León XIV: «El Espíritu de Jesús cambia el mundo inspirando una dimensión contemplativa de la vida»

"En esta vigilia de Pentecostés nos encontramos íntimamente vinculados por la proximidad de Dios, por su Espíritu que une nuestras historias a la de Jesús": estas palabras del inicio de su homilía en la Vigilia de Pentecostés resumen el espíritu que congregó este sábado por la tarde en la Plaza de San Pedro a decenas de miles de personas para el Jubileo de los Movimientos, de las Asociaciones y de las Nuevas Comunidades.

Experiencias de fe en unidad

Entre los presentes, la Juventud Mariana, las Células Parroquiales, la Comunidad de San Egidio, la Acción Católica, la comunidad Shalom, la Renovación Carismática, Nuevos Horizontes, Gen Verde, el Camino Neocatecumenal, la Renovación en el Espíritu, Comunión y Liberación...

La vigilia fue precedida por una preparación a base de meditaciones, cantos y el testimonio de cuatro cristianos que relataron su vivencia de la fe en contextos muy difíciles: Hussam Abu Sini, oncólogo árabe nacido en Nazaret, de Comunión y Liberación; Nicola Boricchi, crecido entre abusos y abandonos, de Nuevos Horizontes; Aline Minani, congoleña víctima de la guerra, de la Comunidad de San Egidio; Pedro Sánchez Sáez y María Begoña Ballester Zapata, del Camino Neocatecumenal, casados desde hace treinta años, con doce hijos (dos de ellos seminaristas) y cuatro nietos, misioneros en Kiev (Ucrania), conocedores de primera mano de los estragos vividos.

Para todos ellos valían las palabras que proclamó León XIV: "Percibimos aquí el perfume del crisma con el que fue marcada nuestra frente. El Bautismo y la Confirmación, queridos hermanos y hermanas, nos han unido a la misión transformadora de Jesús, al Reino de Dios. Como el amor nos hace familiar el olor de una persona querida, así reconocemos esta noche los unos en los otros el perfume de Cristo. Es un misterio que sorprende y nos hace pensar".

Sinodalidad

El Papa recordó la etimología de la palabra "sinodalidad" ("syn" que significa "con" y "odós" que significa "camino") para afirmar que dicho término "expresa felizmente el modo en el cual el Espíritu modela la Iglesia": "Somos un pueblo en camino... En un mundo quebrantado y sin paz el Espíritu Santo nos educa a caminar juntos".

"Dios ha creado el mundo para que nosotros estuviésemos juntos", insistió, por lo que "sinodalidad” es "el nombre eclesial de esta conciencia" que permite a cada uno sentirse "parte de una totalidad... fuera de la cual todo se marchita, incluso el más original de los carismas".

Recalcaba así el pontífice lo que había dicho el día anterior a los responsables de las organizaciones reunidas ahora en la Plaza: "Que vuestros carismas permanezcan siempre al servicio de la unidad de la Iglesia". 

Pero añadió: "Que vuestros grupos y comunidades sean entonces lugares donde se practique la fraternidad y la participación, no sólo en cuanto lugares de encuentro, sino en cuanto lugares de espiritualidad".

Porque es el "Espíritu de Jesús" el que "cambia al mundo, porque cambia los corazones" inspirando "esa dimensión contemplativa de la vida que aleja la autoafirmación, la murmuración, el espíritu de controversia, el dominio de las conciencias y de los recursos".

Por último, León XIV afirmó que "la evangelización... es el camino de las bienaventuranzas": "Para seguir a Jesús en este camino que Él ha elegido no sirven poderosos protectores, compromisos mundanos o estrategias emocionales. La evangelización es obra de Dios y, si a veces pasa a través de nuestras personas, es por los vínculos que hace posible. Estén por tanto profundamente ligados a cada una de las Iglesias particulares y a las comunidades parroquiales donde alimentan y gastan sus carismas. Cerca de sus obispos y en sinergia con todos los otros miembros del Cuerpo de Cristo actuaremos, entonces, en armoniosa sintonía".