Benedicto XVI ha recibido esta mañana al primer ministro británico, David Cameron, así como a los líderes de los otros partidos británicos, el liberal-demócrata Nick Clegg y la laborista Harriet Harman, que han acudido con sus respectivas familias.

Era el primer encuentro entre el Papa y Cameron, quien en las dos primeras jornadas de la visita papal había estado ocupado con el funeral de su padre, por cuyo fallecimiento Benedicto XVI le expresó condolencias. Cameron, de religión anglicana, había manifestado recientemente: “mi fe no es siempre la roca que quizás debiera ser, pero está ahí”.

Esta es la tercera ocasión que el Papa saludaba a Clegg, casado con la española Míriam González. La familia acudió con sus tres hijos, todos ellos católicos, como su madre, mientras que Clegg se declara agnóstico. El Romano Pontífice les regaló un rosario a los niños.

Algunos comentaristas han destacado que todas las veces el Papa se ha detenido más tiempo con Clegg que con otras personalidades, tal vez por la catolicidad de su familia o por la posibilidad de que el viceprimer ministro utilizara el alemán, idioma que domina.