Este miércoles el Papa Francisco recibió por sexta vez en su pontificado a Justin Welby, arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, que acudió al Vaticano para presentar al Pontífice al nuevo director del Centro anglicano de Roma, Ian Ernest.

Sin embargo, del encuentro entre Francisco y Welby salió un importante anuncio. Ambos visitarán juntos Sudán del Sur el próximo mes de marzo si se cumplen una serie de condiciones, como la creación de un gobierno de unidad nacional en los próximos 100 días. "Hemos acordado que visitaremos Sudán del Sur en marzo”, explicó el líder anglicano.

Un viaje que se podría producir sólo en el caso de que, tal y como estipula el acuerdo de paz, ya funcione el gobierno de unidad en el que estarían incluidos tanto Salva Kiir como Riek Machar, las dos partes enfrentadas en la guerra civil.

Un deseo que viene de atrás

Durante los últimos años, el Papa ha estado muy pendiente y ha realizado gestos concretos con Sudán del Sur, que debido a la guerra y las hambrunas desencadenadas por la violencia se ha convertido en una de las grandes crisis humanitarias de las últimas décadas.

De hecho, ya en 2017 Francisco habló públicamente de su intención de visitar Sudán del Sur, y precisamente acompañado del líder anglicano, viaje que finalmente no se pudo producir por motivos de seguridad en un país que vive en el caos.

Más recientemente, concretamente el pasado mes de abril, el Papa dejó uno de los gestos que marcarán su pontificado. El Santo Padre acogió esos días en el Vaticano a los líderes políticos y también a los religiosos -católicos, anglicanos y protestantes- de Sudán del Sur, en un retiro de oración y reflexión para fortalecer los acuerdos de paz establecidos.

El encuentro finalizó con el Papa arrodillándose físicamente y besando los pies a los líderes políticos sursudaneses como gesto físico de súplica para implorar que no rompan los acuerdos y traten de mantener la paz en este país pobrísimo y dañado por muchas décadas de conflictos. Y este gesto conmovió de manera impresionante a los habitantes del país.

En la reunión entre Francisco y Welby también se habló de los cristianos perseguidos por todo el mundo, del llamado ‘ecumenismo de la sangre’, y de los proyectos que tanto católicos y anglicanos realizan en el Amazonas.