El nuevo obispo de Sant Feliu da las gracias a los «migrantes» por «revitalizar nuestras iglesias»
Este sábado ha sido ordenado de la diócesis catalana de Sant Feliu el fraile dominico Xabier Gómez García. La ceremonia ha estado presidida por el cardenal Omella y entre los concelebrantes se encontraban además del obispo emérito, Agustín Cortés, el nuncio Bernardito Auza y el cardenal Cobo, arzobispo de Madrid.
Tal y como recoge la Cadena COPE, la ceremonia ha dado comienzo con una procesión de entrada y con unas palabras por parte del obispo Agustín Cortés y el nuncio. La homilía del arzobispo de Barcelona destacó la "nueva misión que inicia Xabier en las bellas tierras catalanas" y en esta todavía joven diócesis de Sant Feliú.
"El Papa Francisco te encarga a ti pastorear esta porción del pueblo santo de Dios con los presbíteros, diáconos, vida consagrada y laicos. Esta misión la desarrollarás en una sociedad que no es esencialmente cristiana. El modelo medieval de 'civitas cristiana' ya no vale, vivimos en el mundo plural y esta es la condición normal del cristianismo en el mundo", apuntaba Omella.
Además, el arzobispo de Barcelona también agregó que "Jesucristo, el Señor, hoy te dice, 'sígueme' y te pregunta lo mismo que ha San Pedro; ¿Me amas? Lo único necesario que te pide Jesús es que le entregues tu vida, y San Pedro respondió a ello de forma sencilla y hermosa; 'Sí Señor, tú sabes que te quiero'. Jesús le recordó que las ovejas eran suyas, de él, le dijo y te dice hoy a ti también: 'Cuento contigo, apacienta mis ovejas. Querer a las ovejas es servir, estar en actitud de búsqueda por los caminos del mundo. No tengas miedo porque el Señor te acompaña y te acompañará".
Haciendo referencia al Pontífice, el arzobispo de Barcelona afirmó que "Francisco nos pide que amemos a todos los que Dios nos confía pero también y especialmente a los pobres e indefensos, a cuantos necesitan ayuda y protección y a quienes están alejados de la fe".
Uno de los momentos más especiales ha sido la imposición de manos sobre la cabeza de fray Xabier. Seguidamente, el cardenal Omella ha impuesto el libro de los Evangelios abierto sobre la cabeza del nuevo obispo, otro momento lleno de solemnidad: "Haga también ahora que baje sobre este escogido la fuerza que procede de ti, Padre: el Espíritu que da autoridad por regir y santificar, lo que dio a tu Hijo amado, Jesucristo, lo que él dio a los santos Apóstoles que establecieron la Iglesia en todo el mundo como santuario de su presencia, alabanza y gloria perenne de su nombre", pronunciaba en la oración principal de la ordenación.
Finalmente, ha tenido lugar la entrega del anillo, de la mitra y del báculo, en este caso regalado por Cáritas, símbolos que representan a los obispos. Visiblemente muy emocionado y con los ojos llenos de lágrimas, el que hasta hace unas semanas era el director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, agradecía, a todos los que han acudido a hasta ella y también, y de forma muy especial, agradecía a los migrantes "por venir a nuestro país y revitalizar las iglesias".
Al final de la celebración, el ya nuevo obispo ha agradecido especialmente a los representantes de otras religiones que han participado del acto y también a los capellanes de los CIE de Barcelona y Madrid, así como a las pastorales de migración. Ha enviado “un abrazo a todas las víctimas de todo tipo de violencia, dentro y fuera de la Iglesia” y ha agradecido “a todas las personas migrantes por venir a nuestro país y revitalizar nuestras iglesias”, lo que ha suscitado un gran aplauso de todos los presentes.