José Gomez, nacido en México, que estudió en España en la Universidad de Navarra, y es arzobispo de la enorme diócesis de Los Ángeles y presidente de los obispos norteamericanos ha querido defender la figura de San Junípero Serra, fundador de las misiones de California, con una firme carta abierta contra "las calumnias que hoy se difunden ampliamente en internet y que algunas veces son apoyadas por figuras públicas".

"En las peticiones en línea actuales nos encontramos con que a Serra se le compara con Adolfo Hitler y a sus misiones, con los campos de concentración. Ningún historiador serio aceptaría esto y no deberíamos permitir que estas difamaciones se transformen en argumentaciones públicas sobre nuestro gran santo", insiste el arzobispo.

Las misiones: autosuficientes y de mestizaje cultural

"Las misiones eran comunidades multiculturales de culto y de trabajo, con sus propios gobiernos y con una economía autosuficiente, basada en la agricultura y en las artesanías. Al vivir y trabajar juntos, los nativos y los españoles crearon una nueva cultura mestiza (“mixta”) que tuvo su reflejo en un arte distintivo, en la arquitectura, la música, la poesía y las oraciones que brotaron de las misiones", escribe el arzobispo.

"Es tristemente cierto que el castigo corporal era en ocasiones usado en las misiones, así como se practicó también en toda la sociedad de fines del siglo XVIII. Es cierto también que, en las misiones, algunos nativos murieron por enfermedades. Pero la trágica ruina de las poblaciones nativas ocurrió mucho después de que Serra se hubiera ido y de que las misiones se hubieran cerrado o “secularizado”. Los académicos serios concluyen que Serra mismo era un hombre amable y que no hubo abusos físicos ni conversiones forzadas mientras él presidió el sistema de misiones", continua su texto.

El exterminio de los indios californios: fue EEUU, no España

El arzobispo añade: "Fue el primer gobernador [anglosajón, Peter Burnett] de California quien hizo un llamado a “una guerra de exterminación” contra los indígenas y quien recurrió a la Caballería de Estados Unidos para que le ayudara a llevar a cabo sus planes genocidas. Eso fue en 1851. Junípero Serra murió en 1784".

En el texto que enlaza el obispo se ve la argumentación de Burnett: los indios hacen guerra de guerrillas, no tienen mando unificado, y una guerra defensiva significaría para EEUU perder "hombre por hombre". Por eso se decidió apostar fuerte por eliminar a los indios. Sin embargo, los españoles estuvieron 70 años en el mismo lugar y situación, con muchas menos tropas, y nunca decidieron nada similar, sino que trataron de introducir a los indios paulatinamente en el sistema de misiones.

De la edad de piedra seminómada a la urbanización, con la misma agricultura, ganadería y artesanía que conocían los españoles: el salto que lograron las misiones de California

Un poco de historia

Este 1 de junio se celebra el día de San Junípero Serra, canonizado por el Papa Francisco en 2015. Cuando Junípero llegó a California hace 250 años, sólo vivían indios de culturas seminómadas, sin poblados fijos y con tecnología de Edad de Piedra. San Junípero fundó misiones, espacios sólo para indios y religiosos, sin blancos -que vivían a varios kilómetros de distancia- transfiriendo tecnología y oficios a los indios, además de la fe, y protegiéndolos de los abusos de militares o nuevos pobladores.

Los indios que aprendieron oficios y perseveraron en las misiones serían los que se salvarían de la gran matanza de indios que hicieron los anglosajones. El historiador James A. Sandos, en su libro "Converting California" explica que cuando se descubrió oro en California en 1848 (casi 30 años después de arriarse la bandera española), vivían en la región unos 150.000 indios nativos. Doce años después, quedaban 30.000. Los que quedaban eran los formados en las misiones.

El libro “Murder State: California’s Native American Genocide 1846-1873,” de Brendan C. Lindsay, recuerda que en esta etapa, la cabellera de indio californiano se pagaba a 5 dólares, y el gobierno californiano destinó un millón de dólares a pagar recompensas por matar indios. Jamás nada parecido se hizo en la California hispana.

Serra y la protección de los indios

El arzobispo Gómez señala que Serra “entre las injusticias a las que se enfrentó en su lucha, encontramos en sus cartas, pasajes desgarradores, en los que denuncia el diario abuso sexual de las mujeres indígenas por parte de los soldados coloniales”, escribe.

Efectivamente, el gobernador militar Pedro Fages quería permitir que sus soldados -algunos europeos, otros mestizos mexicanos- accedieran sexualmente a las indias de las misiones. San Junípero lo impidió y "el sistema" no sólo no premió a Fages sino que las autoridades hispánicas lo enviaron bien lejos, a la frontera de Sonora a luchar contra los apaches.

El arzobispo recuerda también que "en 1775, cuando los atacantes de Kumeyaay incendiaron la misión de San Diego, torturando y asesinando a su querido amigo, el padre Luís Jayme, primer mártir de California, Serra no se indignó. Estaba más bien preocupado por las almas de los asesinos e intercedió ante las autoridades para que se apiadaran de ellos. [...] Este puede ser la primera argumentación moral en contra del uso de la pena de muerte en la historia de Estados Unidos", comenta el arzobispo.

El sistema de misiones: 70 años de historia

La verdad es que todo el sistema de misiones defendía a los indios: las misiones no pagaban impuestos al Rey ni producían riquezas para los blancos; lo que producían las misiones se reinvertía en las misiones (aunque parte de los recursos iban al sistema de defensa de los frágiles fuertes militares).

La idea del sistema de misiones es que en unos 10 años los indios estarían aclimatados a la civilización hispánica (monogamia, urbanismo sedentario, trabajo con horarios, artesanía, ganadería, agricultura, catolicismo) y funcionarían como cualquier pueblo de México, pero la realidad es que en 70 años de historia de las misiones nunca se consiguió esa "madurez": para los franciscanos los indios nunca estaban listos para ser "gentes de razón", de la que paga impuestos y cumple sus obligaciones ciudadanas. La alta mortandad por enfermedades (y la intolerancia a la lactosa, grave en los bebés) impedía que hubiera una segunda generación, hijos y nietos crecidos ya en la misión. Las misiones funcionaron mal, pero no por culpa de San Junípero. Y al final, los únicos indios californios que sobrevivieron fueron los de las misiones.

Una conclusión espiritual

El arzobispo, en el contexto de alboroto y violencia en Estados Unidos, señala que "toda verdadera reforma empieza en el corazón humano y San Junípero nos diría que sólo la misericordia, el perdón y la verdadera contrición pueden hacernos avanzar en este momento de nuestra historia". Después ofrece un texto de meditación espiritual compuesto con frases del santo misionero franciscano, que se puede leer en español aquí




Carlos Martínez Shaw, catedrático de Historia y académico de la Real Academia de la Historia, explicó en mayo de 2014, en una conferencia organizada por la Fundación Mutua Madrileña, la extraordinaria importancia de la labor de San Junípero Serra en las misiones de California.