Barbarin, Puljić, Bozanić, Erdő y Turkson: así piensan los 5 cardenales que viven su tercer cónclave

Cardenales en la quinta Misa de Novendiales del Papa Francisco el 30 de abril de 2025 en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
En estos momentos, 133 cardenales electores se encuentran decidiendo en el cónclave comenzado este 7 de mayo quién será el próximo sucesor de Pedro, el Papa número 267 de la Iglesia.
De entre las muchas consideraciones que podrían segmentar la votación, hay una significativa que es la de la experiencia de los cardenales en otros cónclaves. Destacan especialmente cinco de ellos que han participado con anterioridad en dos elecciones y que ahora viven su tercer cónclave: Philip Barbarin, Vinko Puljić, Josip Bozanić, Peter Erdő y Peter Turkson.
Vinko Puljić
En cuanto a Puljić, su presencia en el cónclave ha sido recibida como una sorpresa, pues debido a complicaciones en su estado de salud anunció que no participaría en el mismo. Algo que se desmintió con su misma presencia en la procesión de este miércoles y su consiguiente juramento previo a las votaciones.
Las posturas del arzobispo emérito de Sarajevo son eminentemente ortodoxas y firmes en lo doctrinal. Elevado a cardenal por Juan Pablo II en 1994, tiene actualmente 79 años y es especialmente conocido y querido por la población por su papel pacificador durante la guerra en Bosnia, cuya conferencia episcopal presidió.
En lo tocante a sus posicionamientos, es destacada su defensa de las raíces cristianas de Europa, a su juicio gravemente amenazadas por el islamismo que goza de una presencia cada vez mayor en el continente.
“Europa no conoce bien al islam y no entiende qué significa vivir al lado del radicalismo islámico. Debe aprender a proteger sus raíces cristianas, de lo contrario seguirá temiendo al radicalismo”, ha expresado.
En este sentido, el cardenal bosnio ha denunciado abiertamente la disminución de la población católica en Sarajevo, afirmando que se ha convertido en una ciudad exclusivamente musulmana. También ha criticado a la comunidad internacional por lo que percibe como favoritismo hacia los musulmanes.
Puljić también se opone a la bendición de las parejas del mismo sexo, impulsadas especialmente por los jerarcas alemanes. A este respecto declaró que “lo divino es lo primero” y aunque no pretende “ser juez”, reiteró que no puede “aceptar tales puntos de vista”. Para él, las propuestas de bendecir a las parejas del mismo sexo son "ideas exóticas" ajenas a las enseñanzas de la Iglesia. También se ha mostrado crítico con el Camino Sinodal Alemán y sus propuestas de reforma, calificándolas de incompatibles con el Evangelio. Insiste en el retorno al Evangelio original en lugar de abrazar el secularismo o el relativismo.
Peter Turkson
A sus 76 años, Peter Turkson es el primer Purpurado nativo de Ghana, arzobispo emérito de Cape Coast y otro de los que repiten cónclave por tercera vez.
Fue ordenado sacerdote de la Arquidiócesis de Cape Coast el 20 de julio de 1975 y se especializó en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, en 1976-1980 para la licenciatura y en 1987-1992 para el doctorado.
Nombrado por Juan Pablo II arzobispo metropolitano de su archidiócesis de nacimiento el 6 de octubre de 1992, fue ordenado obispo el 27 de marzo de 1993.
También fue presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Ghana de 1997 a 2004 y, tras ocupar diversos cargos, el 24 de octubre de 2009, al final de la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, de la que fue Relator General, Benedicto XVI le nombró presidente del Consejo Pontificio de Justicia y Paz.
El 24 de septiembre de 2013 el Papa Francisco lo confirmó al frente del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, desde el 1 de enero de 2022 es Prefecto Emérito.
Hasta el día de hoy es canciller de las pontificias academias de ciencias y de ciencias sociales. En 2005 participó en su primer cónclave. En el último cónclave de 2013, el cardenal protagonizó involuntariamente un espectáculo que nunca se había dado en los días anteriores al cónclave, cuando aparecieron carteles “pidiendo el voto” para Turkson y comparándole a Benedicto.
Más allá de su temprana renuncia a los 73 años, su relación con Francisco ha sido correcta y muchos lo consideran continuista con sus medidas, especialmente por su colaboración con la encíclica Laudato si y su estrecha participación en el ámbito de la ecología o el cambio climático. Su posicionamiento según Cónclave Informa es poco definido, existiendo quienes lo consideran de tendencia “conservadora” y otros, al mismo tiempo, continuista con una corriente más progresista.
Respecto a los temas más polémicos de los últimos años, College of cardinals report lo sitúa en contra de la ordenación de diaconisas, ambiguo en torno a la bendición de parejas homosexuales, favorable en determinados aspectos al celibato sacerdotal de corte opcional y favorable al discurso del cambio climático. Se desconoce su opinión en torno a los acuerdos secretos de China y el Vaticano, la restricción de la misa tradicional o Vetus Ordo, el Camino Sinodal alemán o la reevaluación de la Humanae Vitae.
Philippe Barbarin
A sus 74 años, Philippe Barbarin (Rabat, Marruecos) también se encuentra participando en su tercer cónclave. Como exarzobispo de Lyon, es especialmente conocido por su innovación pastoral, su compromiso con el diálogo interreligioso y su apoyo a los cristianos perseguidos.
El mandato de Barbarin como arzobispo desde 2002 se caracterizó por su enfoque emprendedor e innovador en la labor pastoral. En 2003, el papa Juan Pablo II lo elevó al cardenalato, reconociendo su creciente influencia en la Iglesia.
En 2014, demostró su dedicación viajando a Erbil, Irak, para solidarizarse con los cristianos perseguidos por el ISIS. Sus esfuerzos en las relaciones interreligiosas fueron aún más reconocidos cuando Kamel Kabtane, imán de la Gran Mezquita de Lyon, le concedió la Insignia de Oficial de la Orden Nacional del Mérito en 2007.
Su carrera sufrió un serio revés en 2017 cuando se cuestionó su gestión de las acusaciones de abuso sexual dentro de la Iglesia. Ese mismo año, fue acusado de no denunciar los abusos sexuales presuntamente cometidos por el sacerdote Bernard Preynat, lo que dio lugar a un juicio de gran repercusión en 2019, donde Barbarin fue inicialmente declarado culpable y condenado a seis meses de prisión en suspenso, hasta que finalmente se revocó la condena tras la apelación. A pesar de esta victoria legal, el papa Francisco aceptó la renuncia de Barbarin como arzobispo de Lyon el 6 de marzo de 2020, poniendo fin a su mandato en el cargo.
En cuanto a sus posicionamientos, Barbarin ha remarcado su firme oposición al mal llamado “matrimonio homosexual” en Francia y ha facilitado la celebración del Vetus Ordo a la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro
El cardenal posee un gran talento lingüístico y sus habilidades multilingües han contribuido a su eficacia como orador y a su capacidad para conectar con diversas comunidades, tanto en Francia como a nivel internacional. Además de su francés nativo, Barbarin habla italiano, inglés, español, alemán y malgache.
A lo largo de su carrera, el cardenal Philippe Barbarin ha sido admirado por su celo pastoral y sus esfuerzos interreligiosos.
Péter Erdő
A sus 72 años, el arzobispo de Esztergom-Budapest y Primado de Hungría se desempeña como canonista y académico destacado por su previo liderazgo al frente de la Conferencia Episcopal de Hungría. Es autor de más de 250 estudios en los campos del derecho canónico y la espiritualidad. Además de los cónclaves de 2005 y 2013, ha participado en varios sínodos.
Hablando alemán, italiano, francés, español, inglés y su húngaro nativo, Erdő fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Católica Húngara en 2005.
Formado en medio de las dificultades del comunismo ateo, Erdő es reconocido por su espíritu intelectual, cultural, docente y estudioso, especialmente como canonista y en Sagradas Escrituras.
Si bien prefiere la Forma Ordinaria de la Misa, ha expresado su voluntad de apoyar la Forma Extraordinaria, aunque no se conocen comentarios públicos sobre la Traditionis Custodes ni las restricciones a la Misa tradicional en latín.
Considera la Eucaristía y el sacerdocio como estrechamente relacionados y se opone al celibato opcional para los sacerdotes. Defensor de la estructura jerárquica de la Iglesia, es un sacerdote con un corazón pastoral para quien la importancia de la salvación fue el motor de su ordenación. Ha puesto gran énfasis en la Nueva Evangelización y la atención a la juventud. La labor misionera es fundamental en su enfoque pastoral y ha mostrado gran preocupación por la crisis de vocaciones en la Iglesia.
En cuestiones políticas como la inmigración, un problema que Hungría ha estado lidiando durante algunos años, el cardenal ha transmitido un enfoque equilibrado, reconociendo el derecho a migrar pero también consciente de los peligros de integrar a los refugiados sin poner en peligro la estabilidad política.
También ha expresado su preocupación por los cristianos perseguidos ("Vemos a los discípulos de Cristo en ellos") lo que para él no es incompatible con una visión benigna del islam. También es conocido su papel y postura favorable al diálogo religioso.
Suele subrayar la grave crisis a la que se enfrenta la Iglesia a causa del secularismo y el relativismo, defiende firmemente la existencia de la ley natural y su experiencia con el comunismo le ha enseñado la importancia que la religión puede desempeñar para llenar el vacío dejado por el colapso de una ideología política.
Erdő niega el universalismo, la idea de que todos se salvan, pero cree que todos pueden salvarse. En última instancia, cree que solo a través de Jesucristo la humanidad puede encontrar su camino hacia Dios. Está a favor del acompañamiento pastoral para los divorciados que se han vuelto a casar, pero solo si no hay duda alguna sobre la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio. Se opone firmemente a la aceptación de las uniones homosexuales, pero favorece el apoyo pastoral para quienes sufren atracción hacia personas del mismo sexo. Defiende la Humanae Vitae, es firmemente provida y tiene una ferviente devoción mariana.
Admirador del Papa Pablo VI, era el favorito del difunto cardenal George Pell, quien veía en el cardenal húngaro un sucesor muy adecuado de Pedro, alguien que podría, sobre todo, restaurar el estado de derecho en el Vaticano después del pontificado de Francisco.
Vaticano
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Pablo J. Ginés
Josip Bozanić
El Arzobispo Emérito de Zagreb (Croacia) es el quinto de los 132 cardenales que participan por tercera vez en un cónclave.
Nació el 20 de marzo de 1949 en Rijeka, fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1975 y es licenciado en teología dogmática y derecho canónico.
Bozanić comenzó su trayectoria eclesiástica como párroco durante tres años antes de continuar sus estudios en Roma entre 1979 y 1985. Al regresar a Yugoslavia, desempeñó diversos cargos, entre ellos el de canciller y vicario general de la Curia de Krk, y el de profesor de teología dogmática y derecho canónico en el Instituto Teológico de Rijeka.
El 10 de mayo de 1989, a la edad de 40 años, Bozanić fue nombrado obispo coadjutor de Krk, lo que lo convirtió en uno de los obispos más jóvenes de Europa en aquel momento. Se convirtió en obispo de Krk el 14 de noviembre de 1989. Su carrera continuó progresando y el 5 de julio de 1997 fue nombrado arzobispo de Zagreb, cargo que ocupó hasta el 15 de abril de 2023, cuando el papa Francisco aceptó su renuncia.
Bozanić fue creado cardenal por el Papa Juan Pablo II en el consistorio del 21 de octubre de 2003. Como cardenal, ha sido miembro de varios organismos importantes del Vaticano, incluidos los Dicasterios para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y para la Evangelización.
A lo largo de su carrera, Bozanić ha ocupado diversos cargos de liderazgo en la Iglesia. Fue presidente de la Conferencia Episcopal de Croacia de 1997 a 2007. También fue vicepresidente del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas de 2001 a 2011. Actualmente, es observador de Croacia en la ComECE (Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea).
En 2014, el cardenal Bozanic fue nombrado miembro de la comisión cardenalicia del Banco Vaticano, oficialmente conocido como Instituto para las Obras de Religión (IOR). Esta comisión ha desempeñado un papel crucial en la supervisión de las operaciones y la gobernanza del Banco Vaticano, y el nombramiento de Bozanic se enmarcó en un marco más amplio de reformas económicas y de comunicación anunciadas por la Santa Sede.
El cardenal participó en el cónclave de 2005 que eligió al Papa Benedicto XVI y en el cónclave de 2013 que eligió al Papa Francisco.
Familia
Croacia, único pueblo de la UE al que han dejado votar sobre el matrimonio gay, le dice «no»
P. J. Ginés/ReL
En 2013, Bozanić participó en un referéndum croata sobre la definición del matrimonio. La pregunta era: "¿Está usted a favor de que se modifique la Constitución de la República de Croacia con una disposición que establezca que el matrimonio es el matrimonio entre una mujer y un hombre?". Su objetivo era crear una prohibición constitucional del matrimonio entre personas del mismo sexo.
El cardenal emitió una carta pastoral para ser leída en todas las iglesias católicas del país, recordando a los feligreses que "el matrimonio es la única unión que permite la procreación". El referéndum, al que se opusieron el presidente y el primer ministro del país, fue aprobado con un 66% de aprobación y se consideró una victoria significativa para la Iglesia.
En nombre de la Conferencia Episcopal Croata en 2020, el cardenal elogió la sinodalidad como un "acto profético de la Iglesia atenta a los signos de los tiempos" y como un medio para la paz en el mundo contemporáneo.
El papa Francisco aceptó la renuncia de Bozanić como arzobispo de Zagreb el 15 de abril de 2023, cuando el cardenal tenía tan solo 74 años, un año antes de lo previsto. El cardenal había estado aquejado de problemas de salud y se había retirado casi por completo de aparecer en público, aunque había comenzado a recuperarse. Fue sucedido inmediatamente por su coadjutor, el arzobispo Dražen Kutleša.
Durante su largo mandato como arzobispo de Zagreb, las vocaciones sacerdotales cayeron ligeramente, de 646 en 1999 a 556 en 2023. El número de religiosos y religiosas también disminuyó respectivamente en el mismo período, de 421 a 367 (con un aumento a 518 en 2010) y de 1.503 a 854.