Evangelio 2011

En él se nos presenta el evangelio de la eucaristía de cada día, con una pequeña reflexión que lo encauza hacia nuestra vida. Los domingos y festivos, añade la primera y segunda lectura, así como el salmo. En definitiva, un libro que hay que tener a mano, que coger cada día del año, que hay que paladear con parsimonia para vislumbrar lo que el Señor quiere de mí en cada momento. Contiene además el santoral, el calendario litúrgico y oraciones para mi caminar cristiano. He de decir que cada año se mejora este estupendo libro. Con unas indicaciones, al inicio del libro, el autor nos indica cómo hacer una lectura de la Palabra en clima de oración, para que sea realmente efectiva en nuestra vida, con dos preguntas para el final de cada rato de meditación diario, que no es necesario variar: ¿qué quieres, Señor, de mí? y ¿cómo puedo servir yo más y mejor a los demás? Les aseguro que merece la pena hacérnoslas ¡y contestarlas! “El Evangelio no sólo es palabra, es también acción. Dios se revela como aquel que obra. Él obra para aquellos que, sobre todo, tenemos necesidad y le esperamos con el corazón abierto, confiando en Él: en que Él quiere y puede salvarnos” (Benedicto XVI). Nickolas Boast/ReL