José Masip (Católicos y Vida Pública): «Necesitamos personas capaces de dar razón de lo que creen»

Del 14 al 16 de noviembre tendrá lugar en la Universidad San Pablo CEU de Madrid el XXVII Congreso Católicos y Vida Pública que organiza la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). 

Hemos hablado sobre este evento con José Masip, abogado, vicepresidente de la ACdP y codirector del congreso (junto a María San Gil).

-¿Cómo contribuye la Asociación Católica de Propagandistas a la reflexión y al debate sobre la relación entre la fe y la vida pública?

-En un contexto marcado por la fragmentación cultural y la pérdida de referentes éticos, su labor puede, debe y se centra en ofrecer espacios de pensamiento y diálogo donde se promueva una visión integral del ser humano, arraigada en el Evangelio y abierta al compromiso social. 

»A través de su presencia en medios, instituciones académicas y foros públicos, la ACdP contribuye a tender puentes entre la fe y la razón, mostrando que los valores cristianos no son un obstáculo para la convivencia democrática, sino todo lo contrario, una fuente de inspiración para construir una sociedad más justa, solidaria y respetuosa con la dignidad de toda persona.

-¿Qué papel juega la formación de líderes católicos en la promoción de la fe y la moral cristianas?

-La formación de líderes católicos es esencial para mantener viva la presencia de la fe y de la moral cristianas en nuestra sociedad. Hoy más que nunca necesitamos personas preparadas, con una fe sólida y una visión profunda del mundo, capaces de dar razón de lo que creen no solo con palabras, sino también con su ejemplo y su modo de actuar.

-¿Cómo se puede lograr que el congreso Católicos y Vida Pública sea un espacio de encuentro y reflexión para personas de diferentes ámbitos y edades?

-Creo que para que el congreso Católicos y Vida Pública sea un verdadero espacio de encuentro, son claves la apertura y el respeto. La idea es que personas de distintas edades y ámbitos puedan escuchar y ser escuchadas, compartiendo cómo la fe ilumina la vida pública. Se logra combinando conferencias, diálogo, testimonios y oración, creando un clima de confianza donde la fe se viva como invitación a pensar, actuar y comprometerse con la sociedad desde el Evangelio y siempre desde el servicio a nuestro Señor.

-El manifiesto del congreso concluye con un llamado a la renovación espiritual y salvífica de España y del mundo. ¿Qué papel juegan los católicos en este proceso?

-La renovación espiritual y salvífica de España y del mundo no es un proyecto que dependa solo de grandes declaraciones, sino de la vida concreta de cada persona. Promoverla pasa por vivir la fe con coherencia, generosidad y apertura, desde lo cotidiano: en la familia, en el trabajo, en la escuela, en los pequeños gestos de servicio y solidaridad. Cada acto de amor, justicia y perdón es un paso hacia esa renovación. 

»Nuestra responsabilidad es mostrar que la fe aporta luz, sentido y esperanza a los desafíos de nuestra sociedad; esto implica comprometerse con la vida pública, dialogar, educar y servir, dejando que nuestras acciones hablen tanto como nuestras palabras.