Beato Juan, carmelita y Patriarca de Jerusalén. 1 de agosto.

Sus padres se llamaban Jessé y María, y eran judíos fieles a la ley de Moisés, como descendientes de David que eran. Como eran buenos y piadosos, la Santísima Virgen se les apareció y les dijo que así como Ella, de la casa de David había dado a luz a la Luz del mundo, ellos concebirían dos hijos, que serían luz en el mundo. "Serán" – dijo la Madre de Dios – "dos candeleros lucientes en el Templo del Señor, y dos olivas floridas en el Monte Carmelo. Al primero llamaréis Ángelo; al segundo Juan. Aquel alcanzará glorioso triunfo de martirio por el Nombre de mi Hijo. Este será Patriarca de Jerusalén, que gobernará con vara de virtud y de milagros; y siempre tendré a los dos debajo de mi amparo". Los esposos se convirtieron y fueron bautizados esa misma Pascua de 1186. Concibieron en Pentecostés, después de días de oración y ayuno, y en abril de 1186 nacieron sus gemelos. Y sí, el niño Ángelo es el gran San Ángelo (5 de mayo), protomártir de la Orden del Carmen.

Tenían cuatro años los niños cuando fallecieron sus padres Jessé y María y fueron sepultados en el convento "carmelita" de Jerusalén. Los gemelos quedaron a cargo del Patriarca Nicodemo, que les educó en todas las ciencias posibles, en la virtud y la piedad. En 1204 Nicodemo supo de la resolución de los jóvenes de abrazar la vida monástica, para asegurar su salvación sirviendo a Dios. Ambos habían elegido la Regla de San Basilio, que vivían los eremitas del Monte Carmelo. El mismo Patriarca les llevó al convento de Santa Ana, donde les recibió el abad Jerónimo, que les dio el hábito del Carmelo. Luego de esto y en paz, Nicodemo falleció ese mismo año. Al año siguiente les enviaron al Carmelo, donde ambos hermanos vivieron una vida religiosa ejemplar. Ayunos, penitencias, oración continua, etc. Ángelo mostró pronto su faceta de taumaturgo, pues un día que Juan perdió el hacha en la fuente de San Elías, Ángelo hizo subir el nivel de las aguas y el hacha subió flotando en estas.

En 1213 el Patriarca de Jerusalén, el Patriarca Onofre anunció que daría órdenes presbiterales ese año, con lo que, San Brocardo (2 de septiembre), General de la Orden, mandó a ambos hermanos a la ciudad a ordenarse. De camino a la ciudad se desviaron por el Jordán, río que hallaron crecido y Ángelo lo dividió con su cayado, pasando a pie enjuto. Una vez ordenados visitaron Belén, donde obraron otros portentos.

Llegados a este punto, ambos hermanos se separaron: Ángelo se retiró al desierto, para orar intensamente, y Juan quedó en Jerusalén, como especial ayuda del patriarca. La vida de Ángelo la podéis leer en su lugar. Cuatro años sirvió Juan al Patriarca Onofre, predicando, consolando a los pobres, siendo su Legado y dando a todos los jerosolimitanos ejemplo de ciencia y virtud. En 1217, con solo 31 años, Juan fue elegido Patriarca de Jerusalén, a la muerte de Onofre. Aunque el deseo de Juan era la soledad del Carmelo, aceptó la voluntad de Dios y fue un obispo recto y piadoso, como mandaba Cristo. Realizó numerosos milagros sobre todo entre los enfermos y paralíticos. En 1220 supo del glorioso martirio de su hermano Ángelo, y aunque lo sintió mucho, gozó al saber de su triunfo celestial. Por ello su primera frase al saberlo fue "¡Nos veremos en el cielo!". Y pronto le llegó la hora de ir al encuentro de su hermano en la presencia de Cristo: En 1223, falleció santamente. 

Crítica.
Aunque la leyenda de San Ángelo inserta a su hermano como Patriarca de Jerusalén entre 1217 y 1223, lo cierto es que el patriarcado jerosolimitano estuvo vacante entre 1191 y 1223. Y en cuanto al Patriarca Latino, consta perfectamente que fue Rieul de Merencourt quien ostentó la dignidad en estas fechas. Aún así, la existencia del hermano de San Ángelo parece ser verídica en tanto que un epitafio a su memoria aparece citado ya a finales del siglo XIII: "Fuerunt etiam Joannem, Angeli fratrem, pari gratia et sanctitate praeditum, quatuor mortuos suscitasse, viginti paralíticos, leprosos decem, et multos alios aegros sanitati restituisse".

En la Orden del Carmen su figura nunca tuvo especial relevancia ni culto propio y siempre aparece mencionado en torno a su hermano. Su iconografía igualmente es escasa.
 

Fuentes:
-"Flos Sanctorum del Carmelo". P. SIMEÓN MARÍA BESALDUCH, O.Carm. Barcelona 1951.
-“Flores del Carmelo, vidas de los santos de N. S. del Carmen”. FR. JOSÉ DE SANTA TERESA. Madrid, 1678. 

 

A 1 de agosto se celebra además a San Alfonso María Liguori, obispo fundador.