Viernes, 29 de marzo de 2024

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"Comparte lo que importa

por Luces en mi agenda

      "Comparte lo
                                                                                                            que importa"
 
        Como cada año, nos llega la Campaña de Manos Unidas contra el Hambre en el mundo, esta vez, con el eslogan "Comparte lo que importa". Gloria Fuertes nos dejó un poemilla, tan sencillo como hiriente: "Yo como, tú comes, él come; nosotros comemos, vosotros coméis, ellos no". Y en algunas bendiciones de mesas compartidas, se evoca el problema del hambre con estas palabras: "Señor, da pan a los que tienen hambre y hambre a los que tienen pan". Por eso, anualmente, Manos Unidas llama a las puertas de nuestra conciencia y reclama nuestra contribucion económica para esos proyectos concretos que se seleccionan y aprueban escrupulosamente. "Hoy, creyentes y no creyentes, señala el Papa Francisco, estamos de acuerdo en que la tierra es esencialmente una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos. Para los creyentes, esto se convierte en una cuestión de fidelidad al creador, porque Dios creó el mundo para todos" y deberíamos bajar la cabeza avergonzados porque cincuenta años después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, muchas personas aún se hallan sometidas a las más degradantes formas de explotación y manipulación, que hacen de ellas verdaderas esclavas de los más poderosos, de las ideologías, del poder económico, de sistemas politicos opresores, de la tecnología científica. Manos Unidas, que nace como organización desde las exigencias de la fe cristiana y quiere vivir y trabajar desde ella, apela a toda la sociedad para que compartamos, para que vivamos la verdad de nuestro ser que es compartir y no cerrarnos a nuestros hermanos que pasan hambre, que sufren la miseria, que son víctimas del egoísmo insolidarizo, que viven la opresión de la injusticia infligida por sus propios hermanos. Por eso, el lema de la campaña de este año es compartir. Y compartir exige un cambio en las conductas, en nuestra manera de ser, en nuestra organización social. Aquel viejo eslogan, -hambre de pan, hambre de cultura, hambre de Dios"-, quizás resuma bien las hondas necesidades y angustias del ser humano. En nuestras manos está ofrecer una respuesta generosa, eficaz y urgente para paliar las espantosas cifras del hambre
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