Semana Santa, luna llena pascual, equinoccio de primavera y hora UTC
Si observan al hermoso cielo tal día como hoy, verán lucir una luna llena despampanante que, en este caso, no es una luna llena cualquiera, sino la que se da en llamar “luna llena pascual”, tal vez la más importante del año. Iba a decir que para los católicos o mejor aún, para los cristianos. Pero no, diré que para todo el mundo, creyentes y no creyentes del mundo occidental, pues si para los primeros dicha luna llena marca la celebración de las fechas más importantes de la vida cristiana, la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, para los segundos marca la de uno de los más importantes períodos festivos del año: las vacaciones de Semana Santa, así llamadas pese a quien pese, por muy anticristiano que pueda parecer en ocasiones el mundo que nos toca vivir. Y para muchos españoles finalmente, ambas cosas a la vez, pues ni para el más devoto practicante existe oposición alguna en coordinar la observancia religiosa con el relajante y merecido descanso. Y es que como ya señalamos hace un par de años cuando se produjo el mismo fenómeno, esa luna llena pascual, la primera después del equinoccio de primavera, es la que precede preceptivamente al domingo de resurrección, definido y determinado como el primer domingo después de la primera luna llena después del equinoccio de primavera. Ojo con un error común, y es que dicha luna llena no tiene porqué coincidir con el viernes de pasión, aunque este año se dé esta hermosa coincidencia que lo hace ajustarse aún más al relato evangélico, pues efectivamente el día en el que Jesús fue crucificado fue día de luna llena (ya que era 14 de nisán, el día previo a la pascua, y al ser el calendario judío un calendario lunar el 14 de nisán siempre es día de luna llena). De hecho, sólo cae en viernes un año de cada siete, como siete son los días de la semana. Como el año pasado ya señalé a Vds. los aspectos más litúrgicos e históricos de la cuestión, este año me gustaría centrarme en los aspectos más astronómicos de la misma, y concretamente en dos: el equinoccio y el horario UTC.
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Equinoccios y solsticios Se define el equinoccio como aquel día en el que el día y la noche tienen idéntica duración en todos los lugares del planeta, cosa que ocurre -segunda definición del equinoccio de primavera- aquellos dos días del año, uno en primavera, y otro en otoño, en el que polo norte y polo sur están a la misma idéntica distancia del Sol, día en el que se produce -tercera definición del equinoccio- la transición del invierno a la primavera, o del verano al otoño. Ni que decir tiene que los equinoccios son intercambiables entre los dos hemisferios terrestres, esto es, que mientras que en el hemisferio norte se produce el equinoccio de primavera, en el hemisferio sur se produce el de otoño, y al revés. El equinoccio primaveral septentrional (coincidente con el equinoccio otoñal meridional), que es el que nos interesa a los efectos pascuales, ocurre, según el año, o el 20 o el 21 de marzo. Pues bien, este año el equinoccio primaveral septentrional fue un equinoccio definible como bastante temprano, pues entró el día 20 de marzo a las 5:14 hs UTC.
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