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CAMANDULA ORIENTAL

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Es frecuente escuchar en grupos de oración católicos la palabra “mantra”, y también muchos ya la están asociando al Santo Rosario. Es por ello que en este artículo vamos a dar los motivos por los cuales el Santo Rosario no es un mantra.

¿Qué es un mantra?

Para encontrar una definición precisa de lo que es un mantra, me remito al Diccionario Enciclopédico de las Sectas, BAC, autor: Manuel Guerra Gomez, donde nos habla del mantra y nos lo define así:

Mantra: Castellanización de la palabra sanscrita mamtram compuesta de la raíz mam (pensar) y trai (proteger, librar) . Es una palabra o fórmula tomada de ordinario de los textos sagrados hindúes, mágicamente eficaz , clave de cada persona y de su personalidad, que le permite estar en armonía perfecta con lo divino, con lo cósmico, con los demás hombres y consigo mismo. Solo puede conocerla el interesado, y quien tenga dominio sobre él. Su eficacia no depende de su comprensión, sino de la rectitud de intención, y sobre todo de una recitación perfecta ( pronunciación, ritmo, melodía, postura etc). Suelen usar mantras casi todas las sectas de origen hindu y budista, asi como en el yoga, en el zen y en la meditación trascendental.

En esta definición encontramos varios aspectos que determinan que es el mantra: se trata de una palabra o fórmula, que se considera mágica y que se busca con ella al repetirla estar en armonía con lo divino, y con el mundo, lo único importante del mantra es la recitación perfecta, es decir pronunciarlo bien, con ritmo fijo, con postura adecuada . Ahora bien, todas estas ideas asociadas al mantra, son conceptos básicos de la oración oriental, que nada tiene que ver con las oraciones cristianas he aquí donde radica la principal diferencia.

¿Qué diferencia el Rosario de un mantra?

Existen muchas diferencias veamos cuales son:

El rosario no es una oración mágica. Quién reza el rosario no cree en la magia. Cierto es que pedimos la intercesión de la virgen, pero esto no es magia, sino simplemente interceder por nosotros, o en algunos casos milagros, es decir que la Virgen interceda por los hombres ante Dios para que éste realice el milagro. Esto es radicalmente a una fórmula mágica, la magia de por si esta condenada en la doctrina católica (CEC 2138).

Por otro lado el rosario no es una fórmula, ni una palabra, es un conjunto de oraciones bíblicas: El Padre Nuestro está en la Biblia. Mt 6,9-13 .Gran parte del Ave María está en la Biblia. Lc 1,28-55: Jn 2,1-11.El Gloria (Alabanza trinitaria) está en la Biblia 2 Cor 13,13-14.

Cuando reza el rosario un católico no busca armonía con Dios ni con el mundo, la oración católica no consiste en buscar armonía, sino en dialogar con Dios, o con los santos para pedir su intercesión, lo cual es radicalmente opuesto a una armonía. En ese dialogo con Dios, podemos alabarle, pedirle, agradecerle, pedir por otros hermanos, etc, pero es siempre un dialogo con el otro, unas veces buscando agradecer, otras buscando pedir, otras buscando alabar a Dios, en la oración se buscan diferentes fines. Nada de esto ocurre en la oración oriental, que es monologo y solo busca armonía con el todo. Ese concepto de armonía con el todo, es el principio del panteísmo. Recordemos que el panteísmo ha sido rechazado por la Iglesia muchas veces. (Denzinger 1803).

El rezo del Rosario es una oración contemplativa, no importa tanto el ritmo, ni la pronunciación ni siquiera la postura, se puede rezar conduciendo, caminando, en la cama etc, lo que importa es contemplar y meditar los misterios del rosario. En este sentido aun cuando se repitan avemarías, no es un mantra, pues no depende todo de como se reciten las avemarías, ni de su pronunciación, basta solo un ejemplo: hay católicos rezan el rosario en latín, otros lo rezan en ingles, otros lo rezan en español, la eficacia de la oración no esta en el idioma, en la pronunciación de las palabras, su eficacia no depende del que reza sino de la contemplación del misterio. Por otro lado la oración oriental, busca vaciar la mente del devoto, haciendo se olvide del mundo, buscando entre en un trance, el rosario por su parte no busca vaciar tu mente sino llenarte de Dios , poner a Dios en el centro de tu vida. El Santo Rosario no es un olvido, sino un recuerdo, de los principales misterios de Nuestro Señor, por ello es una oración puramente cristocéntrica. Por ello podemos decir que el propósito y el objetivo del Rosario es muy diferente al de los mantras.

En el mantra lo esencia es la palabra, el sonido, siempre se asocian a divinidades, se busca inducir a la persona en un trance o estado alterado de conciencia, pero en el Rosario, el enfoque no esta en las palabras de las oraciones sino en los misterios, las palabras entonces pasan a un segundo plano. Las palabras en el Rosario no producen un estado alterado de conciencia, no son mágicas ni divinas se busca meditar los misterios divinos de Cristo.

En definitiva El Rosario tiene como propósito centrarse en Dios. Cuando un católico medita en los Misterios del Rosario, reflexiona profundamente sobre una verdad objetiva que existe fuera de su mente. El objetivo de este ejercicio no es cambiar el estado mental, sino profundizar en el conocimiento y el amor a Dios.

Es fundamental recordar que el Rosario es puramente una oración contemplativa. Así lo definía San Juan Pablo II: El Rosario, precisamente a partir de la experiencia de María, es una oración marcadamente contemplativa. Sin esta dimensión, se desnaturalizaría, como subrayó Pablo VI: «Sin contemplación, el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecánica repetición de fórmulas y de contradecir la advertencia de Jesús: "Cuando oréis, no seáis charlatanes como los paganos, que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad" (Mt 6, 7). Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso, que favorezca en quien ora la meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a través del corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor, y que desvelen su insondable riqueza». (Rosarium Virginis Maria- San Juan Pablo II)

Precisamente la cita de Mateo 6,7: orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos ,nos define muy bien que es un mantra, una oración vana repetitiva, sin sustento.  Los paganos de la época de Jesús cantaban sus vanas oraciones para apaciguar a los dioses falsos,  en la Nueva Era de hoy los mantras están diseñados diseñado para calmar y elevar a la persona que lo usa. Realmente no es ninguna oración, sino una fórmula para alcanzar un estado alterado de conciencia, nada más, se convierten al final en vana palabrería.

Hace un tiempo mi esposa respondió sobre este tema a una famosa influencer en instagram , les dejo aqui el link:

https://www.instagram.com/yasmincatholic/reel/C-ZcUoVosW3/

Dios les Bendiga.

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