La postura del PSOE, en España, respecto al vientre de alquiler, según han repetido varias veces sus directivos, es contraria, tanto en los casos que media dinero como en los supuestamente "altruistas" (hay mucho que matizar en ese supuesto "altruismo").

En cambio, el Partido Popular, no tiene muy clara su postura. Debatió sobre ello en su congreso nacional de 2017 y lo único que se estableció es que prohibía usar la expresión "vientre de alquiler" por considerarla negativa para los niños.

En realidad, son la industria y el negocio del vientre de alquiler los que intentan evitar esa expresión (prefieren "maternidad subrogada"), mientras que las asociaciones que piden abolir esta práctica usan la expresión porque define bien de qué se trata: un negocio que usa las entrañas de las mujeres, con todos los riesgos que implica.

El PP se declara -por ahora- firmemente contra el vientre de alquiler "mercantil". Su ponencia de 2017 (han pasado 6 años) pedía "un debate que tras escuchar a los expertos tanto desde el ámbito científico, como jurídico y ético, nos permita dialogar, debatir y construir juntos". No significaba gran cosa y tampoco se hizo tal debate.

Según explica ABC, a favor de legalizar el vientre de alquiler "altruista" en 2017 estaban Alberto Núñez Feijóo, Juanma MorenoEsperanza Aguirre y José Antonio Monago. En contra se manifestaron figuras que ya no están en el PP, como Lourdes Méndez (hoy en Vox) o que hoy tienen poco margen de maniobra en el partido, como Luis Peral, José Luis Sastre y Javier Puente.

Este mismo miércoles, a raíz del caso de la actriz Ana Obregón, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, decía a los periodista en el Congreso de los Diputados que el tema (del vientre de alquiler "altruista") merece "un debate profundo".

Otros partidos, de izquierdas y de derechas -PSOE y Vox, por ejemplo-, ya hicieron su debate profundo y declaran que no puede haber tal "vientre de alquiler altruista". 

Veamos algunas preguntas que plantea el llamado "vientre de alquiler altruista", preguntas que muestran que el niño y la embarazada siguen poniéndose en peligro.

Preguntas incómodas, también en el vientre de alquiler "altruista"

Si el bebé viene enfermo y nace, ¿quién se lo queda?

¿Y si el donante "altruista" del esperma es un novio que prometió amor eterno pero desaparece a mitad del proceso?

¿Y si quiere abortar la gestante a mitad del proceso y la dueña de los óvulos se opone?

¿Y si es al revés: la dueña de óvulos le exige a su hermana o amiga -su gestante altruista-que aborte, y la gestante se niega?

¿Y si hay gemelos o trillizos y no se ponen de acuerdo en cuáles o cuántos quedarse, cuáles repartir, cuáles congelar y cuáles abortar?

¿Y si nace el niño y dice a sus dos madres: 'tú no eres mi madre, sólo diste los óvulos' o 'tú no eres mi madre, sólo una gestante'?

¿Y si la hermana gestante decide quedarse con el niño que en teoría iba a ser para su hermana? ¡Después de todo, ha vivido en su interior 9 meses, ha establecido un lazo incluso químico, las células madre del bebé siguen en su sangre...

¿Y si la generosa madre gestante altruista descubre que ha sido engañada por su amiga, su amante o su pariente? A la gestante engañada le dijeron que el bebé sería muy amado o cuidado, o que los padres serían ricos, pero al ver que es falso, ¿Y si prefiere abortarlo/quedárselo/darlo en adopción a unos amigos ricos...?

¿Y si se hace todo para tener un donante compatible con otro bebé, quizá abortándolo para usar sus órganos?

¿Y si el embarazo se complica? La ciencia sabe que el cuerpo femenino no está bien equipado para gestar un embrión que no sea engendrado por la mujer misma y trata al embrión implantado artificialmente como un cuerpo extraño. El sistema inmunológico intenta rechazarlo. Para la gestante hay más riesgo de preeclampsia, hipertensión, diabetes... y también los niños tienen más riesgos a largo plazo(Vea aquí: 8 efectos negativos del vientre de alquiler para la salud del bebé).

¿De verdad es capaz el Estado de regular todas estas casuísticas? La empresa privada lo regula con contratos draconianos donde poderosas empresas imponen sus criterios a las embarazadas (a menudo pobres y manejables) y nunca a favor del niño

¿Esclavitud o gladiadores altruistas?

La necesidad de prohibición total nos puede llevar a comparar con el caso de la esclavitud. Ningún político -por ahora- aceptaría la esclavitud "altruista" o "voluntaria". La ley no lo permite en ningún país: uno no puede voluntariamente venderse como esclavo. Pero si se legalizara, muchos -débiles, hambrientos, desesperados o engañados- lo harían.

De igual forma,  si la industria del espectáculo planteara legalizar combates a muerte televisados, con voluntarios que firmaran papeles diciendo que lo hacían voluntariamente., tampoco se admitiría (aunque legalizar la eutanasia puede cambiar esto: si puedo pedir que me maten con una inyección, puedo pedir cobrar un dinero para mi familia muriendo en un espectáculo).

La total ilegalización del vientre de alquiler es como la total ilegalización de la esclavitud o los espectáculos de lucha a muerte: se basa en evitar el usar personas como cosas.

El falso "altruismo": un coladero

Nada más se abre la rendija, supuestamente "con muchos controles", se crea una poderosa y lucrativa industria disfrazada de "voluntariedad" y "altruismo".

Incluso si se legisla que no se dará dinero a la gestante por gestar, siempre habrá favores por medio y formas de pagar, especialmente a las mujeres más pobres y desesperadas: se camuflará como "gastos médicos", "compensación por el tiempo dedicado", "regalos". ¡Todo esto ya se ha visto en varios lugares de EEUU y otros países!

El dinero se puede entregar en negro, o en plazos posteriores, o en otro país. Se puede prometer dinero en negro a gestantes pobres, mujeres desesperadas... y luego no dárselo.

Como usar y abusar de mujeres gestantes sin pagar

Además, hay muchas formas de conseguir gestantes sin pagar, como por ejemplo:

- el chantaje ("gestarás a mi hijo o contaré todos tus secretos"),
- la seducción ("hazlo por mí, sabes que te quiero de verdad"),
- la falsa amistad ("si no gestas mi bebé, me deprimiré, o suicidaré, o ya no seremos amigos, y volverás a estar sola"),
- la culpa ("perdí a mi hijo o mi fertilidad por tu culpa, compénsalo gestando nuestro bebé"),
- el simple soborno ("yo consigo que te den ese empleo, o ese cargo, y tú gestas mi bebé"),
- el engaño ("sí, dije que estaríamos juntos para siempre, pero no pensarías que iba en serio").

Hay muchos trucos más de este estilo. Una sociedad sana puede evitarlos sólo manteniendo ilegal todo tipo de vientre de alquiler, incluso el supuestamente "altruista".

En realidad, una vez admitido el vientre "altruista", las empresas de vientre de alquiler, después de publicitar muchos casos supuestamente felices y maravillosos, encuentran los 'coladeros' primero, y la legislación después, para ganar dinero y ampliar mercado.

Habrá inevitablemente casos "altruistas" conflictivos. Los empresarios del vientre de alquiler dirán: "Con un contrato se habrían aclarado las condiciones". Pero ¿qué sentido tiene hacer contratos no mercantiles?

Enseguida se daría el paso a lo mercantil (primero vía "seguros médicos" y "compensaciones"). Además, se usaría el argumento antidiscriminación: ¿no es discriminatorio que una persona con hermanas o amigas pueda lograr gestantes y una persona sin ellas no cumpla su deseo de tener 3 bebés (rubios y sanos, se entiende)?

La sórdida casuística

El diputado y profesor universitario Francisco José Contreras ha escrito sobre el tema, señalando "la sórdida casuística" que ya se ve donde hay vientre de alquiler "altruista".

"La maternidad subrogada –sea remunerada, sea altruista– obliga a la gestante a un desdoblamiento inhumano: gestar sin implicarse, como si la cosa no fuera con ella. Sin embargo, el vínculo biológico y emocional con el feto es inevitable. La separación del niño que ha habitado sus entrañas resultará desgarradora: por eso más del 10% de las madres subrogadas necesitan terapia psicológica tras el parto", señala el diputado.
 
"La inhumanidad de la gestación subrogada es confirmada por la sórdida casuística y el alto nivel de litigiosidad de que va acompañada en los países en los que es legal. A veces los comitentes exigen el aborto (en caso de deficiencia fetal o embarazo múltiple) a la gestante y ésta se niega: le ocurrió, por ejemplo, a la norteamericana Melissa Cook, que rehusó abortar a uno de sus trillizos, como demandaba el comitente, un hombre de 47 años. Cook denuncia desde entonces la maternidad subrogada como un "abyecto mercado de bebés".

Algo similar ocurrió en 2014 con la gestante tailandesa Pattaramon Chanbua: la pareja australiana comitente no quiso hacerse cargo del bebé Gammy, un niño con síndrome de Down (aunque sí aceptó a Pipah, su hermana normal).



El pequeño Gammy, en brazos de Pattaramon Chanbua, quien lo adoptó cuando fue rechazado por sus "padres". Pincha aquí para saber más sobre esta historia.

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Vídeos como este, "Criadoras", muestra casos de vientre de alquiler altruista que dañan  igual a las mujeres y bebés; pone en peligro su salud, sus lazos con la maternidad, les hace vulnerables a nuevas manipulaciones; la mejor regulación es la total prohibición mundial