La Junta de Andalucía ha iniciado un expediente sancionador, que podría acabar con una multa de hasta 120.000 euros, contra la psicóloga Carola López Moya, tras haber sido denunciada por grupos protrans al acusarla de haber promocionado supuestas “terapias de conversión” a personas transexuales.

López Moya es una conocida activista feminista, muy activa en las redes sociales, y autodeclarada de izquierdas. Este caso es un claro reflejo de la guerra abierta que hay en este momento entre una parte importante del feminismo y el lobby trans.

Otro dato destacable del caso es que este expediente sancionador se produce en aplicación de la Ley LGTB de Andalucía aprobada en 2017 cuando el Partido Socialista estaba en el poder, pero que ha sido aplicada ahora bajo el gobierno de Moreno Bonilla, bajo una coalición PP-Ciudadanos. En lo que va de legislatura, el gobierno andaluz no ha hecho ningún amago por derogar esta ley sino más bien está motivado en seguir adelante con ella.

"Las mujeres trans son varones"

“Lo que hemos hecho es cumplir con la ley. No podíamos haber hecho otra cosa. Si los hechos son ciertos, resulta imperdonable. Que a estas alturas haya profesionales que digan que pueden reconvertir a personas transexuales… No se puede permitir que algo así exista. Los presuntos hechos suponen un atentado claro a los derechos humanos”, explica a El Periódico Ángel Mora, director general de Violencia de Género e Igualdad de Trato de la Junta de Andalucía, que pertenece a Ciudadanos.

En realidad lo que ha hecho Carola López Moya es manifestarse abierta y claramente en las redes sociales en contra del lobby trans desde una perspectiva feminista. Así, ha dejado mensajes por escrito tales como: “las mujeres trans son varones”, “las cirugías de reasignación de sexo son un negocio que se lucra del malestar que produce el género” o que “si alguien está a disgusto con su cuerpo, lo lógico es ayudarle a aceptarse con la mínima invasión posible”.

Pero además el pasado mes de junio a través de Twitter afirmaba: “para aquellos misóginos que se preocupan por mis pacientes porque soy crítica con la identidad de género, decirles que están progresando porque precisamente les ayudo a deshacerse del malestar psicológico producido por el género, construcción cultural que subordina a las mujeres”.

Rápidamente fue acusada de promover a través de su consulta “terapias” para ayudar a personas trans a dejar de serlo por lo que fue denunciada ante la Junta de Andalucía por la Asociación de Transexuales de Andalucía y la Asociación Española contra las Terapias de Conversión.

Multada por una ley del PSOE aplicada en un gobierno del PP

La comunidad autónoma ha dictado que su comportamiento puede ser constitutivo de una infracción muy grave, que la ley de 2017 lo recoge así: “promover, difundir o ejecutar por cualquier medio cualquier tipo de terapia para modificar la orientación sexual y la identidad de género con el fin de ajustarla a un patrón heterosexual y/o cisexual”.

Carola López Moya afirma que las acusaciones son “falsas y absurdas” ya que ella está “especializada en psicología perinatal” y en el trabajo con mujeres”, por lo que dice sentirse un “chivo expiatorio”.

De producirse la sanción sería el primer caso en España de estas características relacionado con las personas trans. Ya ha anunciado que recurrirá y puede prosperar su recurso, al igual que ocurrió en Madrid con la coach Elena Lorenzo, que tras una brutal persecución del lobby LGTB fue sancionada con 20.000 euros por la Comunidad de Madrid en aplicación de la Ley LGTB. Sin embargo, tras una larga lucha judicial Lorenzo logró salir vencedora y la multa le fue anulada.

"La infancia está en peligro"

López Molla lleva tiempo bajo la mira de los grupos trans por su posicionamiento feminista contrario al género. En una entrevista en la web La hora digital, portal feminista, hablaba tras una de estas polémicas.

“Todo ha surgido a raíz de darme cuenta de que el género hay que erradicarlo y no permitir que las leyes lo blinden. Me he dado cuenta de que la infancia está en peligro porque estas leyes permiten que las criaturas tomen decisiones que afectarán a su desarrollo físico y psicológico para toda la vida sin ninguna evaluación, ni contando con la opinión de la madre y del padre. Escribí un hilo al respecto apelando a que dejaran a los niños y niñas en paz, desarrollándose y jugando como quieran, recordando que la coeducación es educar sin estereotipos sexistas y en la igualdad de oportunidades independientemente del sexo”, explicaba esta psicóloga madre de una niña con parálisis cerebral.

“La infancia es una etapa de la vida que se caracteriza por el aprendizaje a través del juego. Las personas adultas debemos esforzarnos porque los estereotipos sexistas no les influyan, o lo hagan lo mínimo posible”, añadía esta psicóloga que confesaba haber votado a Podemos y que estaba decepcionada con el Gobierno.