También están investigando «un patrón anticristiano» en 60 crímenes de odio anticatólicos
El FBI despide a agentes que hostigaron y espiaron a católicos tradicionalistas en Estados Unidos

El director del FBI, Kash Patel, declara que ha habido “despidos” y “renuncias” de empleados relacionados con un memorando anticatólico de 2023.
El actual director del FBI, Kash Patel, ha reconocido en plena audiencia ante el Senado de los Estados Unidos una sucesión de “despidos y renuncias” de empleos asociados con el sonado y controvertido caso del memorando anticatólico de Richmond.
El documento, elaborado en 2023 era, en principio, de carácter interno. Bajo el título “El interés de los extremistas violentos con motivaciones raciales o étnicas en la ideología católica radical-tradicionalista casi con certeza presenta nuevas oportunidades de mitigación”, se señalaba a los católicos interesados en la misa tradicional como potencialmente vinculados a grupos violentos.
Una investigación del FBI basada en un artículo progresista
En un primer momento, el senador Charles Grassley denunció que el FBI elaboró y distribuyó internamente dicho memorando, siendo este compartido con oficinas de todo el país y posteriormente ocultado e incluso eliminado de los archivos, según se desprende de documentos desclasificados.
Lejos de concluir, la polémica para el FBI continuó cuando el entonces director de la agencia, Christopher Wray, afirmó en el Congreso que el documento era un “producto único de una oficina concreta”. En 2023, se afirmó también que la investigación supuestamente interna seguía en curso. Sin embargo, ambos supuestos demostraron ser falsos: el informe no solo había sido elaborado en varias oficinas, sino que además también había sido completado días antes de la declaración en el Congreso.
Finalmente, el FBI confesó que el documento no cumplía con sus propios estándares -Catholic Vote demostró que estaba basado en documentos y artículos de corte progresista o afirmaciones como que el rosario simboliza el extremismo violento de la derecha-.
Renuncias y despidos
Recientemente, el actual director del FBI, Kash Patel, reconoció ante el Senado la existencia de despidos y renuncias de empleados relacionadas al polémico memorando.
Fue este 16 de septiembre, durante una sesión de preguntas por el senador republicano Josh Hawley, que solicitó una actualización sobre la investigación del memorando e interrogó sobre la dedicación del FBI para combatir la violencia anticatólica y anticristiana y los crímenes de odio.
Si bien Patel no especificó el número exacto de despidos o su papel en la elaboración del memorando, afirmó estar realizando formalmente “una investigación en coordinación con el Congreso” que, por el momento, tendría aparejados 700 documentos en torno al memorando. “Mi predecesor proporcionó 19 páginas”, justificó.
Entre otros aspectos, el memorando detallaba una investigación sobre católicos "tradicionalistas radicales" y supuestos vínculos con el "movimiento nacionalista blanco de extrema derecha". Sugería "oportunidades para mitigar amenazas" mediante el desarrollo de "cables trampa" dentro de las parroquias que celebran la misa en latín y dentro de las comunidades católicas en línea "tradicionalistas radicales".
Si bien el FBI declaró en ese momento que el problema se limitaba a un solo documento de una agencia local, una investigación del Comité Judicial de la Cámara de Representantes reveló la coordinación entre varias oficinas locales y al menos 13 documentos que contenían lenguaje despectivo sobre el llamado catolicismo tradicionalista.
60 investigaciones sobre amenazas anticatólicas
Interrogado sobre las amenazas violentas contra católicos y otros cristianos en el contexto de los recientes atentados de Minneapolis o el asesinato de Charlie Kirk, Patel aseguró que el FBI se encuentra investigando 60 informes de crímenes de odio anticatólicos, entre los que destacan los ocurridos en Kansas City, Missouri; Louisville, Kentucky; Houston; Nashville, Tennessee; y Richmond, Virginia.
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“Tenemos 60 incidentes de crímenes de odio anticatólicos que se nos han denunciado y que están siendo investigados”, dijo Patel, que también mencionó “cinco investigaciones de crímenes de odio con sesgo anticatólico en curso actualmente en las ciudades de Kansas City, Louisville, Houston, Nashville y Richmond”.
Desde 2020, se han registrado cientos de ataques contra parroquias católicas en todo el país. Los ataques anticatólicos se dispararon tras la decisión de la Corte Suprema en 2022 de anular el caso Roe v. Wade y devolver la legalización del aborto a los estados.
Uno de ellos fue el mencionado de la escuela católica Annunciation de Minneapolis durante la misa de inicio del año escolar. El atacante, considerado como transgénero y antifa, Robin Westman, mató a dos niños e hirió a decenas disparando desde las ventanas de la parroquia, a las que apuntaba específicamente para maximizar el número de víctimas infantiles.
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En su audiencia de confirmación en enero, Patel prometió a Hawley que erradicaría el sesgo anticatólico del FBI. Una muestra de buena voluntad serían los documentos entregados a los investigadores del Congreso que demuestran que los intentos del FBI de atacar a los católicos tradicionalistas fue mucho más allá de un solo documento elaborado por la oficina de campo de Richmond, contradiciendo el relato del exdirector del FBI, Christopher Wray.
A raíz del asesinato del activista Charlie Kirk, Hawley también preguntó a Patel si el FBI está investigando el ataque como "parte de este patrón más amplio de violencia antirreligiosa y anticristiana".
"Estamos investigando el asesinato de Charlie de forma completa y exhaustiva y encontrando todas las pistas relacionadas con cualquier acusación de violencia más amplia, y estamos produciendo resultados que divulgaremos cuando sea apropiado", respondió el directivo del FBI.
El origen de la polémica
El ya conocido como “memorando anticatólico” elaborado en la oficina de Richmond se convirtió en un escándalo en febrero de 2023 cuando se filtró a un exagente del FBI, que más tarde divulgó su contenido. El documento equiparaba a los católicos tradicionalistas con extremistas y afirmaba que los católicos "radicales" se estaban convirtiendo en una amenaza terrorista.
Se retractó rápidamente debido a la reacción negativa del público y lo atribuyeron a las acciones de una sola oficina local, la de Richmond. El memorando anticatólico se basó principalmente en el análisis del Southern Poverty Law Center, una organización conocida por difamar a los activistas y simpatizantes conservadores.
El informe se distribuyó a más de 1000 empleados del FBI y varias oficinas locales participaron en su elaboración. Se redactó un segundo “memorando anticatólico”, que nunca se publicó debido a la reacción negativa que generó el memorando inicial de la oficina local de Richmond.