El secretario general el PSOE de Córdoba, Juan Pablo Durán, dijo ayer que ha comprobado cómo el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, "tenía ganas de entrar en campaña", después de que el prelado haya aclarado al candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que la Iglesia "no es un parásito" e igualmente "no tiene privilegios", al contrario, "es la principal bienhechora de la sociedad". Fernández opina así respecto al anuncio que hizo Rubalcaba de que, si gobierna tras el próximo 20 de noviembre, va a suprimir los "privilegios" que concede la legislación hipotecaria a la Iglesia Católica, al entender su partido que se trata de una prebenda tributaria "de épocas pasadas y carente de justificación".

A este respecto, Durán dijo que "se ve que el obispo tenía ganas de entrar en campaña" y que "ya lo dejó claro" cuando anteriormente manifestó su apoyo al partido que defienda la "ley natural"; es decir, que está en contra del aborto.

Para Durán, el obispo "confunde a la Iglesia Católica con la jerarquía eclesial", pues, "en España hay millones de personas que dedican su vida, en cuerpo y alma, a ayudar a los demás, y así seguirá siendo, ya sea éste el obispo de Córdoba o sea cualquier otro, o aunque no haya ninguno".

Afirmó que "los obispos no son imprescindibles, sino que son absolutamente prescindibles y algunos de ellos, como este obispo, tienen el fatídico honor de cargar con la desaparición de Cajasur", y añadió que "cada vez que ha irrumpido en decisiones políticas y sociales, Córdoba ha perdido".