Cardenal Odilo Scherer durante su paso por algunas favelas (barrios pobres) de su arquidiócesis).
Al menos para mí, resulta evidente que los cardenales no hicieron lo que hicieron (y siguen haciendo) para tomarse una foto y luego hacerla circular en la web. Es uno de los miles de gestos ocultos de caridad y solicitud pastoral que captan las cámaras. Y cuánto ayuda conocer estos testimonios. Y es que si el ex arzobispo de Buenos Aires no fuera Papa hoy en día, tendríamos a otro Vicario de Cristo igual de cercano y cariñoso con su pueblo: con los pobres del espíritu y de lo material. Hoy tenemos al que tenemos y damos gracias por él y todos esos gestos paternos, pero más bien parece ser la constante en el Colegio Cardenalicio, lo que no deja de ser un gran don. Y desde luego que más allá del “qué bonito” o “del qué bueno que hagan eso” estos ejemplos interpelan a la acción en la propia vida. A pasar de la admiración a la imitación. A poner en práctica el lenguaje de los símbolos.