Religión en Libertad

El doctor Eudaldo Forment remarca la actualidad del Aquinate en su «Compendio de filosofía tomista»

Las protestas «No Kings» de EEUU reavivan el debate del «ordo amoris»: análisis del tomista Forment

Imagen de las protestas ‘No Kings’ (Sin reyes) en contra las políticas migratorias de Donald Trump, que se han recrudecido durante la última semana.

Imagen de las protestas ‘No Kings’ (Sin reyes) en contra las políticas migratorias de Donald Trump, que se han recrudecido durante la última semana.

José María Carrera Hurtado

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Decenas de manifestantes detenidos, heridos, un país en llamas y el relato de que la ley debe acoger por igual al autóctono que al inmigrante: es el balance que por ahora presentan las protestas anti-ICE en Estados Unidos, agrupadas este fin de semana bajo el slogan de “No Kings” -Sin reyes- y que piden poner fin a las deportaciones previstas por la administración Trump.

Con el incremento de las protestas y la generalización del relato de que “ningún inmigrante es ilegal”, vuelve a surgir la cuestión del “Ordo amoris” u orden de la caridad. Desarrollado por San Agustín y Santo Tomás de Aquino, su aplicación generó polémica entre el vicepresidente J.D. Vance y el Papa Francisco poco antes de fallecer y con la extensión de las protestas, el debate vuelve a surgir.

Se trata de una de las muchas cuestiones que demuestran que el pensamiento de Santo Tomás no solo es de actualidad, sino que podría orientar políticas gubernamentales o relaciones diplomáticas incluso en la actualidad.

Eudaldo Forment es uno de los mayores expertos en Santo Tomás y su pensamiento. Es catedrático emérito de Filosofía en la Universidad de Barcelona, académico ordinario de la Pontificia Accademia Romana di S. Tommaso d'Aquino, miembro de su Consejo Directivo y discípulo de Francisco Canals. En su trayectoria académica ha publicado decenas de libros a lo largo de cuatro décadas, como son Id a Tomás, Principios fundamentales del pensamiento de Santo Tomás o La Filosofía de Santo Tomás de Aquino, entre otros.

Con motivo de la publicación de su Compendio de filosofía tomista (San Román), Forment habla con Religión en Libertad, mostrando cómo a través de los grandes principios de su “filosofía perenne” -las clases de verdades, el mal, el poder, la providencia…- es posible abordar cualquiera de las cuestiones más candentes de la actualidad, del orden de la caridad o la inmigración, la crisis de la Iglesia o de autoridad e incluso el salario justo. 

-¿Es necesaria una introducción a Santo Tomás en el siglo XXI? ¿Por qué la obra de uno de los mayores santos de la Iglesia es desconocida para los fieles?

-Santo Tomás de Aquino es uno de los mayores santos, pero también se le ha considerado como uno de los más sabios, e incluso entre los santos y los sabios. Respecto a la general ignorancia y hasta la desconsideración del tomismo en los católicos tiene una larga y triste historia, que se inicia en el Renacimiento se continua en la Modernidad y en la actual Posmodernidad. Desde entonces, se ha llegado a la total ruptura con el centro espiritual de la vida y el consecuente auténtico humanismo, que, en cambio, se encuentran en el tomismo. Crisis que ha influido mucho en el mundo cristiano.

-¿Cómo surge la posibilidad de escribir este libro?

-Mi amigo Javier Paredes, catedrático de la universidad pública de Alcalá de Henares, muy conocido por sus libros, sus intervenciones en prensa, radio, televisión y actuales medios de comunicación, y que conoce muy bien lo que necesita nuestro mundo escéptico y hasta antihumano, me propuso que escribiera Compendio de filosofía tomista. Me indicó que tenía que ser un resumen completo todo el pensamiento filosófico racional de Santo Tomás, desconocido a pesar de ser muy necesario. Además, que sin rebajarlo ni adulterarlo, pudiera ser comprendido por todos.

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El "Compendio de filosofía tomista" del especialista Eudaldo Forment surge con la intención de divulgar el pensamiento de Santo Tomás y hacerlo accesible a todos.

El proyecto me pareció muy bueno y factible, pero no fácil. Aunque llevo publicados muchos libros sobre el Aquinate, todos ellos académicos y de investigación, nunca había escrito algo así, pero estoy complacido y contento con el resultado.

-¿Observa un resurgir del tomismo en ciertas localidades del mundo? ¿Tiene esperanza en que se revigorice y gane peso con el tiempo o los signos indican lo contrario?

-Aunque sin hacer ruido, el tomismo siempre ha estado presente en el mundo y en la Iglesia. Por ejemplo, en la Universidad de Barcelona, en la que ha transcurrido casi toda mi vida, siempre se ha enseñado la filosofía de Santo Tomás. En estos momentos, el profesor Abel Miró, profesor en esta Universidad, continúa el magisterio tomista, que inició el siglo pasado Jaime Bofill, después mantuvo Francisco Canals, mi maestro y proseguí en la misma catedra de metafísica hasta mi jubilación. Las noticias que tengo es que los jóvenes tienen actualmente mucho interés por la filosofía de Santo Tomás, que desconocen totalmente, porque nunca les han hablado de ella.

-¿Alguno de esos signos esperanzadores trasciende a Occidente?

-Creo que esta curiosidad se da en todas partes. En este mismo mes se celebrará un congreso tomista internacional en Taiwán. Las ponencias y comunicaciones son en chino. No intervendrán tomistas occidentales. Sólo el prestigioso tomista mexicano Manuel Ocampo y creo que alguno más. Estoy firmemente convencido de que el sol del Aquinate no se apagará y continuará dando luz al entendimiento del hombre y calor a su corazón o voluntad libre y amorosa, porque está anclado en la verdad y en el bien.

Forment, durante una de sus ponencias del curso de Filosofía del hombre de la Fundación Universitaria Española.

Forment, durante una de sus ponencias del curso de Filosofía del hombre de la Fundación Universitaria Española.

-Un breve vistazo al índice muestra que los contenidos son de plena actualidad… ¿Podría hablarse de una filosofía perenne en Santo Tomás?

-Sí. Podría calificarse al pensamiento de Santo Tomás de actualidad permanente, Hace unos días lo pude comprobar en el «II Encuentro Internacional entre Academias», organizado principalmente por la «Academia Hispanoamericana de Doctores», que preside el filósofo colombiano Oscar Yecid Aparicio. Despertó mucho interés entre los los doctores académicos –científicos, economistas, médicos, pedagogos, ingenieros y rectores de varias universidades– el pensamiento humanístico del Aquinate. Quiero recordar al respecto que, en la conclusión de la magna encíclica de León XIII se exhorta que se restablezca y propague ampliamente la brillante sabiduría de Santo Tomás. Palabras vigentes hoy en día y siempre, porque el saber tomista es verdadero y la verdad no muere nunca, es más fuerte que la muerte, es eterna.

-Por mencionar analogías, Santo Tomás vivió una sociedad marcada por el auge del comercio y nuevas finanzas, la usura etc, como hoy ocurre con el capitalismo global. Cada día se observan crisis derivadas de intereses abusivos, precios disparados o ausencia de lo que podría considerarse un “salario justo”. ¿Cómo enfrentaba o valoraba esto la filosofía de Santo Tomás?

-Su principio fundamental es que todas las actividades humanas, y, con ello, también las políticas y económicas, deben estar sujetas a la recta razón, al orden ético. Desde éste y de otros principios derivados menos generales, se pueden obtener varias propuestas económicas concretas. Así lo hizo siempre el tomismo. Por ejempló, en el siglo XVII, el tomista Tomás de Mercado escribió, por encargo de los mercaderes de Sevilla, una Suma de tratos y mercados, siguiendo el tema de la economía tratado por Santo Tomás. Y, en nuestra época, el catedrático de teoría económica de la Universidad de Barcelona, D. José Antonio García-Durán de Lara, publicó hace poco el libro Tomás de Aquino, economista, que lo explica muy bien.

-También vivió una crisis de autoridad y unidad de la Iglesia, el surgimiento de herejías y de planteamientos doctrinales heterodoxos. ¿Cree que su filosofía puede ayudar a reparar la presente crisis que vive la Iglesia?

-En otra encíclica dedicada íntegramente a Santo Tomás, Guía de los estudios, se decía que del apartarse de su camino y de sus huellas se seguirían graves daños y males, que son la causa de las miserias del hombre y de la sociedad. Esta advertencia profética que vemos cumplirse en muchos ámbitos, si se toma de una manera inversa, indica que del volver al camino luminoso y seguro del Aquinate se seguirán grandes bienes. El Papa decía «id a Tomás» del mismo modo que se les dijo a los egipcios ante la necesidad de alimento «id a José», como se lee en el Génesis. Sin duda, en su sana doctrina hay abundante alimento para el mundo hambriento de hoy.

-De especial actualidad está el ordo amoris en relación a las posturas migratorias y actuales protestas en Estados Unidos. ¿Cuál es el orden de la caridad según Santo Tomás? ¿Y en relación a la migración?

-Enseña Santo Tomás que hay un orden en la caridad o en el amor al prójimo. Precisa que entre los diversos prójimos hay una jerarquía, según estén unidos a nosotros con mayores o menos lazos. Con un amor de benevolencia, por el que se procuran bienes para ellos, deben preferirse a los más próximos a allegados, consanguíneos, parientes afines, amigos, compatriotas etc. Por tanto, el criterio es la proximidad en igualdad de circunstancias. Se puede inferir, por tanto, que en igualdad de condiciones hay que preferir al compatriota que al extranjero.

-Los argumentos expuestos son muchos. ¿Cree que hoy se difunde el pensamiento de Santo Tomás de acuerdo con la urgencia que plantean los problemas planteados?

-Creo que la doctrina social de la Iglesia, que entre otros ha asumido y desarrollado los principios tomistas, y, en definitiva, la ley natural, urge que sea conocida y aplicada para el bien de la persona y de la sociedad. No me parece casual que León XIII, Joaquín Pecci, que al igual que su hermano el tomista José Pecci, habían conocido y apreciado el pensamiento de Santo Tomás, sea restaurador del tomismo en el mundo, e impulsor del denominado neotomismo, fuera también el autor de la primera encíclica de la doctrina social de la Iglesia.

-¿Le gustaría añadir algo?

-Sí, gracias. Expresar mi agradecimiento a Santo Tomás, que es, al igual que como confiesa el tomista Robert Barron, obispo estadounidense, mi «héroe intelectual». También a D. Javier Paredes por sus consejos durante la redacción del libro; y a la dibujante Tina Walls, que acaba de publicar su último libro, Los nombres de la Virgen, por la genial elaboración de su portada, que expresa muy bien el espíritu de Santo Tomás y la finalidad de esta obra, el que sea de fácil lectura.

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