descender facilidad", nos recuerda una verdad fundamental de la espiritualidad católica: el camino hacia Dios, hacia la santidad, no es un sendero llano ni exento de obstáculos. Al contrario, exige una lucha continua y una disciplina férrea. Esta idea resuena profundamente con la enseñanza de Jesús sobre la "puerta estrecha".

Ahora, cuando leemos "traten" no es una sugerencia casual, sino una exhortación imperativa. Implica un esfuerzo deliberado y sostenido, una ferviente constancia espiritual. La "fuerza de este mundo" es una corriente poderosa que constantemente arrastra el alma "hacia lo bajo", hacia el mundo, hacia lo inmanente. Esta fuerza se manifiesta de múltiples maneras: las tentaciones, las distracciones, el materialismo, la autosuficiencia, la comodidad, o incluso la pereza espiritual. Todas ellas actúan como un lastre que impide el ascenso. En el Padre Nuestro decimos "Hágase Tu Voluntad, así en la Tierra, como en los Cielos" y no nos damos cuenta que la herramienta que Dios utiliza en el mundo somos nosotros.

Si llevamos esto al contexto de la nueva evangelización y la evangelización digital, el pensamiento de San Gregorio Magno adquiere una relevancia particular. Subir en el ámbito digital significa no solo mantener la fe en un entorno lleno de ruido mediático y desinformación, sino también ser evangelizadores auténticos que, con esfuerzo y dedicación, difunden el mensaje del Evangelio. Descender, por otro lado, sería caer en la superficialidad, buscar influenciar, el sensacionalismo o la inactividad, permitiendo que la "fuerza de este mundo" (la búsqueda de likes, la vanidad, el desánimo ante la crítica incluso la indiferencia de la sociedad y de la misma Iglesia) limite el propósito evangelizador.

La puerta estrecha no es solo un acceso difícil, sino un sendero que exige una purificación constante de nuestras intenciones y acciones. El esfuerzo no es un castigo, sino la herramienta necesaria para despojarnos de aquello que nos pesa y nos impide alcanzar la plenitud en Cristo. La facilidad del descenso es una advertencia: lo que es fácil en el camino espiritual rara vez conduce a la verdadera libertad o al encuentro profundo con Dios.

San Gregorio Magno nos llama a la perseverancia y compromiso activo en nuestra fe. Nos dice que no es nada sencillo. La ascensión espiritual es una empresa ardua, pero es precisamente en ese esfuerzo donde encontramos la ayuda de la Gracia de Dios y la compañía del Espíritu Santo. El evangelizador no busca fama o honores. No se presenta a sí mismo como clave de nada. Cristo es la Piedra Angular, la Clave de Bóveda (Mt 21, 42) que abre la estrecha puerta hacia la vida eterna. La abre a quienes humildemente hacen Su Voluntad.