Izquierda Unida, partido comunista integrado en la coalición de Unidos Podemos, presentó el pasado viernes de mano de su líder Alberto Garzón una “proposición de ley integral de la memoria democrática y de reconocimiento y reparación de las víctimas del franquismo y la transición”.

En la práctica, este nuevo texto pretende ser una ampliación de la Ley de Memoria Histórica de 2007 de Zapatero.

En el texto hay un claro espíritu antirreligioso. Esto se demuestra en el señalamiento que hacen del Valle de los Caídos, y que va mucho más allá de que se mantengan o no en el lugar los restos de Francisco Franco.

Derribar la cruz del Valle

Izquierda Unida exige en la norma la desacralización del Valle y que en la práctica se traduciría en el cierre de la abadía benedictina, que sea todo el complejo gestionado por Patrimonio Nacional, que el lugar pase a llamarse Valle de Cuelgamuros, y que se convierta en un lugar donde se expliquen los crímenes del franquismo.

El proyecto, tal y como recoge Europa Press, plantea la demolición de los “elementos incompatibles con un Estado democrático”, incluida la gran cruz que preside el Valle de los Caídos.

El proyecto incluye igualmente una disposición para derogar el Concordato con la Santa Sede de 1953 y los acuerdos de 1976 y 1979 para sustituirlos en un año por un nuevo acuerdo bilateral “basado en los principios de laicidad e igualdad entre hombres y mujeres”  bajo la premisa de que España no se puede permitir tener en vigor por más tiempo un acuerdo que tiene su origen en una “sanguinaria dictadura” y que supuestamente da privilegios a la Iglesia Católica en un Estado aconfesional.