El ex profesor de Gaztelueta pide su salida del Opus Dei aunque considera «injusta» la resolución
José María Martínez estudia recurrir a la Signatura Apostólica.

José Antonio Satué, obispo de Teruel, comisionado por el Papa Francisco para este caso.
José María Martínez, el ex profesor del colegio Gaztelueta de Lejona (Vizcaya) condenado por abusos sobre un menor y sometido a un polémico doble juicio canónico por esos hechos, ha solicitado su salida del Opus Dei, del que es miembro numerario. Se anticipa así a la expulsión que le había impuesto como pena el obispo de Teruel, José Antonio Satué, comisionado por el Papa Francisco para este caso.
"José Antonio Satué, obispo de Teruel, que ha sido el juez de mi caso, me ha comunicado hoy una sentencia condenatoria en la que plantea al prelado del Opus Dei mi salida de la Prelatura", explica Martínez en su blog: "Como ya he explicado en numerosas ocasiones, la sentencia se veía venir antes del inicio del proceso. Por tanto, no hay sorpresa en esa resolución tan injusta".
Doble y tortuoso juicio
La sentencia dictada por Satué considera que "los hechos probados, cometidos contra un menor de edad e imputables al acusado, constituyen una causa grave que justifica la expulsión de la Prelatura, según el art. 30.1 del Código de Derecho Particular del Opus Dei".
Este caso, que se remonta a 2008, ya había sido juzgado ante los tribunales civiles, que habían condenado a Martínez en 2018 a once años de prisión. Sin embargo, en 2020, el Tribunal Supremo sentenció que la Audiencia Provincial de Vizcaya había violado la presunción de inocencia del acusado durante el juicio, por lo cual (no pudiendo revisar los hechos, sino solo la aplicación a los mismos de la ley y la jurisprudencia), decidió rebajar la sentencia a dos años, por lo que Martínez, al no tener antecedentes penales, no entró en la cárcel.
Desde el punto de vista eclesiástico, Martínez había sido absuelto en 2015 tras la investigación realizada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, consideró los hechos como "no probados".
"Atropellos jurídicos"
Martínez explica que el Opus Dei será "siempre" su "familia espiritual", pero que "con gran pena" ha escrito al prelado de la Obra, Fernando Ocáriz, para pedir su baja: "Prefiero marcharme antes que ser un problema". Actualmente está estudiando la posibilidad de presentar un recurso ante la Signatura Apostólica.
También recuerda que tiene interpuesta una demanda contra monseñor Satué ante la justicia española por vulneración de su derecho al honor, y acusa al prelado de cometer "atropellos jurídicos" durante la tramitación del caso y de retener durante dos meses esta resolución. Fue firmada el 17 de diciembre pero que, según el decreto, no pudo notificarse hasta el 2 de marzo, cuando el obispo pudo "liberarse de otras obligaciones no delegables e inaplazables".
Martínez enumera sucintamente las "irregularidades del proceso canónico" al que ha sido sometido: "Se me ha juzgado dos veces por el mismo supuesto delito porque la absolución inicial (de 2015) no gustó a quien constituyó el tribunal eclesiástico; se me aplica una legislación aprobada con posterioridad a los supuestos hechos; el juez en su primera comunicación escrita me instó a declararme culpable; se me aplica una legislación que no se ha aplicado a ningún laico".
"Soy inocente del delito del que se me acusa", reitera: "Todo el proceso ha resultado una vergonzante pantomima. Nunca ha existido la más mínima posibilidad de defenderme".
Y concluye: "San Josemaría decía que de la Iglesia nunca nos puede venir nada malo. Mi caso parece indicar lo contrario, pero no es así. También del fundador del Opus Dei aprendí que de los grandes males Dios saca grandes bienes. Seguro que en esta ocasión también sucederá".