Contra el pensamiento único

La sabiduría del refranero español es (casi) infinita. Nuestros mayores, desde tiempos muy remotos, dejaron plasmada en la sabiduría popular un cúmulo de enseñanzas -normalmente- de un sentido común aplastante. Uno de los refranes más usados es aquel que dice “dime de qué presumes y te diré de qué careces”.

Hace unas semanas escribí una columna bajo el título “Ni la madre que la parió”. Ahí ponía por escrito algunos pensamientos sobre la actitud que el periódico (panfleto) “Público” muestra hacia la Iglesia Católica -y todo lo que con ella tenga relación- abordándolo de un modo absolutamente sectario y parcial que no permite al lector obtener una visión algo cercana a la verdad de las cosas.

Lo hacía a cuenta de unas palabras del Sr. Jaime Roures que, al fundar el mencionado periódico (panfleto), había afirmado que su finalidad no era la de conseguir rentabilidad económica (y me atrevería a decir que ni siquiera informar lo más objetivamente posible de lo que sucede en la sociedad, misión básica del periodismo) sino cambiar la mentalidad de este país todavía llamado España. En su intento de cambio de mentalidad radical, obviamente uno de los objetivos era (y es) la Iglesia Católica. Si alguien quiere verlo que lea la edición de “Público” del lunes 26 de julio acerca de la próxima visita del Papa a España en la que el periódico (panfleto) se rasga las vestiduras porque el viaje papal va a costar “al país más de 4 millones de euros” mientras obvia que a ese mismo país, y a todos los contribuyentes, el pago -queramos o no- de los abortos practicados conforme a la nueva Ley que los regula o las subvenciones a sindicatos y grupos afines al Gobierno socialista nos cuestan decenas de millones de euros.

Una vez publicado mi mencionado artículo, el anterior director de “Público” y actual columnista del periódico (panfleto) Ignacio Escolar calificaba mi escrito de “fatwa” islámica y dejaba la puerta abierta en su blog para que los internautas (de un marcado pensamiento ideológico de izquierdas, muchos de ellos de la izquierda más radical) opinaran sobre el mismo.

Defensor de la pederastia; permitidor de que el SIDA se extienda en África; alentador y tolerante con el holocausto nazi y las represiones franquistas; abusador de niños; impulsor de la desigualdad; pervertido; facha; energúmeno; ayatollah; mamahostias; chamán; “zumbao”; demenciado; hipócrita; sodomita de niños; pederasta subvencionado; y así un largo etcétera de calificativos son los atributos que a quien escribe le adjudican desde el blog de Ignacio Escolar, escondidos bajo el cobarde anonimato de la red de redes y mostrando realmente que los del pensamiento único (que crecen en la izquierda como las setas en una buena temporada otoñal) no soportan la libertad de expresión cuando alguien osa pensar de forma razonada y racional de manera distinta a la suya.

Sí. El “dime de qué presumes y te diré de qué careces” parece pensado para ellos. Para aquellos a los que se les llena la boca con la libertad de expresión, con la tolerancia, con el talante, con el respeto al diferente, etc. pero que no son capaces de aguantar al que piensa distinto y se muestra crítico con algunas de sus posturas. Son ellos, los progres de salón, billetera llena y encefalograma plano, los que odian todo lo que suena distinto al pensamiento único que quieren imponer al conjunto de la sociedad española. No es hoy la Iglesia Católica la que impone, sino la que propone. Son ellos los que desde que nacieron han querido imponer e imponen su devastadora ideología y arrojan al abismo a aquellos que se alejan del pensamiento único. Pero no importa. La luz de la verdad (que aunque tiene diferentes matices, existe) seguirá resplandeciendo a pesar de ellos. Y aunque les duela.

“Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo” (Mt 5, 1112).

Rubén Tejedor es sacerdote diocesano de Osma Soria y formador del Seminario Santo Domingo de Guzmán. Publicado en cope.es