Desde hace 28 años, cada 11 de febrero, fiesta de la Virgen de Lourdes, la Iglesia Católica celebra la Jornada Mundial del Enfermo, para concienciar en el cuidado de las personas de salud vulnerable y defender unos cuidados físicos y espirituales adecuados.  Este año el lema de la jornada son las esperanzadoras palabras de Jesucristo: "Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré" (Mt 11,28)

Como de costumbre, meses antes de la Jornada se ha divulgado un mensaje del Papa para reflexionar sobre su significado, mensaje que se publica en revistas y se debate y medita en grupos ligados al mundo de la salud (voluntariado en hospitales, asociaciones médicas, etc...).

No ceder a actos de eutanasia o suicidio asistido

En ese mensaje, el Papa animó a los médicos y enfermeros a tener en cuenta siempre "la dignidad y la vida de la persona, sin ceder a actos que lleven a la eutanasia, al suicidio asistido o a poner fin a la vida, ni siquiera cuando el estado de la enfermedad sea irreversible". 

"La vida debe ser acogida, tutelada, respetada y servida desde que surge hasta que termina: lo requieren simultáneamente tanto la razón como la fe en Dios, autor de la vida", precisó en el mensaje. El Pontífice advierte de que en ocasiones la objeción de conciencia es una "elección necesaria" para ser coherentes con el sí a la vida y a la persona. 

Jesús y los enfermos: Él ofrece misericordia

En esta Jornada Mundial del Enfermo, el Papa Francisco recuerda que "Jesús dirige una invitación a los enfermos y a los oprimidos, a los pobres que sabe que dependen completamente de Dios y que, heridos por el peso de la prueba, necesitan ser curados" y a quien "siente angustia por su propia fragilidad, dolor y debilidad, no impone leyes, sino que ofrece su misericordia, es decir, su persona salvadora". 

"A causa de la enfermedad, estáis de modo particular entre quienes, "cansados y agobiados" atraen la mirada y el corazón de Jesús". Es Jesús quien dará "la fuerza para afrontar las inquietudes y las preguntas que surgen en vosotros, en esta "noche" del cuerpo y del espíritu". 

Profesionalidad con caridad y derecho a vivir

A los agentes sanitarios, el Papa Francisco les recuerda que "actúan con competencia haciendo sentir la presencia de Cristo, que ofrece consuelo y se hace cargo de la persona enferma curando sus heridas".  

"Vuestra profesionalidad, animada por la caridad cristiana será el mejor servicio al verdadero derecho humano, el derecho a la vida. Aunque a veces no podáis curar al enfermo, sí que podési siempre cuidar de él con gestos y procedimientos que le den alivio y consuelo", apuntó. 

El Papa Francisco también recordó que en algunos conflictos el personal sanitario está en el punto de mira y que en algunas zonas, "el poder político pretende manipular la asistencia médica a su favor", por eso subrayó que "atacar a aquellos que se dedican al servicio de los miembros del cuerpo social que sufren, no beneficia a nadie". 

Y también hizo un llamamiento "a las instituciones sanitarias y a los Gobiernos de todos los países del mundo" para que "no desatiendan la justicia social, considerando solamente el aspecto económico" y animó a que "se coopere para que todos tengan acceso a los cuidados adecuados". 

Puede leerse el mensaje completo AQUÍ