HAM: así es Pilar Arroyo, la religiosa con perfil social designada para comisariarlas

Pilar Arroyo Carrasco ha sido superiora en España de las Hijas de la Caridad de Santa Ana, con 500 religiosas y muchas obras
El arzobispado de Madrid ha decretado que María Milagrosa Pérez Caballero, hasta ahora superiora general de las HAM (Hijas del Amor Misericordioso) deje la asociación, que será dirigida por una comisaria.
El arzobispado ha designado como comisaria de las HAM a la religiosa Pilar Arroyo Carrasco, de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, que empieza su función como comisaria "inmediatamente" y “asume el gobierno general de la entidad por un periodo inicial de un año, prorrogable”.
La nueva comisaria, Pilar Arroyo, ha sido la investigadora, o visitadora, que ha estado examinando las denuncias sobre la situación de las HAM desde febrero de 2025, en colaboración con Julia García Monge, religiosa calasancia y actual Secretaria General de la Confer (también trabaja en el arzobispado madrileño, en la Vicaría de Vida Consagrada).
Según difunde la nota del arzobispado, Pilar Arroyo, la nueva comisaria, "tendrá como encargo revisar y reconducir aspectos fundamentales, tales como la estructura de gobierno, el plan de formación, la vida comunitaria y el acompañamiento espiritual, además de revisar estatutos, reglamentos y la gestión económica. Así, quedan suspendidas las funciones del equipo general de gobierno anterior”.
Durante este proceso, las HAM no podrán admitir nuevas vocaciones ni continuar la formación de las postulantes y novicias de primer año. Las otras integrantes de la comunidad “podrán seguir su proceso de formación bajo la autoridad comisaria”.
¿Quién es Pilar Arroyo Carrasco?
Pilar Arroyo Carrasco nació en 1962 en Cáceres y con 22 años ingresó en la Congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana, fundada en el siglo XIX por la beata Madre Ràfols, heroína de los sitios de Zaragoza, con presencia en muchos países y una amplia obra social, educativa y caritativa. (La Madre Ràfols es una de las 20 santas fundadoras catalanas del siglo XIX que analizábamos como ejemplo de liderazgo femenino aquí en ReL)
Pilar Arroyo hizo su primera profesión en 1987 y su profesión de votos perpetuos en 1993. Está Diplomada en Magisterio y en Ciencias Religiosas. Estudió Espiritualidad Bíblica en la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid).
Su labor apostólica se ha centrado en el campo socioeducativo, en el ámbito catequético parroquial y más recientemente en la convivencia con mujeres solas con hijos.
Pilar Arroyo ha tenido responsabilidades de gobierno en las Hijas de la Caridad de Santa Ana, que no es una entidad pequeña. La provincia española de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana cuenta con 45 comunidades y 500 hermanas, que atienden 17 colegios y varios centros de acogida, casas de retiro, residencias y hospitales. Antes de 2014 había 4 provincias distintas en el país, pero ese año se unificaron todas.
Pilar Arroyo fue su Secretaria Provincial, es decir, para toda España (2000-2006) y posteriormente, su Superiora Provincial (2006-2012). También ha sido su responsable de Acción Social y Cooperación al Desarrollo.
Además, es muy conocida en el mundo de las congregaciones religiosas porque perteneció al Consejo General de la CONFER como vocal (2007-2011) y luego, de 2015 hasta 2023, fue la Secretaria General Adjunta de la CONFER. Recordemos que la CONFER coordina (con datos de 2023) a 300 congregaciones femeninas y 108 masculinas, con un total de 4.111 comunidades religiosas (2.962 femeninas y 1.149 masculinas), formadas por casi 25.000 religiosas y casi 7.800 religiosos.
En pandemia, con mamás y niños
En los últimos años, Pilar Arroyo ha vivido en comunidad con un par de hermanas de su congregación y dos o tres mujeres solas con hijos, en un proyecto de acogida de Cáritas, “compartiendo no solo la vivienda, sino, además, acogida, tiempo, dedicación, escucha...”
“Son mujeres en camino, viviendo en el empeño de retomar sus vidas, rehacer sus historias personales y generar la unidad familiar. Nuestra misión es aportarles un espacio familiar en el que se sientan queridas y acompañadas”, escribía en 2021, aún en el entorno de pandemia.
En el momento más duro de los confinamientos, en 2020, explica, "fuimos, con prudencia -palabra mágica del momento- llamando a cada puerta, haciendo saber que estamos y oramos; en el portal, al lado de los miles de avisos de prevención y protección, pusimos el nuestro: 'Quédate en casa. Dios en cada casa. En esta casa, 2ª A, se reza por ti".
También ha participado en un proyecto en la Villa de Vallecas acompañando a mujeres en "situaciones delicadas", con "mucha escucha, alguna palabra que anime, ayuda a gestionar alguna documentación, hacerles saber que no están solas", escribía en un boletín de Cáritas.