¿Iglesia inclusiva o católica?
Al parecer, "pastores protestantes, laicos y organizaciones de gays y lesbianas constituirán el próximo sábado en el Puerto de Sagunto (Valencia) la primera Iglesia inclusiva protestante. Esta nueva Iglesia quiere aglutinar a todos los gays evangélicos y cristianos "en un gran proyecto de aceptación y acogida fraterna", según informó hoy el Colectivo Gay Evangélico de España". La noticia tiene detrás toda una concepción de "iglesia" que flota inconscientemente en la opinión pública y, a la que indiscernidamente y haciendo alarde, al menos, de poca personalidad, se va adhiriendo el parecer de muchos, que suelen coincidir con los que van a donde va la gente, de los que se dicen católicos. Me voy a fijar solamente en una palabra que promete dar mucho juego en el futuro, aunque solamente sea por lo muy promocionada que está de un tiempo a esta parte; me refiero a lo de inclusiva.
Lo contrario de inclusivo es exclusivo y de incluyente, excluyente; de modo que en este juego quien no es inclusivo es excluyente, con toda la carga de connotaciones negativas que tenga esta palabra. Inclusiva, por esta noticia y otras, sería la "iglesia" en que cabría todo. Con lo cual, se acaba haciendo a la "iglesia" sinónimo de humanidad, por lo que pasaría a ser una realidad perfectamente inútil, pues la humanidad está ya inventada hace tiempo. Bueno, seguramente exagero, porque hay algo que no cabe en lo inclusivo, que sería lo que convenientemente se etiquetaría como dogmático. El gran concepto en liza con inclusivo sería -no hace falta ser muy listo para darse cuenta- católico. Desgraciadamente este término sufre de una anorexia semántica preocupante. Se suele entender solamente como universal en su acepción geográfica. Pero católico es mucho más que esto. Se trata de una palabra de origen griego -perdón por las pedanterías que vienen a continuación- a partir de la preposición kata y holon (la totalidad). De modo que no solamente se refiere a que a ella estén llamados todos los hombres de todo lugar y tiempo y que su misión sea para ellos, sino, ante todo, que es conforme a la totalidad de la revelación de Dios en Jesucristo. La universalidad está enraizada en la totalidad de la misión de Cristo, que es para todos; católico hace referencia a lo que no es parcial, sesgado, mutilador o limitativo, en algún sentido, respecto a la revelación. ¿Y qué es lo católico? ¿Cómo reconocerlo? Con S. Vicente de Lerins podríamos decir: "quod ubique, quod semper, quod ab omnibus creditum est (lo que en todas partes, siempre y por todos se ha creído)". O si preferís otro latinajo: "ubi Petrus, ibi Ecclesia (donde está Pedró, allí está la Iglesia)". Por ello, aunque el anuncio se haya de hacer a todos y tengan cabida todos los que lo acojan, sin embargo, no cabe ni todo ni cualquier cosa. A lo que hay que añadir que la catolicidad de la Iglesia se da en unión de sus otras señas de identidad: una, santa y apostólica. Ahora bien, el que tengamos claras las cosas en un plano teórico -lo que no es poco con los "cacaos" mentales al uso-, no quiere decir que lo estén en el vivencial y práctico. Muchas veces, por ejemplo, criticamos los métodos LOGSE y luego se aplican bastante en la catequesis. ¿No pasará también algo parecido con lo inclusivo? ¿No hacemos muchas veces, en la práctica, que quepa todo? ¿Qué importancia tiene en la recepción de los sacramentos la aceptación de la fe católica? ¿Es suficiente un vago creer en Dios o en Jesucristo? Y personalmente, ¿somos inclusivos o católicos? ¿Me dedico a la confección de mi cristianismo con el método del collage?