Por Qué Las Economías Crecen
La otra
posibilidad de la que hablaba en mi último artículo para explicar las ridículas
declaraciones de Trichet es que alguien le haya amenazado con hacerle lo mismo
que a Max Goodbank VII, el banquero responsable del libro How An Economy Grows And Why It Crashes
– normal">Cómo Crece Una Economía Y Por Qué Quiebra-. En su ilustración de la
página 115 aparece un barco de los guardacostas de normal">Usonia, país ficticio dónde acontecen los hechos, sacando el cadáver del banquero de las aguas
del puerto donde, al parecer, se había caído con los pies encastrados en
hormigón del bueno –el que aguanta el agua salada sin sufrir de aluminosis- y
todo por negarse a falsificar –imprimir y emitir- notas del Banco Central de Usonia. Los autores del
libro son Peter D. Schiff y su hermano, Andrew J. Schiff. El ilustrador de la
fábula es Brendan Leach y lo edita John Wiley & Sons, Inc. De Peter Schiff
ya hemos hablado en este blog –o Piker
Skiff que es el nombre con el que se autorretrata en la fábula-. Andrew es
su hermano y socio en Europacific Capital, empresa de correduría de bolsa que opera en los mercados
internacionales y vende sus servicios en EEUU. Ambos son invitados habituales
en diversas tertulias económicas y pronosticaron el colapso de la burbuja
económica que los Estados, y no el libre mercado, han creado durante las tres
últimas décadas.
Dicho y hecho, así
que para más guasa han publicado este divertido compendio fabulado de conceptos
fundamentales que toda persona que participa en la vida económica –todos-
debieran de conocer y entender. Cómo la economía, por muy fundamental que sea
para la supervivencia diaria, resulta antipática a la inmensa mayoría, han
decidido hacerlo asequible a todo aquel que quiera comprender por qué hemos
llegado a la situación actual y cómo podemos salir del atolladero. El único
inconveniente es que el libro, de momento, sólo está disponible en inglés.
El inventor de
la idea es Irwin Schiff, padre de ambos, actualmente encarcelado en una prisión
federal de los EEUU. ¿Encarcelado? Sí. A sus ochenta y muchos años se encuentra
prisionero de este nuevo sistema “liberal”. El entrecomillado responde a que no
debemos olvidar que cuando hablamos de “liberalismo” en EEUU, nos referimos
a un país donde llaman football –balompié-
a un deporte que juegan con la mano. Y en Europa, tres cuartos de lo mismo o un
país donde llamamos “libre mercado” al sistema donde el 50
% del PIB es el Estado.
Volviendo a
Irwin, la razón por la que está preso es porque se negó hace unos años a pagar
impuestos. Es uno de los más prestigiosos
objetores fiscales del país, llevando sus principios al límite de dar con
sus huesos en la cárcel. Considera que hace años que EEUU dejó de ser una
democracia libre –si la democracia no es libre es una dictadura- y la
constitución de aquel país ha sido adulterada por políticos marrulleros e
inmorales y por lo tanto ni él, ni nadie, tiene obligación de costear esta
nueva forma de despotismo. Irwin Shiff participó además, como economista y por
mérito propio, en las audiencias y discusiones que el Congreso celebró en los
años 70 para estudiar la suspensión de la convertibilidad a oro del dólar–suspensión
de pagos encubierta de la deuda de entonces en EEUU-. Irwin anunció el destino
del dólar si se optaba por suspender la convertibilidad. No hicieron falta
muchos años y el dólar comenzó su declive inmediatamente en cuanto se suspendió
la obligación de convertir dólares en oro –que no el patrón oro que había
desaparecido muchos años antes- tal cual Irwin Schiff pronosticó. Escuchen a James Turk,
presidente de GoldMoney, y les explicará como diez dólares actuales
equivalen a uno de aquellos años. Entonces, Irwin Schiff, publicó un libro llamado normal">How An Economy Grows And Why It Doesn’t –normal">Por Qué Una Economía Crece y Por Qué No Lo Hace-. Peter y Andrew
siguen ahora la estela de su padre y aunando las historias que les contaba en
el coche cuando viajaban por los EEUU, le dan su toque humorístico personal y
lo adaptan a la situación actual, que no es más que una consecuencia de
aquellas que Irwin vivió en los años 70.
El libro se
puede leer en dos tardes y sería deseable que la gente tuviese mayor capacidad
para introducirse en el tema con más detalle y sin dibujitos –algún día también
hablaré de Microsoft y la era de los dibujitos-. Lamentablemente esta crisis no
es sólo económica y la formación de los últimos treinta años deja mucho que
desear. El efecto más pernicioso de este sistema educativo es que la gran mayoría
ya no quiere entender conceptos que le afectan de manera severa y sólo esperan
a que un iluminado venga diciendo frases elocuentes como “normal">Yes, we can” para sacarnos
del aprieto. Lamentablemente, No, we
can’t –así no podemos-. Solamente la formación de cada persona, haciendo
todo lo posible por comprender por qué hemos llegado a esta situación y su
relación con la corrupción del sistema monetario actual, puede forzar a los
políticos a suprimir el sistema fiduciario y sustituirlo por un sistema patrón.
Mientras tanto, los políticos y sus bocas agradecidas sacan tajada; mientras
tanto la situación seguirá empeorando. Así que los hermanos Schiff, conscientes
de la realidad, han puesto su granito de arena con este libro excepcional a la
altura de las circunstancias.